Qué hacer con este PPP
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Es una bolsa de trabajo que llegó en los últimos tiempos de la lucha contra la dictadura.
La izquierda estaba extremadamente golpeada.
La DINA y la CNI infringieron golpes durísimos a los que dignamente asumieron de manera frontal las embestidas de los aparatos represivos. Los comunistas perdieron valiosos militantes y dirigentes, hasta los tiempos actuales desaparecidos o sencillamente algunos restos de aquellos. Carlos Lorca, encabeza una larga lista de notables a los que hay que seguir buscando para que la patria no quede en la desmemoria.
Miguel en combate, el Baucha y esos muchos a pesar del paso de los años nos maltratan el recuerdo en una generación que logró entender que levantar una organización primero y que cuando llegue la hora había que combatir. Sigue posibilitando que se respire el cambio fundamental.
Y ellos.
Le ganamos al dictador con un lápiz y un papel decían mientras se abrazaban en un concierto que posteriormente administraron la herencia dejada por esa casta militar que vistió de enemigos a millones de chilenos. En esos años el PPD eran un nuevo partido, joven, decían ellos.
Ellos y cercanos acordaron imponer a Aylwin para que sea quien inicie un recorrido democrático hasta ahora inconcluso. Ríos de tinta para justificar lo que la dignidad no puede aceptar. La post dictadura sigue latente. Siguen vivos los que aceptaron en que todo sea en la medida de lo posible y que mantiene vigencia hasta los actuales días.
El PPD no es izquierda, ni de centro, sencillamente no es nada. Es una que bajo una puerta y con luz roja espera fumando. Sin tapujos se le vio corriendo con su lista de nombres para un puesto donde sea y también donde algo haya.
El PPD, convertido en una pila bautismal, fue recibiendo descolgados, resentidos, ansiosos de poder, olfatillos del dinero que le otorgaron el título del santo y hace milagros al que milita. Una paupérrima declaración de principios los fue dejando en el escenario de la verdad donde nunca habían estado, sencillamente porque no existían. Fueron un cuento inventado, un voto más en la disputa del poder post dictadura.
El PPD no es izquierda, ni de centro, sencillamente no es nada. Es una que bajo una puerta y con luz roja espera fumando. Sin tapujos se le vio corriendo con su lista de nombres para un puesto donde sea y también donde algo haya.
Recordarlos en los tiempos no tan lejanos del binominal; también jugaron con cartas marcadas. Pedían ser exclusivos en algunos distritos para negociarse, que es otra forma de venderse.
Actores de primera línea en el caso MOP-Gate que se resolvieron en las oficinas de la CPC, allí les salvaron los pañales. Debe agregarse también el asunto en el caso Coimas. Tiempos de devaneos y algo pueriles.
Los pueblos enfrentan momentos muy difíciles cuando hay que soportar la embestida de la derecha. El PPD se arrancó. Cerraron la puerta y vociferando que ellos eran el molino para atraer a toda la centroderecha agotada de la UDI/RN al programa de Gabriel.
Rotundo fracaso Piergentili/Bitar/Girardi. Ni con sus paupérrimos y ya ancianos partidos amigos lograron votos para sacar a un constitucional. Un fiasco. Un centro político flaco y paupérrimo. Un pasado sin honor como bien canta Goyeneche.
Hijos de SQM, su presidenta recibiendo apoyo del ex presidente de la CPC. Viviendo del financiamiento ilegal de la política. Ellos son y serán así.
Definir a más de tres millones de chilenos que son monos peludos y que no encuentran sexy a la política, los convierte en quinta columna. Enemigos de la clase, entregados a la institucionalidad post dictadura.
Ninguno de sus parlamentarios ha levantado la voz para pedir el cierre de Puntapeuco, pero claro, si ellos lo avalaron. No cuestionan el modelo, pero claro, si les acomoda. Hacer negocios está en la raya de sus manos, lo cuenta una gitana.
Sus primeros diputados llegaron hasta la cárcel pública en el mes de abril de 1990 pidiendo que no hubiera querellas contra los militares y así sería más fácil dejar a los presos políticos en libertad. Diputados del PPD le pidieron a los que dieron la batalla contra la dictadura que negociaran la libertad por todos los nombres que están en el informe Valech/Rettig.
Los gobiernos serios, hablamos de gobiernos a la altura de la historia, en ciertos momentos deben optar por quienes son los compañeros de ruta. La marcha será lenta porque el camino es largo dijo Gabriel. Pero junto al PPD no hay seguridad ninguna. En la mitad del desierto te pueden quitar el agua,
Unos cuantos amigos, con alguno que sale en la tv todos los días y otros del tiempo de la motoneta, proponen que para permanecer hay que hacer un pacto firmado en un ascensor. La democracia interna no existe. Asunto olvidado de la vieja izquierda dicen, cuando hacen sus declaraciones de interés.
Piergentili será la misma de siempre, con la misma mochila de siempre, con el mismo discurso de siempre. Un partido de empleados y gerentes.
Lo firmo. Votarán Apruebo en diciembre.
Por Pablo Varas
Gino Vallega says:
La derecha dice que «es la raza la mala»…..será? Después de todo, el fundador de este miserable partido de «funcionarios de gobierno» fue el desalmado LAGOS y manytenido por la SQM. Vade retro, PPD!