La mesa está servida para el triunfo de la ultra-derecha
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El Partido Republicano (PR), representante de la ultra-derecha privilegia la violencia y la confrontación, buscando la negación del diálogo y la discusión constructiva. Gonzalo de la Carrera (oficialmente fuera del PR por impresentable hasta para el PR pero que actúa con ellos en el Congreso), el diputado Kayser, J.A.Kast, Rojo Edwards, el hampón Pancho Malo la ex-convencional Teresa Marinovic -propuesta por el PR en la Convención Constitucional- o el empresario de Osorno Pedro Pool que propone derechamente matar los comunistas y ex-convencionales, solo para nombrar algunos, son algunos de los personajes que confirman lo que decimos. Hacen falsas declaraciones, amenazan e insultan a sus adversarios políticos buscando la confrontación violenta. Así se evita discutir temas de fondo porque el fondo de esta gente es menos espeso que una tela de cebolla. La atmósfera de violencia y confrontación que crean es el terreno ideal para su propaganda, elemento esencial del fascismo y esta ultra-derecha chilena[i]. De donde viene esta violencia del PR?
Los orígenes formales de este Partido son una escisión de la UDI, Partido nacido durante la Dictadura en 1983 para apoyar a Pinochet. Esta separación ocurrió porque la UDI no estaba suficientemente a la derecha en sus posturas y su crítica al gobierno como lo proponía su fundador y eterno jefe José Antonio Kast, gatillada por discusiones internas y la eterna vanidad de algunos de querer ser siempre jefe. Estar a la derecha de la UDI deja claro las posiciones ultra-derechistas del PR, cosa que niega mentirosamente Kast. Lo que no le ha impedido en 2020 por ejemplo firmar la Carta de Madrid junto a lo mas granado de las organizaciones de extrema-derecha en Ibero-América[ii].
Dado el grado de violencia empleado en el lenguaje y acciones del PR, nos lleva a pensar que el origen ideológico y el accionar político de este Partido está mas bien en los grupos de ultra-derecha del siglo XX tales como Patria y Libertad y Avanzada Nacional (AN). El primero creado durante el gobierno de Allende, como un grupo paramilitar de extrema derecha. De allí sus propósito declarado de boicotear el Gobierno con todos los medios posibles empleando métodos violentos representados por acciones terroristas. Aliados con la Marina chilena llamaron permanentemente al Golpe de Estado y participaron activamente en el llamado «Tanquetazo» de Junio de 1973, un fallido Golpe de Estado que era más bien un ensayo general. Asesinaron al edecán naval de Allende en Julio de 1973 Arturo Araya. Y AN, creada ya en Dictadura para apoyar a Pinochet y su gobierno, por el agente de la DINA Guido Poli y por los conocidos torturadores y asesinos Alvaro Corvalán y Manuel «Mamo» Contreras. Este es el verdadero origen del Partido Republicano, por ideología y métodos.
En los logos y emblemas partidarios del PR se puede ver también su orientación ideológica. Esta denota estrecha relación con dichos grupos ultra-derechistas. Así por ejemplo el logo del PR recuerda a su antecesora Avanzada Nacional como se puede ver a continuación.
(Una estrella muy semejante a esta era también aquella del desaparecido Partido Nacional del fascista Sergio Onofre Jarpa, conocido golpista y ultra-derechista en los años 70.)
Como la ultra-derecha es también internacional, el isotipo que utilizaba Avanzada Nacional es una copia de aquel del partido de ultra-derecha francesa Ressemblement National hoy dirigido por Marina Le Pen. Un partido homofóbico, anti-emigrante, ultra-nacionalista, defensor a ultranza del neoliberalismo, etc. La misma política que vemos en el PR chileno. Compárese nuevamente ambos símbolos.
El plagio de este isotipo es tal, que hasta El Mercurio lo denunció como tal en su momento[iii].
La diferencia con los partidos fascitas clásicos del siglo pasado es que el PR es totalmente neoliberal en lo económico. No podría ser de otro modo. En los tiempos de Hitler, Mussolini, Franco o Salazar no existían los Chicago Boys. Su modelo económico surgió en los años ochenta del siglo pasado. Eso sí, estos regímenes totalitarios defendían a ultranza el Capitalismo de su época y se caracterizaron todos ellos por un anti-comunismo y conservadurismo furibundos.
La defensa a ultranza de la economía neoliberal y el gran empresariado chileno son clarísimos en el PR. Una pequeña muestra entre muchas otras. Kast ha afirmado que en su gobierno, ellos bajarán los impuestos a las empresas del 27% al 17%. Exactamente lo contrario de lo que recomiendan hoy hasta el propio FMI, esa organización de préstamos usureros y políticas expoliadoras de los países pobres que es controlada por EEUU.
Si en lo estrictamente económico el PR es neoliberal que ellos declaran en sus principios como economía social de mercado, pareciera considerar que este modelo es perfectamente compatible con una dictadura totalitaria. Así lo ha afirmado recientemente Rodrigo Poyanco, profesor en la Universidad Finis Terrae en un seminario al que ha sido invitado por el PR para dar una charla al Consejo Constitucional[iv]. quien ha asociado el surgimiento de leyes de justicia social con la aparición de la dictadura de Hitler. Dice Poyanco: “El reclamo que logra la justicia social, a través del Estado, ha resultado plenamente compatible con dictaduras y sistemas totalitarios». Hasta hoy el PR no ha criticado una letra de lo dicho por su convidado[v]
En el campo de la Política institucional el PR recibe el apoyo de la Derecha tradicional. Desde luego la UDI quien dice que no apoyará ninguna reforma tributaria que no rebaje los impuestos a los grandes empresarios, igual a lo ya planteado por Kast. Tampoco apoyarán ninguna reforma al sistema de ahorro obligatorio que afecte los intereses de las AFP y con ello de todo el gran empresariado. La UDI en el debate constitucional se pliega a los principios identitarios de la extrema derecha, desechando los acuerdos alcanzados en los «bordes constitucionales» y la Comisión de expertos. Para ellos el PR tiene razón. Es mejor quedarse con la actual constitución si no se logra una que represente auténticamente a la Derecha.
Quien ha sido muy claro en la UDI para indicar cual es la política que ellos apoyan del PR, la ha dado recientemente el diputador Guillermo Ramírez en un encuentro partidario. Dijo que ellos «asumían muy explícitamente la subordinación a la estrategia republicana de agudizar las contradicciones, desestabilizar la economía y aumentar la inestabilidad política, para llegar a las próximas elecciones con un país ingobernable y un caos que facilite presentarlos como “salvadores de la Patria”. Casi como calcado de lo que proponía y hacía la Derecha durante la UP para derrocar el Gobierno Popular. La misma Derecha de siempre.
Pensamos que el PR puede llegar perfectamente al Gobierno ya en la próxima elección presidencial. Algunas de las condiciones para que esto ocurra las indicamos brevemente a continuación.
Un componente base del fascismo es el rol de los grandes empresarios. También lo es en la época actual. Ellos son partidarios mayoritariamente de la ultra-derecha de Kast, independientemente que no todos se atrevan a decirlo abiertamente. Algunos sí se atreven como el empresario Nicolás Ibáñez quien ha financiado una reciente charla del ultra-derechista argentino Javier Milei en el Teatro Municipal de Las Condes. La política económica del PR apoya el gran empresariado en todas las votaciones en el Congreso y el Senado. Continuará beneficiándolos en un futuro gobierno sin duda alguna. Es cuestión de ver la actitud que tuvo con los empresarios la Dictadura de Pinochet admirada por el PR. Les ofreció las empresas del Estado a precio de saldos, les dió dinero bajo mil formas diferentes y les dejó monopolizar la economía implantando con fuerza la economía que proponían los neoliberalistas de la Escuela de Economía de Chicago. Los «Chicago boys» llamaron a los economistas chilenos que tomaron este modelo como una doctrina infalible. Para mal de Chile.
A los empresarios la represión naturalmente no los tocó, contentándose ver con piadosa mirada desde las torres de Sanhattan como pasaban los cadáveres por el río Mapocho en los primeros años de la represión. La Dictadura como gobierno se dedicó a mantener la represión implantando una política de terror. La economía la dejó a cargo del gran empresariado para que este aumentara substancialmente su riqueza. Para el PR y la UDI, el gobierno de Pinochet fue y es hasta hoy considerado un excelente gobierno.
Se dice que los movimientos fascistas clásicos necesitan de una base social de apoyo. El PR de Kast ahora la tiene. Apoyo popular que se ganaron con la idea que hay que detener a los comunistas, expulsar a los emigrantes, reprimir el terrorismo y defender la Seguridad ciudadana.
Otra condición necesaria para un eventual triunfo de la ultra-derecha es la flaqueza de la socialdemocracia y los liberales en querer conciliar con este enemigo ultra-conservador y retrógrado. La política pro-derechista de este Gobierno además de sus errores y la corrupción política dentro y fuera del oficialismo contribuyen largamente al crecimiento de la ultra-derecha. Por estos días en la socialmente convulsionada Francia, y debido a la aplicación de políticas neoliberales y la violenta represión de la policía, el movimiento ultra-derechista de Le Pen hace su agosto ganando apoyos. El PR chileno aprovecha igualmente la desastrosa situación económica de los trabajadores, la corrupción y el problema con los emigrantes para capitalizar y concitar apoyos. Utilizando propuestas simples refuerza su propaganda con temas que tocan el nacionalismo, la familia, la moral, el racismo, la xenofobia, las disidencias sexuales, la Patria y la defensa de la propiedad privada. Ponen en duda no solo los derechos sindicales como lo hacen hoy los consejeros del PR que redactan la nueva constitución sino que también las obligaciones del Estado para la defensa del medio ambiente. Tal como lo hizo Bolsonaro contribuyendo a la mayor destrucción histórica de la Amazonia[vi].
La ultra-derecha necesita también tener cubierto el frente militar. Como se sabe, nuestras FFAA son tradicionalmente de Derecha y ultra-derecha, incluyendo gran parte de los oficiales. Esa es la ideología dominante. Ese apoyo resultaría fundamental para apoyar posteriormente medidas totalitarias caso el PR gane las elecciones por voto popular y precise «controlar el terrorismo».
La posibilidad de un triunfo del PR se ve reforzada también por la existencia de una clase política no fascista digamos así, completamente desprestigiada por la corrupción y connivencia con los empresarios. Una socialdemocracia y centro-izquierda completamente entregadas al poder empresarial y una Izquierda política inexistente.
Y último pero no menos importante, un Pueblo en este momento bastante desmovilizado, donde una parte de el está rendida al consumismo e individualismo rampantes, sin cualquier sentido crítico de la realidad y en un estado de aceptación de su condición de explotado. Es el trabajo político no hecho deliberadamente por los partidos de «centro izquierda» durante largas décadas. Ese Pueblo que sigue ausente hoy para el FA y sus aliados.
¿Podrá la ultra-derecha chilena en el gobierno disfrazarse de demócrata en los primeros tiempos como lo hizo históricamente Hitler después de haber sido nombrado canciller por Hinderburg? Perfectamente. Kast tiene el perfil adecuado poseedor de un buen disfraz democrático sin embargo contradictorio con sus declaraciones y programas presidenciales de gobierno. Con un programa como aquellos puede ser perfectamente el próximo Presidente de Chile, con toda la represión y regresión que eso significará. De que su hipotético gobierno podría transformarse en una dictadura si acaso el Pueblo se levanta, no tenemos una bola de cristal para predecirlo. Es siempre posible como lo demuestra la Historia en los casos de Hitler, Mussolini y Salazar. Estos llegaron a la jefatura del Gobierno inicialmente sin cualquier violencia. La acción totalitaria y fascista comenzó después. Solo Franco llegó al Poder por un alzamiento militar contra el Gobierno Constitucional republicano electo. La violencia franquista fue feroz contra los combatientes republicanos primero y contra el conjunto del pueblo español acto seguido durante largas décadas.
De modo que siendo posible que acontezca esto en Chile, no sabemos que tanto probable es en un horizonte de corto o mediano plazo. De lo que sí estamos seguros, es de que si esto ocurre, la represión contra los oponentes será brutal. Si el gobierno de Piñera y Chile Vamos fue todo lo represivo que se conoce al punto de este ser acusado constitucionalmente por ello, nos podemos imaginar como sería con Kast y sus violentos camaradas. Y el Pueblo Mapuche? Si la solución hasta ahora de este gobierno es la prisión sin juicio para Llaitul y la ocupación militar del Wallmapu, ya se sabe lo que ocurriría en un gobierno de Kast. Parte de la numerosa colonia alemana que vive en Araucanía es en su mayoría de Derecha. Kast -que se siente tan alemán como todos ellos a pesar de algunos de conocer Alemania solo de vacaciones – estará dispuesto a «defenderlos del terrorismo» con todos los medios represivos posibles contra nuestro pueblo ancestral.
La mesa entonces ahora está peligrosamente servida para la ultra-derecha. Sin cualquier oposición al frente de las fuerzas políticas que le podrían hacer frente, las que desunidas profundamente entre si y faltas de toda credibilidad por parte de la ciudadanía, facilitarán enormemente el triunfo de esta. Con una UDI que ya se ha plegado al PR y a la cual le seguirán muy probablemente con o sin disciplina partidaria RN y Evopoli. Y con una clase empresarial decidida a liquidar al presente gobierno tal como lo acordaron en Valparaíso hace 50 años atrás cuando se propusieron liquidar la UP.
De manera que hay que estar mas que alertas como advierten algunos. Hay que actuar ahora porque estar alerta no basta. No basta mirar como llega la ultra-derecha al poder «atentamente». Ahí se le pondrá la lápida a los tímidos esfuerzos democratizadores de los últimos 50 anos después de Allende. Y la rueda de la Historia volverá nuevamente atrás. Todavía hay tiempo para que esto no ocurra.
Por Patricio Serendero
[i] Llamo aqui al PR como un partido de ultra-derecha. Alternativamente podríamos calificarlo como de neo-facista por las políticas que propone en esta época histórica, diferente de aquella que propusieron y ejecutaron los fascismos clásicos del siglo pasado. La realidad siempre cambiante en el tiempo obliga a redefinir estos partidos o movimientos. Su ideal de acción política es con métodos violentos, ultraconservadores en lo social y cuya forma de gobierno ideal fue el de regímenes totalitarios.
[ii] Ver por ejemplo en https://www.wikiwand.com/es/Carta_de_Madrid
[iii] EMOL, 20/4/2018
[iv] El Desconcierto, 22/6/23
[v] El PR también ha invitado al general (R) John Griffiths para otra «charla». Un hombre condenado en el Milicogate por malversación de fondos públicos. Con estos invitados a dar charlas podemos imaginar lo que saldrá de todo aquello.
[vi] Sugiero leer los artículos que publica la norteamericana American Heritage Foundation. Allí está la esencia de todas las políticas públicas que defiende la ultra-derecha en todo el mundo donde actúa.
Gino Vallega says:
PR fue , por tradición, partido radical……hoy extinto? Hasta las siglas ajenas se robaron!. Tal vez debamos poner : «pr» para el partido radical y con mayúscula «PR» a los nuevos fascistas chilenos, Partido Republicano, que se está morfando a la derecha aristocrática conservadora tradicional.