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Las autopistas por definición no pueden ser urbanas

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Sabemos que con la actual constitución el derecho a la propiedad y el rol subsidiario del estado están por sobre los otros derechos sociales, entre ellos los derechos urbanos rompiendo además el tejido social en los barrios populares de nuestras grandes ciudades.

 

La calidad del transporte público debe ser mejorada para que los particulares lo utilicen y no sigan usando sus autos en las actuales autopistas concesionadas que desvendran nuestros barrios . Las actuales deben transformar en vías de uso exclusivo para el transporte público, ya sea para nuevas líneas de metro, ya sea para nuevos recorridos de buses, o una combinación de ambos,  siempre y cuando sea el Estado quien asuma este rol.

Es preocupante que ya se estén extendiendo los plazos de las concesiones y que nadie salga al paso de esto.

Por otra parte , estas vías colapsan con el paso del tiempo como ya lo podemos ver en todas ellas, porque el parque automotriz crece a una progresión geométrica.

A modo de ejemplo, nada se hace para prohibir el ingreso de vehículos a las comunas centrales de Santiago, y es así como millones de autos cruzan esta capital, llegando muchos de ellos a estacionarse casi en la Plaza de Armas.




Los estacionamientos subterráneos bajo la Ley de Financiamiento Compartido son otro elemento nefasto que fomento el uso del automóvil. Es tal la desigualdad y el nivel de ingresos de los ricos de este país , que estos últimos pueden pagar sin arrugarse hasta un millón de pesos mensuales en peajes, estacionamientos, tag, etc.

Esta es la razón del aumento de la contaminación ambiental, acústica y vial de nuestros principales centros urbanos.

Las grandes urbes siguen con las mismas redes de agua potable, alcantarillado, recolección de aguas lluvias y de alimentación eléctrica pública y domiciliaria. Ya están colapsadas por la invasión de la industria inmobiliaria coludida con las políticas permisivas sin planificación urbana alguna desde los gobiernos locales, regionales ni del gobierno central.

Si desde la ciudadanía y sus organizaciones, en conjunto con las facultades de arquitectura y los colegios profesionales seguimos sentados, simplemente colapsaremos.

Las despolíticas del MOP, MINVU y del  Ministerio de Transportes se han convertidos en los hechos desde 1990 en las políticas de empleo de los últimos 6 gobiernos.

Sabemos que nuestra capital , así como otras grandes urbes no puede seguir creciendo ni para arriba, ni extendiendo su radio urbano.

La solución es descentralizar. Planificación territorial para desarrollar las regiones y ciudades, pueblos,  aldeas y villorrios despoblados de Chile con una intervención directa del estado.

Pero lamentablemente no hay voluntad política para ello por parte de quienes que nos han gobernado estos últimos 31 años.

 

Moisés Scherman Filer 
Economista
Especialista en Planificación Territorial y Urbana

Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Economista  Especialista en Planificación Territorial y Urbana 

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