Un comunicado oficial precisó que durante las conversaciones de este viernes los mandatarios enfatizaron en el potencial de ambas naciones para emprender proyectos favorables a su desarrollo y encarar juntas los desafíos del mundo actual.
Xi planteó mantener con regularidad contactos estratégicos, acoplar los respectivos planes de modernización y compartir las experiencias que mejor sirvan al otro.
Dio la bienvenida a más productos brasileños y a proyectos cooperativos en agricultura, energía, infraestructura, espacio y aviación, entre otros terrenos.
Ratificó el apoyo a la integración en América Latina y El Caribe, se comprometió a trabajar con Brasil para que el foro China-Celac sea más exitoso y también consolidar las relaciones de Beijing con Mercosur y Unasur.
Lula, por su parte, propuso incrementar las inversiones chinas en la transformación digital y el crecimiento verde, tras considerar igualmente importante tener mayores intercambios en educación y cultura para fomentar el entendimiento mutuo.
Llamó a aprovechar plataformas como la Organización de Naciones Unida, el G20 y el grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en función de defender el multilateralismo, la justicia y la igualdad global.
A su juicio, desde esos escenarios también las dos potencias pueden contribuir a promover soluciones a problemas como el cambio climático y un desarrollo más equilibrado.
“Necesitamos trabajar mucho para crear una relación Brasil-China que no sea solo una relación de interés comercial (…) Contamos con China en nuestra lucha por la preservación del planeta Tierra, defendiendo una política climática más saludable. Donde la gente pueda respirar aire más puro y beber agua más limpia”, acotó.
En ese punto, mencionó que Brasil tiene 80 por ciento de su energía totalmente limpia, está comprometido con acelerar la transición energética y en 2030 alcanzar la deforestación cero en la Amazonía.
De acuerdo con la texto, Lula y Xi discutieron el conflicto Rusia-Ucrania, coincidieron en la necesidad de priorizar el diálogo y la negociación para ponerle fin, y consideraron vital que más países contribuyan de forma constructiva a hallar una solución.
Los presidentes emitieron una declaración conjunta al cierre de su encuentro y presenciaron la firma de 15 acuerdos bilaterales.