¡Fuego a discreción!
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En el territorio de Traiguén fueron incendiadas una escuela, una posta de salud, una ambulancia, una sede social y una capilla. El mensaje dejado planteaba una exigencia y una consigna : “Fuera las instituciones racistas del estado chileno del territorio mapuche”.
En el artículo “Jaque a las torres”, en referencia a los ataques con explosivos a torres de conducción eléctrica, hacía ver que una estrategia llevada a cabo con ese tipo de medios no parecía estar dentro de las posibilidades materiales de los peñis, por lo que me inclinaba por la posibilidad de que fuese una operación de “falsa bandera”, una provocación para justificar represión.
Este reciente ataque incendiario es otra cosa, esto sí está dentro de las posibilidades de un grupo radicalizado, con escasez de medios y actuando en territorio propio. Veamos en qué opciones estratégicas puede tener significado.
La más positiva es la de “Zona Liberada”.
“Fuera el Estado chileno” tendría que implicar que nuestra organización está dispuesta a reemplazarlo por “nuestro” ordenamiento, que estamos en condiciones – o esperamos estar – para brindar soporte en salud, educación, vida comunitaria y moral, partiendo de una cosmovisión propia, no colonial y adecuada a una realidad histórica concreta de nuestro pueblo; tal como lo ha logrado, por ejemplo, HAMAS, cuya eficacia en estas materias ha sido clave en el prestigio que ha logrado consolidar en el pueblo palestino.
Después de todo se supone que la lucha tiene por meta la mayor felicidad de nuestra gente y no la virtuosa satisfacción de nuestro purismo ideológico; eso se lo dejo a los fundamentalistas, religiosos o similares. Si la expulsión de las instituciones “huincas” sólo buscase nuestra “purificación”, sin poner nada a cambio más que la pretendida pureza, llegaríamos a algo tipo la Camboya del Khmer Rouge, y creo que los camboyanos no quedaron precisamente agradecidos de tal experimento.
Una opción riesgosa y más bien negativa, sería que estas acciones se inscribiesen dentro de una estrategia de ganar prestigio ante otras organizaciones competidoras dentro del propio pueblo, una señal de que “yo soy más combativo que tú y aquí marco dominio”. Situaciones de este tipo se dieron en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, y por lo que vimos en Francia, Yugoeslavia o Polonia, siempre terminaron favoreciendo al enemigo. Lamentablemente los peñis tienen una tradición histórica de escasa unión, por lo que esta opción tiene una alta probabilidad de ser real.
La opción más negativa es siempre que estos actos sean impulsados por agentes provocadores, cuya actividad está siempre presente, de ellos los “intra marcha” son un ejemplo concreto y de los cuales también por estas costas hemos tenido ejemplares célebres, como el recordado “Turururo” y la reciente “Amenaza Petiza”, siempre dispuestos a quebrar cualquier organización unitaria y a mandar al frente a los chicos más entusiastas y menos informados.
Que la clase social que ejerce su poder a través del Estado descalifique estas acciones como atentatorias contra un supuesto “Orden basado en Reglas” y al llamarlas “terroristas” busque una condenación moral, no debe engañarnos ni impresionarnos. El terrorífico terrorismo es sólo una forma más de combate, es una forma táctica, como el ataque en emboscada o el combate nocturno, y es propio del menos poderoso en lucha contra el más poderoso. Una acción combativa no debe ser evaluada solamente en un plano moral, esto significaría que nuestro juicio sería el único válido, el del adversario no existiría o no tendría validez alguna, los peñis no tendrían derecho a su propia realidad, a su propio juicio y sus propias respuestas. Por ejemplo ¿Sabemos acaso cual había sido el significado de esa sede vecinal dentro de esa comunidad? Al juzgar una acción de combate debemos incluir por lo menos su inserción en la realidad concreta, en el discurso simbólico, en la correlación de fuerzas y en el estado de ánimo de la gente.
Desde los siempre atareados muelles de Chinquihue.
Renato Alvarado Vidal
2 de agosto de 2023.
Antonio Pizarro says:
Solo le falto agregar y ningun conflicto
Renato Alvarado Vidal says:
Una pequeña precisión geográfica:
Chinquihue es el barrio portuario-industrial al oeste de Puerto Montt y corresponde a la costa de la bahía de Chincui.
El estadio que lleva este nombre queda como a 10 kilómetros de aquí. Probablemente le pusieron este nombre porque está al comienzo del «camino a Chinquihue»; acá hay abundancia de buques, transbordadores, barcazas, muelles, rampas, grúas, camiones, tractores «chocos», astilleros y contenedores…pero ningún estadio.
Gino Vallega says:
Los intra marchas o infiltrados para mantener la tensión y justificar la represión, es un método muy viejo, muy usado y muy eficiente, en la historia humana. Así se aplica en el wallmapu, se aplicó en el O-18 y en la Plaza Dignidad y abiertamente, en la covención elegida por el pueblo, que fue después rechazada por el mismo pueblo. Mientras el poder real esté en el APRA, los milicos de distintos colores : verdes, plomos, azules, celestes…….y una justicia bellacamente anti mapuche, la realidad para el pueblo mapuche, no precisamente unido, es incierta. Con Llaitul en «cana», cualquier otro líder que aparezca, seguirá el mismo camino de opresión y nunca habrá con quien conversar, a menos que sea consecuente con la elite burguesa.Leí, por ejemplo,que no hay suficientes tierras para las demandas….se recurrirá a las «madereras»? NO ! Entonces, SEGUIMOS igual, Sr. Boric?
Antonio Pizarro says:
Puerto Montt en Chinquihue: “El contexto laboral es inadmisible, grave e injustificable”
Autoridades regionales remarcaron la diferencia en la infraestructura para jugadores y jugadoras del club, constatando que en el lugar para el recambio de las futbolistas habían duchas sin agua caliente, ventanas sin vidrios y presencia de hongos en las paredes.
Dejando a un lado la leccion geografica y de paseo por Palestina , ex Yugoslavia , Polonia y Camboya ( nada menos! )
La situacion politica contingente gravita en Chinquihue y en los no menos atareados muelles
Hasta que alguna persona o personas y con buena intencion por supuesto , armonice las condiciones objetivas , subjetivas , el estado animico y las alternativas al capitalismo , el Wallmapu debe quedarse tal y como esta
No vaya a ser que alguien tentado de cambiar las cosas haga una lectura incorrecta como sugiere el señor Alvarado y en fin terminemos como en Camboya , que tambien hay que tener ganas de sacarle la punta al lapiz con estos ejemplos ..en fin
La lectura correcta la realizo una señora llamada Izkia Sichez a la sazon ministra del gobierno Boric y militante de un partido que estas ultimas decadas
realiza lecturas politicamente correctas.
No contenta con hacer una lectura correcta de la situacion , ordeno secuestrar a Hector Llaitul y encerrarlo en las mazmorras del estado chileno para regocijo de los poderes facticos que aun mandan y ordenan el estado de las cosas