Sindicalismo Trabajo

Declaración 1° de Mayo de la Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas

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El mes de mayo, y fundamentalmente el primero, conmemoramos el día internacional de la clase trabajadora. Recordamos a nuestros y nuestras mártires, a quienes han dedicado su vida a la defensa de los intereses de la clase. Intereses inmediatos, como mejoras de sueldos, tiempo de trabajo, condiciones laborales, participación en las decisiones, y los históricos, como el fin a la explotación, socialización de los medios de producción, poder para transformar la sociedad, fin a toda discriminación y opresión.

Toda la riqueza, los bienes y servicios son producidos por las y los trabajadores, cualquiera sea su trabajo, la vida en toda la sociedad está basada en la producción. Este modelo capitalista, en cualquiera de sus “versiones” (la democrático-liberal, la autoritaria conservadora, la globalizada o la dictadura abierta) se reproduce y amplía en base a la explotación.

Las clases dominantes y opresoras, la patronal (criolla o trasnacional) y los gobiernos a su servicio saben muy bien que la mantención de sus privilegios se juega en gran parte en las diferentes políticas y medidas (de fuerza o de “consenso democrático”) que debilitan a la organización sindical autónoma y clasista, democrática en la base y con acción directa de la clase trabajadora. Para eso recurren a sus leyes, a la fragmentación de la organización sindical, al ataque mismo a la posibilidad de organización, y de manera muy importante, a la cooptación o compra de dirigencia sindical.

Es estratégico para la patronal (además de perseguir la organización propia obstaculizando la creación de sindicatos) contar con “sindicatos” burocráticos y de colaboración de clases. Organizaciones dirigidas por una verdadera “aristocracia” sindical, vendida a los intereses de los gobiernos de distinto signo colaborador. Este tipo de sindicalismo es funcional a la explotación, a la flexibilización, precarización, a la mantención de un sistema opresivo y explotador.

En esta opción política se inscribe el actual gobierno. Surgido como una alternativa de los mismos de siempre para acabar con el ímpetu rebelde de octubre, nos impusieron un pacto de relegitimación del orden que parecía explosionar el año 2019. Este pacto se vistió de nueva constitución para desalojar de las calles a un movimiento de masas que se organizaba y comenzaba a confiar en su propia fuerza, bien sabemos fue un fracaso y se expresa hoy en un nuevo proceso que a todas luces carece de toda legitimidad incluso en el marco de sus propias lógicas. Ellos, los Boric/Vallejos/Toha; los Kast/Piñera/Paris/Carter; los Frei/Lagos/Bachelet se unen para imponer un nuevo pacto constitucional. Ese circo triste y fome no tiene nada que ver con las luchas y derechos de la clase trabajadora.

Más allá de las palabras, sus leyes y acciones apuntan a precarizar y mantener la explotación y marginalidad. Las legítimas (aunque insuficientes) 40 horas, son transformadas por su consenso legislativo en flexibilidad laboral y precarización. La verdadera seguridad social y pensiones dignas, transformada en salvataje camuflado a las AFP y la capitalización individual. La legítima organización de las y los trabajadores transformada en leyes que sirven como camisa de fuerza a los sindicatos y sus luchas. El salario vital para vivir dignamente transformado en un aumento miserable que solo se ajusta a la inflación.

Ahora mismo, manipulando las vivencias de inseguridad y narco-violencia de los territorios populares, la exclusión educacional y la ausencia de futuro digno posible en los marcos de sus modelos, nos venden un reforzamiento y mayores competencias y garantías para la policía. Nosotras y nosotros sabemos que esta legislación de “gatillo fácil”, esta palabrería de reconocimiento y “protección” a carabineros y PDI es para avanzar en la criminalización de la protesta y la organización sindical clasista. La policía reforzada y con defensa propia privilegiada, no es sino libertad para reprimir las huelgas y movilizaciones, hacer retroceder a punta de balas, gases y abusos la luchas populares y de la clase trabajadora. Es fortalecer el desarrollo de un Estado Contrainsurgente.

Frente a esta situación es urgente redoblar esfuerzos. Construir sindicatos en cada unidad productiva o de servicios, unificar estos sindicatos en Federaciones, Confederaciones y una Central Sindical verdaderamente clasista y de masas, denunciando y combatiendo a la vez al sindicalismo burocrático y conciliador.

Nos convocamos, aportamos con decisión a construir una corriente sindical clasista y combativa. Este sindicalismo recoge y recrea creativamente la tradición del sindicalismo de protagonismo de la base, de las luchas directas por mejores condiciones de vida, solidaridad internacionalista, que porta y organiza un proyecto histórico de construcción de una sociedad sin explotación. Llamamos a construir más y mejores sindicatos, a enfrentar a los gobiernos patronales y a sus políticas antipopulares, a desenmascarar y denunciar a las dirigencias burocráticas del movimiento sindical. Nos convocamos a la unidad y a la lucha organizada, Gritamos con fuerza, junto a los mártires de Chicago, junto a Juan Pablo, VIVAN LOS SINDICATOS, MIERDA… abajo la conciliación, la colaboración y el entreguismo. Por un sindicalismo clasista y combativo.

 

 

Por Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas – AIT

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