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Histórico fallo definitivo de la Corte Suprema: Justicia para Víctor Jara y Littré Quiroga

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En un importante acontecimiento judicial, la Corte Suprema ha emitido una sentencia definitiva con respecto a un caso trascendental de violaciones a los derechos humanos ocurrido en Chile durante septiembre de 1973. El fallo unánime de la Segunda Sala del máximo tribunal condena a siete miembros retirados del Ejército por su participación en los delitos de secuestro calificado y homicidio calificado de dos víctimas emblemáticas: el cantautor Víctor Lidio Jara Martínez y el director de prisiones de la época, Littré Abraham Quiroga Carvajal.

El fallo establece que los delitos tuvieron lugar en el contexto del golpe de Estado que ocurrió el 11 de septiembre de 1973 en Chile. Littré Quiroga Carvajal, quien era director general del Servicio de Prisiones, fue detenido después de intentar presentarse ante las nuevas autoridades. Fue sometido a apremios físicos y luego trasladado al Estadio Chile (hoy Estadio Víctor Jara), donde sufrió agresiones y torturas.

Por su parte, Víctor Jara Martínez, reconocido cantante, profesor e investigador de la Universidad Técnica del Estado, fue detenido junto con otros docentes y estudiantes en la misma institución educativa. Fue llevado al Estadio Chile, donde fue reconocido y maltratado por su influencia artística y política. Fue sometido a torturas físicas y agresiones violentas, muriendo a consecuencia de múltiples disparos de bala.

En fallo unánime (causa rol 7.885-2022),  la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministro Haroldo Brito, Jorge Dahm, la ministra Eliana Quezada y las abogadas (i) Carolina Coppo y Leonor Etcheberry– descartó error en la sentencia recurrida, dictada Corte de Apelaciones de Santiago, que condenó a Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto a penas de 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los homicidios; y a 10 años y un día de presidio, como autores de los secuestros calificados. En tanto, el otrora oficial Rolando Melo Silva deberá purgar 5 años y un día y 3 años y un día de presidio, como encubridor de los homicidios y los secuestros, respectivamente.

 

El fallo y sus fundamentos

La sentencia unánime de la Corte Suprema confirma las condenas impuestas por la Corte de Apelaciones de Santiago. Los condenados recibieron penas de 15 años y un día de presidio por homicidios calificados, y 10 años y un día de presidio por secuestros calificados. El fallo rechaza los recursos de casación presentados por las defensas de los condenados, argumentando que las afirmaciones carecen de sustento y que la sentencia original cumple con los requisitos legales.

El fallo también aborda aspectos legales relacionados con la prueba, estableciendo que las presunciones judiciales deben basarse en hechos reales y probados. La Corte Suprema enfatiza que las exigencias de gravedad, precisión y concordancia en las presunciones judiciales no pueden ser controladas a través de los recursos presentados, ya que son cuestiones de juicio y valoración propios de los jueces de instancia.

El fallo de la Corte Suprema representa un paso importante en la búsqueda de justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen civil militar en Chile. La condena de los responsables de los delitos de secuestro y homicidio de Víctor Jara y Littré Quiroga es un recordatorio de la importancia de la verdad, la memoria y la justicia en la construcción de un país democrático y respetuoso de los derechos humanos. Este fallo histórico también demuestra la capacidad del sistema judicial para abordar crímenes cometidos décadas atrás y llevar a los culpables ante la justicia, lo que es fundamental para evitar la impunidad y garantizar que tales atrocidades no se repitan en el futuro.

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  1. Nestor R Marin, Ph,D Agricultural Science, Phytopathologist, Expert in Rural Development and Renewable Energy (Solar and Wind Energy). says:

    Entiendo perfectamente este proceso donde se condenan los directamente culpables de los crimenes de Victor Jara y Littre Quiroga. Lo que no entiendo es porque en toda esta informacion, que nos alegra a todos, no aparece el militar Barrientos, residente en el Estado de Florida, USA, cuando en el pasado han habido varios testigos que vieron a Barrientos pisoteandole las manos a Victor Jara y dispararle en reiteradas oportunidades. A barrientos hay que extraditarlo lo antes posible. No entiendo porque este tramite no se ha hecho antes.

  2. Felipe Portales says:

    ¡Más vale tarde que nunca! Y para lo poco que vale la vida en Chile (¡salvo cuando es con robo!) 25 años de presidio para seis de los criminales es una pena significativa que salva un poco la desmedrada trayectoria de nuestros tribunales. Lo que sí es vergonzoso es la impunidad total de quienes ordenaron el crimen (aunque hayan fallecido, ni siquiera una mención) y que sólo le hayan dado 8 años de cárcel a sólo uno de los oficiales encubridores…

  3. Margarita Labarca Goddard says:

    Este fallo ¿es histórico porque sale 50 años después de los homicidios calificados y aplica penas bajísimas? 15 años de prisión por homicidio calificado es sin duda una verguenza histórica. El homicidio calificado en Francia se condena con cadena perpetua, en Inglaterra lo mismo, en Suiza le llaman «prisión de por vida», en Argentina es prisión perpetua; en México de 20 a 40 años de prisión. En 19 estados de los Estados Unidos se aplica la pena de muerte, entre ellos Florida y California. En Nueva York es cadena perpetua.
    Nuevamente Chile le da lecciones al mundo. Felicitaciones para nuestros tribunales de injusticia.

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