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Condenados dos soldados por homicidio de vendedor de frutas durante la Navidad de 1973

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En un fallo judicial que arroja luz sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia chilena, la Corte Suprema finalmente ha emitido su veredicto sobre un crimen que ocurrió hace décadas. En una sentencia de reemplazo, la máxima autoridad judicial del país condenó a dos soldados conscriptos por su participación en el homicidio de Luis Omar Torres Antinao, un trágico evento que tuvo lugar en la comuna de Temuco el 25 de diciembre de 1973. El fallo representa un paso significativo hacia la justicia en un caso que ha permanecido sin resolver durante años.

Los hechos: El 25 de diciembre de 1973, en el contexto de la convulsa situación política que vivía Chile después del golpe militar, Luis Omar Torres Antinao, un joven vendedor de frutas de 21 años sin afiliación política conocida, perdió trágicamente la vida a manos de efectivos militares del Regimiento Tucapel de Temuco. Las fuerzas armadas y de orden habían tomado el control de la ciudad, y el coronel Pablo Iturriaga Marchesse, comandante del Regimiento de Infantería N° 8 ‘Tucapel’, se erigía como gobernador de Temuco.

El trágico destino de Torres Antinao se selló cuando un grupo de militares, entre ellos el soldado conscripto Bernardino Vergara Acuña, lo persiguió hasta el patio trasero de su casa y le disparó en presencia de su familia, causándole una herida de bala mortal en la cabeza. El joven murió instantáneamente, y su cuerpo sin vida fue arrojado a un camión por los militares.

El protocolo de autopsia reveló que la causa precisa de la muerte de Torres Antinao fue una contusión cerebral provocada por una herida de bala transfixiante craneana, lo que confirmó la brutalidad del ataque. Este acto de violencia innecesaria y desproporcionada se mantuvo oculto durante años, sin que se llevara a cabo una investigación adecuada ni se aplicara la justicia debida.




La lucha por la justicia

La familia de Luis Omar Torres Antinao nunca dejó de luchar por la verdad y la justicia. A lo largo de los años, buscaron respuestas y evidencias que finalmente llevaran a los responsables ante la justicia. El caso atrajo la atención de organizaciones de derechos humanos y defensores de la justicia en todo el mundo, quienes presionaron para que se esclarecieran los hechos y se llevara a cabo un juicio justo.

La sentencia de reemplazo: En una decisión que marca un hito en la búsqueda de justicia para las víctimas de violaciones de derechos humanos en Chile, la Corte Suprema acogió los recursos de casación en el fondo presentados por el Programa de Derechos Humanos y la parte querellante. En una votación de mayoría, se condenó a Bernardino Vergara Acuña como autor del homicidio de Luis Omar Torres Antinao a una pena de 10 años y un día de presidio. Además, Patricio Eugenio González Céspedes fue condenado como encubridor y recibió una pena de 541 días de presidio.

Un aspecto crucial de la sentencia fue la negación de aplicar la figura de la media prescripción, que habría reducido las penas de manera significativa. La Corte Suprema argumentó que en delitos de lesa humanidad como este, el tiempo no puede justificar la impunidad, y la prescripción total o parcial no es aceptable según el derecho penal humanitario internacional.

El fallo de la Corte Suprema en este caso de homicidio cometido en Navidad en 1973 representa un importante avance hacia la justicia y la verdad en Chile. Si bien ha pasado mucho tiempo desde aquel trágico día, la sentencia demuestra que el sistema judicial está comprometido en hacer frente a crímenes de lesa humanidad y en asegurar que los responsables rindan cuentas por sus acciones. La resolución también es un recordatorio de la perseverancia de las víctimas y sus familias en su búsqueda incansable de justicia, incluso décadas después de los hechos.



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