Evaluación basada en habilidades: La clave para una toma de decisiones estratégicas efectivas
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En todas las organizaciones resulta fundamental conocer el estado de situación actual para saber cuáles son los puntos fuertes y débiles sobre los que hay que trabajar con más énfasis.
Esta información puede obtenerse de muchas formas, pero sin duda la más certera es la evaluación constante del desempeño de los colaboradores para saber si su trabajo diario está dando el resultado esperado.
Cuando hablamos de evaluación de desempeño, hacemos referencia al trabajo ya realizado y a si ha cumplido o no con los objetivos propuestos para ese puesto. Sin embargo, no es la única manera de pensar en cómo la organización puede mejorar en un futuro.
La evaluación por competencia, por ejemplo, es también muy necesaria especialmente porque permite conocer las potencialidades de los colaboradores. Ahora bien, para poder conocer esas habilidades es necesario realizar correctamente la evaluación y en este artículo te contaremos por qué.
¿Qué es la evaluación por competencias?
La evaluación por competencias es un proceso que permite conocer los puntos fuertes de un colaborador, aquellos que se pueden desarrollar aún más y lo lleven a potenciarse en su trabajo.
Este tipo de proceso es muy útil tanto en la selección de nuevos candidatos para la organización como para las búsquedas internas que se realizan para cubrir un puesto de trabajo.
¿Cómo se realiza una evaluación por competencias?
Como se trata de un proceso flexible no existe una única manera de realizarlo, de hecho, cada organización debería poder aplicar el proceso que mejor se adapte a lo que buscan o desean desarrollar en sus colaboradores.
Lo cierto es que en la mayoría de los casos no se lleva adelante a través de una sola acción sino a partir de un conjunto de entrevistas, actividades y pruebas que permitan al colaborador relucir sus habilidades.
El fin último de este proceso es hallar las potencialidades de cada trabajador para estimular su desarrollo y ¿por qué no? quizás reubicarlo en un rol que se adapte mejor a sus capacidades.
Para poder lograrlo, la evaluación debe pensarse para el puesto en particular de forma tal que la persona tenga la posibilidad de demostrar sus habilidades técnicas dentro de esa actividad específica.
Por lo tanto, antes de realizar el proceso debes saber qué tipo de habilidades se desean evaluar. Pueden ser elementos que representen conocimiento en algo particular, elementos actitudinales referidos al comportamiento frente a ciertas situaciones o bien, elementos enfocados en cómo se desenvuelve al momento de desarrollar una labor en particular.
¿Qué beneficios aporta a la organización este proceso?
Como ya hemos mencionado este proceso puede ser aplicado en diferentes instancias y en cada una de ellas puede dar muy buenos resultados.
Si se aplica durante el proceso de reclutamiento y selección, la empresa se podrá asegurar de estar contratando a una persona con las habilidades necesarias para adaptarse a la cultura de la organización y con los conocimientos necesarios para cubrir el puesto.
Luego, es probable que se deban pulir ciertos conocimientos, pero si la persona efectivamente cuenta con lo más importante (las habilidades o competencias) gran parte del camino ya estará hecho.
Ahora bien, si este proceso de evaluación se realiza frecuentemente a modo preventivo, a la organización le brindará información muy valiosa dado que le permitirá conocer un poco más a sus colaboradores y considerarlos para futuras búsquedas internas en caso de que un puesto deba ser cubierto.
Sin duda alguna, lo que no debe perderse de vista es que ese tipo de evaluaciones dan mejores resultados si se realizan con cierta periodicidad dado que se puede llevar adelante un seguimiento de los trabajadores y verificar que hayan podido mejorar en aquellas habilidades que quizás no tenían tan desarrolladas.
¿Qué sucede con los empleados?
El beneficio que brinda este proceso a los colaboradores es la posibilidad de lucirse y de demostrar todo lo que son capaces de hacer, además de convertirse en posibles candidatos en futuras búsquedas internas.
Por otro lado, estas evaluaciones demuestran aquellos puntos en los que el colaborador debe mejorar o aquellos que puede potenciar aún más.
En cualquiera de las dos situaciones puede recibir la capacitación necesaria para cubrir las expectativas que la organización tenga con él. Así mismo esto le brindará un mejor desarrollo profesional y le ofrecerá más herramientas para futuros cargos.
¿Qué sucede después de la evaluación?
Ya lo sabes, si la evaluación se ha llevado a delante de la forma correcta, respondiendo a los intereses particulares de la organización y con diferentes métodos, entonces la información que obtendrás será sumamente valiosa.
Como toda evaluación, lo que te arrojará será un estado de situación actual de la competencia que has evaluado en cada uno de los empleados escogidos.
Sin embargo, es importante entender que estos resultados no son inamovibles. Por el contrario, sirven para saber qué puntos son los que se deben reforzar.
Por lo tanto, tan importante como realizar una buena evaluación por competencias, será planificar el paso posterior, es decir desde comunicar los resultados a los colaboradores hasta ofrecerles las capacitaciones necesarias para desarrollar las competencias que necesite esa persona.
Comunicar los resultados es fundamental para que los trabajadores no se sientan evaluados arbitrariamente. Ellos son parte del proceso y por eso deben saber el motivo de la evaluación y los resultados.
Por otro lado, deben saber que los resultados son tan solo una radiografía de ese momento pero que de ser necesario podrán recibir las capacitaciones necesarias para mejorar en lo que haga falta.
En conclusión, la evaluación es un proceso muy útil que si se realiza de la manera correcta le brinda a la organización información muy útil, no sólo para el presente sino para el futuro.
Eso sí, recuerda siempre tener en claro la habilidad que deseas evaluar, mantener siempre comunicados a los colaboradores y repetir este proceso con cierta periodicidad para poder conocer si han habido cambios con el paso del tiempo.