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El intento fallido de cerrar Punta Peuco: El capítulo oscuro del gobierno de Michelle Bachelet

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En un episodio que arroja luz sobre la lucha por la justicia y los derechos humanos en Chile, la expresidenta Michelle Bachelet reveló recientemente que durante su segundo mandato intentó cerrar la infame cárcel de Punta Peuco, donde se encuentran detenidos militares en retiro y exagentes del Estado condenados por crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, esta acción fue saboteada por la negativa del entonces ministro de Justicia, Jaime Campos. Esta historia resalta las tensiones y desafíos enfrentados por el gobierno en su búsqueda de justicia para las víctimas de la dictadura militar.

El Esfuerzo de Bachelet por Cerrar Punta Peuco

Durante su segundo mandato, la expresidenta Michelle Bachelet se enfrentó a la difícil tarea de enfrentar el legado de la dictadura militar en Chile. Uno de los pasos significativos que intentó tomar fue cerrar la cárcel de Punta Peuco, donde numerosos exuniformados condenados por crímenes de lesa humanidad cumplían sus sentencias. Bachelet afirmó en una entrevista que ella personalmente dio la orden de cerrar la prisión, pero sus instrucciones no fueron obedecidas.

En declaraciones a CNN Chile, Bachelet expresó su frustración por la falta de acción: «Yo cerré, di la orden. No se pudo. No me hicieron caso, pero bueno (…) quien tenía que hacerlo no me hizo caso». Estas palabras apuntan hacia el entonces ministro de Justicia, Jaime Campos, como la figura que no siguió la instrucción de cerrar la cárcel.




La Negativa de Jaime Campos

Jaime Campos, exministro de Justicia en ese momento, relató en 2018 cómo se negó a seguir la orden de cerrar Punta Peuco. Según Campos, la instrucción fue entregada entre la noche del 10 de marzo de 2018 y la mañana del 11 de marzo, el día en que se realizaba el cambio de mando presidencial. Dado el contexto y el momento en que se recibió la orden, Campos creía que esta no tendría efecto alguno.

En una reunión masónica citada por La Tercera, Campos explicó: «Hasta el día viernes 8 de marzo, que es cuando en la práctica dejó de actuar como ministro de Justicia y Derechos Humanos, el gobierno nunca me entregó información o instrucción o resoluciones al respecto». Añadió que, de manera sorprendente, el fin de semana del cambio de mando se le planteó la necesidad de ejecutar un acto administrativo que, aunque no implicaba el cierre explícito de Punta Peuco, estaba relacionado con el penal.

El Contexto y las Tensiones

La decisión de cerrar Punta Peuco, un centro de penitenciario conocido por albergar a militares y exagentes condenados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura de Pinochet, generó polarización en la sociedad chilena. Parte de la postura en contra del cierre se centraba en argumentos de impunidad biológica, sugiriendo que algunos detenidos eran enfermos terminales y que la justicia no sería servida si morían sin ser juzgados o condenados.

La historia de Bachelet y Campos refleja las tensiones entre buscar justicia para las víctimas y lidiar con un pasado doloroso en una nación que aún se recupera de los traumas de la dictadura militar. Además, arroja luz sobre cómo el gobierno luchó internamente para enfrentar este desafío y cómo algunos actores clave se resistieron a seguir adelante con ciertas decisiones.

 



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  1. Felipe Portales says:

    En cualquier país normal, un «reconocimiento» como ese sólo podría desacreditar completamente a un ex presidente. ¡Pretender hacer el último día de su gestión algo tan importante y complejo como eso!…

  2. Manuel Gutiérrez G. says:

    Desconozco si el ex Ministro de Justicia Jaime Campos ,está vivo. ! Me gustaría escuchar qué responde a estos comentarios de Bachelet.! Lo cierto es que 24 horas del cambio de mando Presidencial y del Parlamento (con mayoría de Derecha), Bachelet para «salvarse» de su inconsecuencia política «tiró» ese proyecto para «salvar» su responsabilidad y poder decir hoy que, «élla quiso cerrar Punta Peuco» ,pero no fue su responsabilidad, sino que fue del ex Ministro Campos (PR y masón). ¿Quién se acuerda de que se hicieron miles de Cabildos Locales, Comunales, Regionales y Nacionales para redactar una nueva Constitución , formando incluso una Comisión que recogería todas las conclusiones de esos Cabildos? ¿PRESENTÓ ESE PROYECTO CUANDO TUVO DOS (2) AÑOS PARA HACERLO? Pero, ahora, dice que está dispuesta a apoyar la Constitución que redacta el Partido Repúblicano…¡Claro!..» siempre que no se toquen los derechos de las mujeres» ¿Y el resto? TANTA HIPOCRECÍA, TANTA MENTIRA ! La guinda de la torta: SECTORES DE P.S. LA ESTÁN LEGITIMANDO PARA UN TERCER MANDATO PRESIDENCIAL!!!!!

  3. Gino Vallega says:

    Al final, fue un intento «sin intención» y por el Campos ó la militarizada Bachelet….todo siguió igual. No inflen más a esta dama que no fue capaz de cumplir con sus promesas desde la dorada sociedad USA/ONU. Punta Peuco, debate de nueva constitución,
    posición anti mapuche con muertes…..son algunos de los parámetros negativos de la sra. Bachelet.

  4. Felipe Portales says:

    Este es un episodio grotesco que ilustra muy bien la engañosa y sistemática política del solapadamente derechizado liderazgo de la Concertación respecto de sus confiadas bases de centro-izquierda. Como lo reconoció crudamente el máximo ideólogo de la «transición», Edgardo Boeninger, dicho liderazgo llegó a una «convergencia» con el pensamiento económico de la derecha, «convergencia que políticamente no estaba en condiciones de reconocer» («Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad». Está en PDF; p. 369). Y de allí se explica el solapado regalo de la futura mayoría parlamentaria a la derecha en 1989; la solapada destrucción del conjunto de medios de centro-izquierda a partir de 1990; la búsqueda de impunidad en materia de DD. HH. a través de numerosos proyectos de leyes (afortunadamente fallidos) presentados por los gobiernos concertacionistas en tal sentido; etc. Este de Punta Peuco se inscribió patéticamente en el mismo sentido…

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