El estúpido proceso constitucional en curso
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El Partido Republicano (PR) y su jefe José Antonio Kast habían dicho mucho antes de la elección de consejeros que ganaron, que ellos estaban en contra del proceso constitucional. De hecho, decidieron no participar desde el inicio. Recuérdese que en la noche del 15 de Noviembre de 2019 cuando los representantes políticos del sistema acordaron acallar el ascendente movimiento social por reivindicaciones mayores, iniciando un proceso para una nueva Constitución, así limitado que este acuerdo fue imponiendo la difícil meta de los 2/3 para su aprobación, los republicanos y su líder decidieron no participar. Todo esto, porque para ellos NO era necesario cambiar la constitución del dictador. Kast había dicho enfático que la Constitución actual «está muy bien y no hay nada que cambiarle».
A contrapelo de estas declaraciones Kast y su Partido decidieron participar en el segundo proceso constitucional. Tal vez estimulados por la derrota del Apruebo oficialista en el Referendo anterior y porque pensaron que su exitosa propaganda en dicho evento les permitiría ganar nuevamente. Pero sobretodo interesados en continuar su plan estratégico de llegar al gobierno con Kast en 2025. El hombre además quiere ser Presidente a toda costa.
Sin embargo, su obsesión presidencial le puede estar jugando una muy mala pasada. A la contradicción de ahora de participar en un proceso del cual siempre renegaron, los republicanos están paradójicamente en un nuevo dilema producto de un triunfo inesperado incluso para ellos mismos. Lograron hacer escoger 22 de los 50 concejales posibles para «redactar» la nueva Constitución. Por esto, tienen necesariamente que demostrar que políticamente pueden conducir dicho proceso a buen puerto, para demostrar sus capacidades de conducción política en el contexto de su objetivo estratégico. Deben conseguir a toda costa triunfar en el Plebiscito Constitucional de Diciembre próximo.
Hacer aprobar sus enmiendas (380) en comisiones no les ha costado nada dada su mayoría. Esto confirma que han tomado la decisión de que la propuesta final tenga claramente su firma ideológica. Como ha dicho el delegado del PR en el Consejo Constitucional (CC) Luis Silva sobre el carácter de estas enmiendas: «un conjunto ambicioso para identificarnos a través de ellas”.»
Para imponer sus ideas en el texto final el PR no necesita ningún acuerdo transversal con el oficialismo. Les basta con el apoyo de Chile Vamos, que a pesar de presentar sus propias propuestas de enmiendas, en las cosas fundamentales está y estará detrás de los republicanos. Desde luego la UDI, que hace algún tiempo se esfuerza por aparecer más a la Derecha que el PR, de modo de no continuar con la pérdida de militancia que emigra hacia los republicanos.
Para que no le quedara dudas a nadie de esta decisión de imponer sus propias ideas de cualquier manera, los republicanos en el CC han acordado avisar al oficialismo con seis horas de anticipación cuando hagan propuestas de «unidad de propósitos». Como quien dice, no darles tiempo a discutir ni reflexionar sobre estas. Al PR le da igual lo que piensen los demás. Y para ser fieles con su estilo que dicen una cosa y hacen otra, no han respetado su propia decisión sobre las seis horas para el primer paquete de enmiendas. El oficialismo se enteró de estas en las comisiones donde se discutieron.
En las primeras votaciones de las enmiendas se han permitido hacer aprobar aquellas que son caras al ideario de la extrema-derecha. Por ejemplo, acaban de proponer que la cueca y el rodeo deberán tener rango constitucional. Siguiendo esta lógica sería necesario también constitucionalizar las empanadas de horno, el curanto y la rayuela.
En el ideario del currículum escolar de la ultra-derecha estarán además de las clases de religión, las de biología que no muestren el cuerpo humano, las clases de cueca y de aprendizaje ecuestre para el rodeo. Se imaginan los EEUU constitucionalizando el rock and roll, Brasil constitucionalizando la samba o el fútbol o los franceses constitucionalizando el vino tinto como la bebida nacional para con esto darle cuerpo y sentido a la «Patria»? Formidable estupidez!
Junto con proponer el rodeo como deporte nacional, los republicanos, en una actitud perfectamente contradictoria, incorporaron otra enmienda donde será «deber del Estado y de las personas promover la protección de los animales y su bienestar». Esto es, no les importa que en el bárbaro deporte del rodeo como lo ha descrito el consejero Miguel Littin se maltrate a unas pobres vacas en el rodeo. Acto seguido proponen constitucionalmente defender los animales! Queda super claro.
Kast ha presentado el conjunto de enmiendas del PR diciendo que este es «un trabajo muy serio». Si las primeras enmiendas presentadas son del tenor de estas que comentamos, se puede apreciar la «seriedad» de las mismas.
Desde luego en las propuestas republicanas se defiende la economía de mercado en todos los acápites que tengan que ver con economía y negocios. Por ejemplo quedará prohibido cobrar impuestos al patrimonio. Como los pobres no tienen patrimonio alguno, son los ricos los beneficiados directos de esta propuesta[i]. Tampoco habrá fiscalización a los privados de fondos fiscales atribuídos[ii]. Eso de ninguna manera. El Capitalismo, que abjura del Estado, vive de sus subvenciones.
También quedarán constitucionalizadas el millonario negocio de las Isapres y AFP, así como reforzar el monopolio de los derechos de agua actualmente detentados por los más ricos de Chile.
Y suma y sigue el PR en las comisiones del CC. El 1 de Septiembre ya se caía en la comisión respectiva la norma sobre el reconocimiento del cambio climático. El PR como toda la ultra-derecha mundial niega la existencia de este fenómeno reconocido por miles de cientistas del mundo entero. Esta aparente ignorancia no es tal. Lo que defienden ellos es que el Capitalismo siga extrayendo libremente los recursos naturales renovables o no de la Tierra con la consiguente destrucción de muchos ecosistemas. Mucha de esto mediante el robo a los países pobres.
Parece así muy probablemente que tendremos una propuesta de Constitución a imagen y semejanza de la ideología de la extrema-derecha del PR. No tendrán en este caso y por esta razón disculpa alguna para decirnos que podrían rechazarla, como lo hacen ahora poniéndose el parche antes de la herida para minimizar una posible derrota.
De perder la propuesta del PR en Diciembre las consecuencias políticas dependerán proporcionalmente del porcentaje de votos obtenidos. Si el «Estoy de acuerdo» no fuese superior al 40% de los votos en el Plebiscito sin duda constituirá una pesada derrota para la Derecha en general y para el PR en particular. La La imagen de J. A. Kast perdería casi toda su credibilidad presidencial. Porque si no es capaz de hacer aprobar el nuevo texto que representa fielmente sus ideas, sumado a toda la maquinaria de medios de comunicación de la clase dominante que hará propaganda con y sin mentiras por su opción, quedará claro para muchos indecisos que tampoco conseguirá imponerse en un Congreso siempre dificil de controlar. Sobretodo en esta época volátil en que – tal como el individualismo reinante en la vida social – pareciera que este se ha tomado los humores de los honorables. Ya es difícil conseguir la «disciplina partidaria». Cada cual vota conforme el ánimo con el que despertó aquel día. Incluso contra los intereses de su propia coalición.
Los republicanos aparentemente no parecen estar demasiado preocupados con el resultado del Plebiscito. Desde luego porque consideran que perdiendo con una propuesta dura de ultra-derecha, nadie los podrá acusar en primer lugar de no haber sido fieles a sus principios. Pero además, cualquiera sea el grado de la derrota no les molestaría en absoluto. Podría eso sí atrasar su objetivo estratégico de llegar a la Presidencia 2026-2030. El rechazo como sabemos significa automáticamente la mantención actual de la Constitución de la Dictadura, que ellos admiran. Pueden vivir tranquilamente con ella.
Les interesa y mucho el Plebiscito como indicador del grado de aceptación de sus ideas. Un ensayo general para los procesos electorales que vienen. Y de allí que hayan decidido presentar un texto claramente ultra-derechista. A ver cuanto da.
Claro que esta decisión conlleva a la vez la semilla del rechazo porque estas propuestas es probable no le gusten a la mayoría.
Las primeras enmiendas aprobadas en comisión según Kast representan una «mejoría» respecto de la actual Constitución. Mejoría aquí hay que leerlo como una profundización del neoliberalismo imperante, además de la visión dogmática de la ultra-derecha en los temas «valóricos». Aborto, programas de educación, emigración, diversidad sexual, etc. Un conjunto de proposiciones que los republicanos invitan a leer. Un mamotreto grande como un ladrillo. De las enmiendas presentadas por el PR la señora Beatriz Hevia, la republicana Presidente del CC ha dicho que se trata de una propuesta «sobria y seria». Tan seria, que se hace a contrapelo de lo declarado por su jefe después de haber declarado – vistiendo piel de demócrata la noche del triunfo de la elección de nuevos concejales – que él deseaba un nuevo texto de gusto de todos los chilenos y no necesariamente de gusto del PR. Bueno, ya se sabe, algunos políticos como Kast dicen y se desdicen de sus palabras como quien se cambia de camisa. Y hay otros como la Sra. Hevia que dicen cualquier cosa sin sentido a cualquiera hora del día. Lo que Natura non da, Salamanca non presta.
¿Pero y que pasa si el PR corre el riesgo de sufrir una pesada derrota en el Plebiscito anunciada en las encuestas?
Para precaverse de esta posibilidad cuyas probabilidades crecen, el señor Kast y algunos de sus concejales salen al ruedo a decirnos ahora muy sueltos de cuerpo que si en el Consejo no se aprueban las enmiendas ultra-conservadoras de su partido, entonces bien vale la pena llamar a votar «En Contra». (la designación que establece la norma electoral para este segundo proceso). En verdad no es eso que preocupa al PR puesto que es muy probable que el texto sea el que ellos decidan. Porqué entonces esta declaración? Como rechazar su propia propuesta en un acto de estupidez monumental sin parecerlo? Especulemos sobre un escenario posible.
Lo que realmente preocupa al PR es lo que vayan diciendo las encuestas hasta cerca del día del Plebiscito. Si la cosa se pone muy fea para ellos comprobadamente en todas las encuestas en la medida que pasan los días y semanas y las probabilidades de rechazo del nuevo texto fueran muy altas, entonces buscarán cualquier disculpa de última hora para llamar enérgicamente … a rechazar su propia propuesta librándose de la derrota!
Existen varias posibilidades para el PR eventualmente poder negarse a si mismo e intentar salir airoso. O al menos pretenderlo. Desde un rechazo de las bases del PR al texto de sus concejales por considerar «que no les satisface» como ha dicho Kast inventando cualquier discrepancia, o conseguir que el oficialismo se retire del CC por lo inútil de tal ejercicio y entonces decidan llamar a rechazar un proceso que quedaría sin los representantes – mas mal que bien – de una parte importante de la ciudadanía.
Si así ocurriese, esta enorme voltereta ideológica del PR no podría sorprender a nadie. ¿O no es una gran voltereta política lo que acaba de hacer Kast proponiendo inicialmente un texto final aceptable por todos los chilenos, y luego desdiciéndose y planteando una imposición pura y dura de sus ideas en el CC?
¿Qué tanto le interesa a los chilenos y chilenas tener una nueva Constitución? ¿A cuantas y cuantos compatriotas preocupan las reglas de convivencia que pretendemos para los próximos decenios? Toda la gente tiene claro, o al menos lo intuye, que esta no resolverá la polarización social creciente con signos de violencia que vivimos, donde sentidas reivindicaciones populares continúan sin solución a la vista. Y en el contexto de un país dominado largamente por el capital financiero, con una clase empresarial que defiende con todo sus intereses económicos, marcado por una desigualdad extrema no solo en riqueza sino en posibilidades de desarrollo individual para todos, es difícil imaginar hoy una Constitución que selle un pacto social que indique el comienzo de la solución de estos problemas estructurales. Tendría que cambiar el modelo socio-económico neoliberal, cosa que sabemos no acontecerá, cualquiera fuese el texto aprobado como nueva Constitución.
Por lo tanto, con o sin nueva Constitución ahora nada cambiará en la vida económica y social del país. Continuará la mitad de los chilenos ganando sueldos que no pagan un arriendo como lo indica un estudio reciente, sumado a las bajas pensiones de nuestros adultos mayores. Continuará el progresivo aumento del enriquecimiento de los ricos tal como lo indican las estadísticas. Las colusiones y los perdones fiscales. La represión a quienes reclamen. La militarización de la tierra Mapuche y la represión a sus habitantes de manera permanente. Continuará la entrega de nuestros recursos naturales a las empresas transnacionales y nuestra dependencia ideológica de EEUU aunque ya no sea nuestro primer socio comercial, bloque al cual nunca hemos dejado de pertenecer. Seguiremos siendo un país donde la idea que los trabajadores reciban sus salarios en UF o que el país pida su incorporación a los BRICS es inaceptable para nuestra clase dominante. Y consecuentemente para sus gobiernos. La clase dominante chilena puede estar descansada. Cualquiera sea el resultado del Plebiscito no afectará en nada su poder de clase. De hecho puede incluso crecer si gana la propuesta del PR.
Mientras tanto Sebastián Piñera es invitado al avión presidencial y a conversaciones en la Moneda. Debe ser porque hay tanto que aprender de sus gobiernos! Esa es la realidad de nuestro país.
Por Patricio Serendero
[i] A este respecto ya existe la legislación que exime a los adultos mayores de pagar contribuciones por la vivienda propia
[ii] Recuérdese que hace poco los senadores de Derecha rechazaron legislar la penalización con carcel de los crímenes empresariales. Los mismos que piden criminalizar fuerte la corrupción y el robo. Es que el robo de cuello y corbata no cuenta para ellos como crimen. Hace parte de los negocios.
Gino Vallega says:
El conventillo político chileno no va a ninguna parte ni con los fachos KKKast ni con los «superiores morales del frente ampliamente desorganizado» y menos con los pacotilleros y ladrones seguidores del «GRAN FARSANTE Y LADRÓN PIÑERA».
El barco de la desesperanza se hunde no más!
Felipe Portales says:
La derecha tradicional (en conjunto con la ex Concertación con la que elaboró la «Constitución experta») no permitirá, de ningún modo, el «extremismo republicano»; ya que el PR no tiene el 60% como para imponer sus puntos de vista. De todos modos; ¡y aunque las dos derechas no le permitan nada al PR!, la «Constitución experta» seguirá siendo todavía mucho menos democrática que la autoritaria Constitución actual de Pinochet-Lagos. De partida, ¡elevó el antidemocrático quórum para ser reformada, de 4/7 a 3/5. Y, por otro lado, permitió un engendro completamente antidemocrático que ni siquiera estuvo en la Constitución original del 80: Que el Congreso pueda delegar sus facultades legislativas en el Presidente de la República, a través de decretos-leyes propios de las dictaduras. Por tanto, sólo cabe el voto EN CONTRA desde una perspectiva democrática; más todavía si un triunfo del Apruebo legitimaría bastante la «nueva» Constitución antidemocrática.