La crisis de la salud se agudiza todos los inviernos: nuestros hijos e hijas sufren las consecuencias de este sistema bestial.
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Es un cuento más que conocido. Todos los inviernos sufrimos el colapso en los servicios de urgencias de los Hospitales, CESFAM y SAPU; escasa política de prevención en salud, insuficiente infraestructura sanitaria, escasez de camas, falta de personal clínico y social y falta de equipos e insumos suficientes para atender el colapso nos llevan a tener que soportar que a nuestras familias y vecinos los hospitalicen en pasillos y sillas y esto solo si hay cupo. Todo esto sumado a una red de salud que no funciona, generando demoras en la atención no solo de urgencia sino también de horas de especialistas.
El negocio a través de la externalización de servicios, concesiones hospitalarias y la falta de recursos destinados a la salud pública, son condiciones que se encuentran a la base de las deficiencias del funcionamiento del sistema público de salud en Chile que se agravan durante el invierno, – pues bien sabemos que para nosotros y nosotras la crisis sanitaria existe durante todo el año – siendo nosotros y nosotros y nuestros hijos e hijas quienes sufrimos las consecuencias.
Hoy, impotentes como clase lamentamos la muerte de nuestros niños y niñas, sin embargo, no debemos olvidar que el sistema de salud en Chile se encuentra en una crisis profunda hace décadas, cuya salida pasa por su transformación estructural y no con arreglos cosméticos o medidas parche como lo hacen año a año los gobiernos de turno. Todos los días del año son miles quienes sufrimos las negligencias de un sistema basado en las lógicas de mercado y el lucro a costa de nuestra salud, haciendo un negocio con lo que debe ser un derecho.
Debido a lo anterior, las medidas apresuradas que se toman ante la grave situación como el congelamiento de cirugías programadas para tener mayor disponibilidad de camas, reconversión de camas en el sector privado o anticipar las vacaciones de invierno para las y los estudiantes, claramente son insuficientes. Si bien son medidas que sirven para para mitigar la contingencia, terminan profundizando la crisis ya que resuelven un problema a costa de la generación o profundización de otro. Dejar de operar implica seguir aumentando las listas de espera, trasladar a niños y niñas a clínicas significa continuar destinando recursos para las ganancias del sector privado, ya que es el Estado quien paga a las clínicas privadas el doble o triple de lo que vale una cama y el personal en el sector público. Por último, el adelanto de vacaciones de invierno, si bien disminuye las posibilidades de contagio de enfermedades, implica una sobre carga a las mujeres y familias respecto del cuidado de sus hijos e hijas, trasladando el problema sanitario y educativo al pueblo sin encontrar soluciones reales.
En medio de este escenario, como Bloque de Organizaciones Populares, sabemos que la situación actual se debe a una crisis sanitaria de larga data que evidencia que hay una salud para ricos y una para pobres, y que solo la organización y la lucha de las y los trabajadores y el pueblo permitirá avanzar hacia un sistema único de salud que esté al servicio del pueblo y la clase trabajadora.
Para nosotros y nosotras el camino es levantar organización popular en nuestros territorios, levantar comités de salud para luchar, articularnos con las organizaciones sindicales del sector, y juntos impulsar un pliego de demandas que levante la bandera por el fin del mercado y el lucro en la salud y acabe con la precarización de las y los trabajadores. llamamos a organizarnos y luchar por acabar definitivamente con las listas de espera, a terminar con la violencia gineco – obstetra, a exigir más médicos, enfermeras, técnicos y personal clínico – social, a acabar con el negocio de los laboratorios a través de la producción y venta de medicamentos, a exigir más infraestructura, equipos e insumos sanitarios y exigir un sistema único de salud que esté al servicio de la clase trabajadora y el pueblo.
Lamentablemente sabemos muy bien que en el marco del sistema capitalista nuestras exigencias por una mejor salud, nunca serán satisfechas y que a pesar que la muerte ronde entre las familias de nuestra clase los gobiernos de turno nunca resolverán el problema, solo a través de la organización y la lucha y una transformación radical de la sociedad permitirá construir la salud que requiere nuestro amado pueblo.
Hacemos el llamado a las y los trabajadores de la salud a hermanarnos y articularnos en torno a una lucha conjunta. Sabemos que quienes se enriquecen a costa de nuestras enfermedades les conviene mantenernos divididos.
Bloque de Organizaciones Populares
Invierno 2023
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