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ACNUR y el Banco Mundial firman acuerdo de intercambio de datos: ¿mayor asistencia a las personas desplazadas o mayor control?

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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Banco Mundial firmaron este 27 de junio un nuevo acuerdo marco de intercambio de datos con el que ambas organizaciones tendrán acceso a datos con mayor rapidez, según ellos, con el fin de mejorar los plazos para brindar asistencia humanitaria y para el desarrollo y fortalecer la protección dada a personas desplazadas por la fuerza y apátridas: ¿es cierto eso?

“La mayoría de las personas desplazadas por la fuerza han sido acogidas por países de renta media o baja, lo cual supone un desafío para el desarrollo considerando que hay conflictos y guerras en curso”, comentó Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, quien firmó el acuerdo el día de hoy. “Garantizar que los refugiados tengan acceso a educación, atención médica y medios de vida les llena de esperanza para imaginar un mejor futuro. Este acuerdo fortalecerá nuestra capacidad de análisis y ayudará a nuestros equipos a recabar y compartir, con responsabilidad, datos concretos que alimenten los programas”.

Este acuerdo marco para el intercambio de datos, que tiene alcance mundial, facilitará el acceso oportuno a información relacionada con la situación socioeconómica de poblaciones refugiadas, desplazadas internas y apátridas. Al mismo tiempo, ACNUR tendrá acceso a los datos por país del Banco Mundial, ACNUR podrá nutrir la asistencia que brinda tanto a las personas desplazadas por la fuerza y apátridas como a las comunidades de acogida.

“La escala, la complejidad y la velocidad con la que se desarrollan los desafíos que supone el desplazamiento forzado exigen ayuda inmediata y apoyo para el desarrollo a largo plazo”, añadió Anna Bjerde, Directora General de Operaciones del Banco Mundial. “Este nuevo acuerdo mundial de intercambio de datos resulta esencial en este enfoque y constituye otro gran hito en nuestra colaboración con ACNUR”.




El acuerdo se basa en alianzas existentes entre ACNUR y el Grupo Banco Mundial; entre ellas, el Centro de Datos Conjunto sobre Desplazamiento Forzado y la iniciativa conjunta entre ACNUR y la Corporación Financiera Internacional para crear oportunidades económicas inclusivas que’ beneficien a las personas refugiadas y a las comunidades de acogida. En fechas recientes, ACNUR y el Banco Mundial llevaron a cabo encuestas de alta frecuencia para analizar el impacto de la COVID-19 en comunidades refugiadas y de acogida en distintos países. El acuerdo incluye salvaguardas en consonancia con las prácticas internacionales y en apego al marco normativo de privacidad y protección de datos de cada una de las organizaciones firmantes.

“En contextos en que el tiempo es de vital importancia para salvar vidas y aliviar el sufrimiento, este acuerdo reducirá considerablemente el tiempo que se requiere para que ambas organizaciones intercambien datos en un país”, indicó Björn Gillsäter, Jefe del Centro de Datos Conjunto sobre Desplazamiento Forzado de ACNUR y el Banco Mundial, que allanó el camino hasta este nuevo acuerdo. “Nos permitirá recomendar políticas con mayor rapidez, partiendo de evidencia concreta”.

El intercambio de datos que se prevé con el acuerdo incluye la generación de marcos de muestreo para encuestas futuras aprovechando proGres, la base de datos de registro de refugiados de ACNUR. El acceso a datos sobre refugiados debería facilitar la inclusión de las personas desplazadas por la fuerza y apátridas en programas para el desarrollo, además de mejorar el análisis y la planeación de programas para responder a las necesidades de las personas refugiadas y de las comunidades de acogida en zonas en las que ambas organizaciones operan.

 

¿Ese proyecto entre ACNUR y el Banco Mundial será realmente una ventaja para los países en desarrollo o una manera de condenarlo aún más a una deuda sin fin?

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial fueron fundados en julio de 1944 en una conferencia internacional en los Estados Unidos (en Bretton Woods, New Hampshire), en los auges del capitalismo y neoliberalismo, supuestamente, para acabar con el hambre y la pobreza extrema en el mundo. Sin embargo, han sido criticadas ampliamente: los argumentos principales de quiénes critican su funcionamiento se centran en los crecientes vacíos que deja la globalización del comercio, la liberalización financiera, la apertura económica y algunas tácticas del FMI que resultan perjudiciales para los países en vías de desarrollo, y que, más bien que mejorar su condiciones, los endeudan aún más.

El prefacio de Gilbert Achcar en el libro de Eric Toussaint, Banco Mundial. Una historia crítica, señala que “las dos instituciones, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), han hecho estragos principalmente en los países del Sur, lo que explica en parte la tutela y los retrasos de estos países en relación a los países del Norte. Han implementado las medidas clave del cambio neoliberal imponiendo sus principales axiomas: la privatización de las empresas públicas; la reducción del sector público, que ocupa un lugar mucho mayor en las economías del norte; la precarización del trabajo con aún menos derechos que para los trabajadores del norte; la reducción de los déficits presupuestarios y, por lo tanto, del gasto social y de la inversión pública; la opción por la inversión privada libre de cualquier regulación pública”.

El neoliberalismo tiene aún mayor peso en los países del Sur, construyéndose sobre las deudas que estos mismos países han ido desarrollando a través de los préstamos recibidos por el FMI y el BM.

 

Acceso a los datos y privacidad

En general, la privacidad de los datos significa la capacidad de una persona para determinar por sí misma cuándo, cómo y hasta qué punto se comparte o se comunica a otros su información personal.

En muchas jurisdicciones, la privacidad se considera un derecho humano fundamental, y las leyes de protección de datos existen para proteger ese derecho.

En Europa, los países de la Unión Europea (UE) han creado organismos nacionales responsables de proteger los datos personales tal como establece el artículo 8, apartado 3, de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. En esta misma línea han bloqueado el acceso del Banco Mundial a datos sensibles.

En relación a los desplazados, el ACNUR actualmente informa públicamente cuantas personas se encuentran en los campamentos de refugiados y todas otras informaciones relacionadas, entonces, ¿cuáles informaciones harían falta al Banco Mundial para apoyar financieramente a esas zonas?

 

Escucha el articulo en la Radio La Comuna



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Elena Rusca

Periodista, corresponsal en Ginebra

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