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Yemen: el agujero negro del olvido

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Tras varios años de conflicto, Yemen continúa representando la mayor crisis humanitaria del mundo. Millones de personas se han visto obligadas a desplazarse por los combates, y cuatro de cada cinco personas necesitan ayuda humanitaria. El conflicto entre la coalición liderada por Arabia Saudí y el Gobierno yemení y el movimiento Ansar-Allah (también denominado «hutí») estalló en marzo de 2015 : la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Democrática Popular de Yemen (Yemen del Sur) se fusionaron el 22 de mayo de 1990 para crear la República de Yemen (al-Yaman). La estabilidad de esta unión siempre ha sido frágil: Yemen del Norte, de influencia occidental y pro Arabia Saudita, nunca ha podido unirse con Yemen del Sur, de influencia soviética, más conectado con Irán. Las guerras civiles se han sucedido a lo largo de la historia de este país.

Así sigue la crisis humanitaria en Yemen, donde nueve años de conflicto armado han dejado a 21,6 de 31,5 millones de personas sin nada, 540.000 niños yemeníes menores de cinco años sufren actualmente de desnutrición aguda severa con riesgo directo de muerte. El 46 % de los establecimientos de salud en todo el país funcionan solo parcialmente o están completamente fuera de servicio debido a la escasez de personal, fondos, electricidad o medicamentos.
Las conversaciones políticas recientes han generado nuevas esperanzas de que finalmente se pueda lograr una paz duradera en Yemen. No obstante, el frágil sistema de salud del país está gravemente sobrecargado y al borde del colapso, mientras que la financiación de los donantes internacionales es insuficiente para evitar un mayor deterioro de los servicios de salud del país, que ya no funcionan.

A partir del primero de abril, el Grupo de Salud de Yemen, compuesto por 46 organizaciones de la ONU y no gubernamentales, ha recibido solo 62 millones, o sea el 16 %, de los 392 millones de dólares estadounidenses necesarios para llegar a los 12,9 millones de personas más vulnerables con necesidades urgentes. y asistencia sanitaria vital.

Los brotes de enfermedades, en particular de sarampión, difteria, dengue, cólera y poliomielitis, están acelerando la profundización de la crisis de salud de Yemen. Los desplazamientos masivos, las instalaciones de salud sobrecargadas, las interrupciones de las redes de agua y saneamiento y la baja cobertura de inmunización están desencadenando y propagando estos brotes de enfermedades.




En el primer trimestre de 2023 se reportaron más de 13.000 nuevos casos de enfermedades, 8.777 casos de dengue y 2.080 casos sospechosos de cólera. Pero es probable que las cifras reales sean mucho más altas debido a las lagunas en el sistema de vigilancia.

Con el apoyo de donantes internacionales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pudo proporcionar equipos médicos, suministros y capacitación esenciales en 2022: 7,8 millones de personas, el 62 % de los 12,6 millones de personas objetivo del Plan de Respuesta Humanitaria (HRP, por sus siglas en inglés) para 2022, recibieron asistencia sanitaria que salvaría sus vidas. Sin embargo, en la actualidad, el apoyo de la OMS y sus socios en Yemen sigue gravemente insuficiente.

A pesar de que la ayuda sea insuficiente, las financiaciones siguen en bajada libre: solo un ejemplo entre muchos es la suspensión del apoyo del Grupo de Salud de Yemen a 23 de las 43 instalaciones de salud en el distrito de Marib, que alberga la mayor población de desplazados internos (IDP) de Yemen. Esta suspensión detendrá efectivamente los servicios de atención médica para alrededor de 2.8 millones de personas más vulnerables en el área.

La OMS también se ve obligada a reducir su apoyo a los centros de alimentación terapéutica en todo el país, lo que claramente conducirá a innumerables muertes de bebés y niños por inanición.

“Casi no tenemos fondos disponibles para prepararnos para la temporada anual de inundaciones en Yemen que está comenzando ahora y que, como era de esperar, provocará un gran aumento de los brotes de enfermedades transmitidas por vectores y por el agua, como la malaria, el dengue y el cólera/diarrea acuosa aguda en el 113 distritos en riesgo. Las necesidades de financiación de la OMS en Yemen en 2023 se estiman en unos 130 millones de dólares.
Yemen se esta convirtiendo en una crisis humanitaria olvidada. El pueblo yemení es resistente pero sufre mucho. Más de dos de cada tres yemeníes dependen de la asistencia alimentaria, médica y humanitaria. La comunidad internacional debe aumentar su apoyo financiero a Yemen para evitar daños incalculables. sufrimiento humano y muertes en los próximos meses”, Annette Heinzelmann, líder del equipo de emergencias sanitarias, OMS-Yemen.

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Elena Rusca

Periodista, corresponsal en Ginebra

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