Acerca de la salida de Patricio Fernández y la doble verdad
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El ex director de la revista de humor político The Clinic había sido nombrado por el gobierno para dirigir y coordinar las actividades con que el estado de Chile conmemorará los 50 aniversario del golpe militar en contra del gobierno constitucional del doctor Salvador Allende.
Se trata de una fecha que el Estado de Chile quiere que sus ciudadanos tengan en memoria, no es una celebración.
Organizaciones de Derechos Humanos públicamente y partidos de izquierda en privado habían pedido la salida del señor Fernández que terminó renunciando.
Se le imputó relativizar la ilegitimidad y crueldad del golpe militar instigado por EEUU.
Si alguien pregunta ¿qué fue lo que realmente ocurrió ? yo creo que Fernández no percibió claramente el lugar desde donde estaba dando sus opiniones.
Creo que es bueno aproximarse al tema desde la teoría de la doble verdad del gran filósofo, médico, poeta, jurista Averroes. Este señaló hace varios siglos que en el mundo coexisten varias verdades y así daba el siguiente ejemplo.
Si me preguntan por qué murió tal persona como musulmán que soy, diré que se murió porque Alá lo quiso, pero si respondo como médico diré que falleció porque le falló el corazón y ambas verdades tendrán razón.
En el asunto en comento, creo que Patricio Fernández no percibió claramente el lugar desde donde estaba dando sus opiniones y el sentido de la conmemoración.
El Estado de Chile y todos los gobiernos de distintos signos que se han dado desde 1990 en adelante han dicho,con mayor o menor intensidad, que un golpe de Estado como el de 1973 no debe repetirse nunca más.
Esa es la definición de nuestro Estado democrático, eso es lo que le enseñamos a nuestros niños en los colegios y se debe enseñar en las escuelas militares. Lo ha dicho días atras el almirante Juan Andres de La Maza en isla Dawson. La sociedad chilena quiere que eso nunca más vuelva a ocurrir.
La conmemoración de los 50 años es un momento propicio para inculcar a los chilenos que eso no debe repetirse. Es una definición política e ideológica no un análisis histórico.
Estamos tratando un momento histórico político a partir de esta definición.
De igual manera nosotros celebramos el 18 de septiembre como el día del nacimiento de la Patria y si bien ese hecho histórico es susceptible de ser interpretado y analizado desde distintas perspectivas para nosotros los chilenos y para nuestro estado no hay dos lecturas políticas.
O’Higgins tenía la razón, José Miguel Carrera tenía la razón, Manuel Rodríguez tenía la razón, Juan Mackenna tenía la razón, San Martín tenía la razón.Los chilenos teníamos la razón.
Ahora si vamos en en busca de una verdad histórica meticulosa y al detalle debemos escuchar a los historiadores españoles que algunos llaman el revisionismo español y ellos dicen cosas que no deben desatenderse desde el punto de vista de la ciencia histórica.
España tenía verdaderas provincias en América Latina, no eran colonias como los ingleses.
En América Latina dejaron el castellano, su religión y su sangre pues terminaron, y sobre todo en Chile, mezclándose con el pueblo aborigen. Un chileno es distinto a un mapuche pero es también distinto a un español , es un chileno.
Esta es otra verdad que no debe desatenderse, en las ciencias históricas.
El conflicto de 1810 tenía un aspecto independentista pero también tenía un punto de conflicto en la contradicción república/monarquía pero frente a todas estas posibilidades el Estado chileno de hoy y nosotros los chilenos tenemos una definición política, que no acepta discusión; todos los 18 de septiembre y decimos con orgullo y convicción que nuestros antepasados hicieron bien en iniciar las luchas independentistas.
Creo que esto es la expresión también de una doble verdad.
Creo por último, que Patricio Fernández cuyas convicciones democráticas nadie ha puesto en duda, se equivocó al dar opiniones desde una perspectiva más histórica olvidando que él estaba en un cargo político para llevar adelante una política del Estado de Chile y es que somos una democracia que no acepta y que repudia los golpes de Estado y los crímenes que estos actos de fuerza necesariamente conllevan.
Esto ultimo es un principio de nosotros los chilenos.
Por Roberto Avila Toledo
Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín
Manuel Gutiérrez G. says:
A Fernández Chadwich le faltó leer o conocer (que lo dudo!), los Informes Hinchey y Church del Senado de EEUU cuando en ese Congreso exigieron a la CIA entregar la información sobre su participación en el golpe de estado de 1973, contra el Gobierno del Presidente Salvador Allende. Allí quedó claramente establecido que la CIA y los sucesivos gobiernos yanquis venían «observando» a Allende desde sus primeras candidaturas. El golpe de estado no se gestó en 1973, sino desde muchos años anteriores, financiando a la Derecha de la época y posteriormente a la Democracia Cristiana!! ¿Sabía esto Fernández? Yo, creo que sí. Por lo tanto, su opinión relativizando el golpe va mucho más allá de la «ignorancia». Al respecto, no pueden haber dos «verdades». Pueden haber dos «opiniones» ,pero una de ellas es la VERDADERA!
Gino Vallega says:
El Sr. Fernández corrió con colores propios, se desentendió de sus obligaciones, corrió solo y llegó segundo!….algo así?
Felipe Portales says:
De acuerdo a una interesante crónica de «El Mercurio» de ayer, el problema de Fernández era mucho mayor que el de unas muy desafortunadas declaraciones. El, desde el comienzo de su «gestión», ninguneó a las ONG de DD. HH. y a las agrupaciones de
familiares de víctimas. Tuvo una sola reunión (¡solicitada por ellas!) donde simplemente les informó de «sus» planes, sin siquiera molestarse en pedir sus opiniones. Un desastre. Era cosa de tiempo su salida.