Guerra ruso ucraniana

Otro ataque con drones en Moscú; es el cuarto durante julio

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De nueva cuenta, y por cuarta ocasión este mes, la capital rusa sufrió un nuevo ataque con drones la madrugada de ayer; dos aparatos aéreos no tripulados impactaron en sendas torres del llamado City de Moscú, conjunto de rascacielos construido a imagen y semejanza de los centros de negocios de las ciudades estadunidenses, y los restos de un tercer artefacto cayeron en la región de Odintsovo, en las afueras de la ciudad.

El ministerio de Defensa local informó a primera hora de ayer que la defensa antiaérea frustró un intento de ataque terrorista del régimen de Kiev con drones en Moscú. Precisó que dos aparatos, neutralizados con recursos radioelectrónicos, se desviaron de su ruta y chocaron con rascacielos del City de Moscú, y los fragmentos del otro, derribado al aproximarse a la capital, se esparcieron en Odintsovo.

A juzgar por los videos que circulan en el segmento ruso de las redes sociales –en contraste con los noticiarios de la televisión pública de las 6 y las 10 de la mañana, que nada dijeron sobre este ataque–, uno de los rascacielos afectados, conocido como IQ-Distrito, alberga en sus 50 pisos oficinas de tres ministerios del gobierno ruso –el de Desarrollo Económico; el de Industria y Comercio; y el de Desarrollo Digital, Comunicaciones y Medios–, así como varias dependencias federales de segundo nivel.

Una explosión a la altura del quinto y el sexto pisos, rompió los cristales y, antes de que la policía acordonara la zona, según lo que cuentan testigos trasnochadores, documentos del ministerio de Desarrollo Digital, Comunicaciones y Medios, estaban tirados en el suelo.

El otro impacto de dron –en los videos de esta explosión se observa que los pisos del primero al cuarto se quedaron sin cristales– ocurrió en el rascacielos Oko-2 y se comenta que un guardia de seguridad resultó herido.

El edificio de 14 pisos pertenece a una empresa formada por la alcaldía de Moscú y el multimillonario Gavril Yushbayev, y uno de sus principales inquilinos es el consorcio Yandex (una suerte de Google ruso) que alquila 20 mil metros cuadrados y quería también los 45 mil metros restantes, pero se le adelantaron Hyundai y S8Capital; había también oficinas de otras grandes empresas extranjeras, muchas de las cuales se fueron del mercado ruso por las sanciones.

El aeropuerto internacional de Vnukovo, cercano a la sede del Estado Mayor del ejército ruso, estuvo cerrado durante varias horas y algunos vuelos tuvieron que aterrizar en pistas habilitadas en el aeropuerto de Domodiedovo.

Las autoridades de Taganrog, puerto del mar de Azov, en la región rusa de Rostov, colindante con Ucrania, informaron ayer que 18 personas solicitaron un subsidio al perder sus viviendas, mientras nueve permanecen hospitalizadas, de los 22 heridos que dejaron los fragmentos que cayeron el viernes anterior en el territorio del museo de arte de la ciudad, provocando un incendio y daños en los edificios cercanos.

Sin asumir la autoría de los ataques contra Moscú y Taganrog, el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, en su mensaje diario por video, esta vez desde Ivano-Frankovsk, afirmó: Ucrania se hace más fuerte. Poco a poco la guerra retorna al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y este es un proceso inevitable, evidente y absolutamente justo.

El sistema ruso de defensa antiaérea ciertamente está diseñado para proteger extensa parte de su territorio, y sobre todo Moscú, pero –en opinión del experto Vasili Kashin– “neutraliza armamento estratégico desde misiles de medio alcance y cuenta con sistemas, como el S-300 VM o el S-400, capaces de derribar objetivos aerodinámicos a una distancia hasta de 400 kilómetros, y también tenemos sistemas para distancias más cortas como los Buk, Tor o Pantsir”.

Deficiente defensa contra aparatos no tripulados

En ese sentido, los moscovitas pueden dormir tranquilos, pero todavía no existe un sistema comprehensivo contra los nuevos aparatos aéreos no tripulados que vuelan a muy baja altura. Y por eso, considera el diputado de la Duma, Dimitri Gusiev, necesitamos una suerte de cúpula de seguridad sobre Moscú, ya que los ataques con drones ejercen seria influencia sicológica en los capitalinos.

La dependencia castrense informó también que esta madrugada Ucrania lanzó 25 drones contra la península de Crimea. La defensa antiaérea derribó 16 y los otros nueve se desviaron de su ruta por las medidas radioelectrónicas y cayeron en el mar Negro, reportó.

Es complicado saber si estos ataques con drones contra Moscú y Crimea son en respuesta a algún ataque contra Kiev o cualquier otra ciudad ucrania, ya que esta guerra entró en una espiral destructiva en que casi a diario se produce este intercambio de golpes, los cuales siempre tienen réplica por ambos lados.

Esta madrugada, Rusia destruyó con misiles una escuela de enseñanza técnica y dos residencias estudiantiles adjuntas en la ciudad ucrania de Sumy, causando la muerte de dos personas y dejando al menos 20 heridos, y bombardeó localidades en Zaporiyia, Jersón y Járkov, al día siguiente de que Ucrania bombardeó el puente de Chongarsk, la vía más corta entre Crimea y Melitopol, y las vías férreas de Zaporiyia, vitales en la logística de los suministros para las tropas rusas en la península.

A todo esto, de acuerdo con su portavoz, Dimitri Peskov, cuando a eso de las 11 de la mañana se informó del ataque con drones en Moscú al presidente Vladimir Putin, que está en San Petersburgo, éste siguió participando en los festejos del Día de la Armada y, después, conforme a las crónicas de los medios rusos, tras presenciar el tradicional desfile de buques de guerra, dio un paseo en yate por el mar Báltico con los invitados africanos que aún no se han ido, una vez concluida el viernes la segunda cumbre Rusia-África.

Por Juan Pablo Duch

Corresponsal de La Jornada en Moscú

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