¿El TPP11 es la nueva Constitución?
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El último Mate al Rey de verano estuvo dedicado al análisis del fondo del proceso constituyente. En la discusión se fue más allá de las críticas a la cocina que se fraguó en el Congreso y nos concentramos en el contenido del proceso institucional. Puestos en este escenario no cabe duda que el TPP11 que entró en vigencia el pasado 21 de febrero inaugura una nueva época política caracterizada por el dominio sin contrapeso del imperialismo y las multinacionales en la estructura institucional del país. A partir del escenario descrito el debate se dirigió a la cuestión de la perspectiva estratégica.
Gómez Leyton afirmó que el 4 de septiembre, con el triunfo del rechazo, el pueblo ratificó, como lo viene haciendo desde hace 50 años, que no quiere transformaciones radicales. A partir de eso plantea que «las izquierdas» deben definir su accionar. Contra esta visión Burgos afirmó que la responsabilidad política debe atribuirse a las direcciones de la izquierda, las que desde tiempos de la Unidad Popular han sido incapaces de definir una linea de ruptura institucional y que tal cretinismo es la fuente de las reiteradas derrotas infringidas a los trabajadores y al pueblo.
Esta discusión motivó el compromiso de los panelistas y del programa de dedicar esfuerzos este año a la discusión y análisis del significado político del Golpe del 11 de septiembre de 1973.
Conducción: Gustavo Burgos
Panelistas: Marco Riquelme García (MPMR) y Juan Carlos Gómez Leyton (Cientista Político)
Dirección y edición: Sergio Rizenverg Cohen
Asistente de edición. Juan García Brun
Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín
Felipe Portales says:
La voltereta de Boric (y del FA Y PC) con el TPP11 tiene difícil parangón en la historia de Chile. Quizás solo es superada por el otro Gabriel…
Serafín Rodríguez says:
El otro Gabriel estaría feliz de ver al PC tan «renovado» como el PS! Es decir, completamente asimilado a la democracia de la hamburguesía y, más encima, neoliberal! Nada de lucha de clases ni dictadura del proletariado! Si estuviera vivo y la Ley Maldita todavía vigente, hasta él mismo la derogadaría de un plumazo!
Gino Vallega says:
García Linera, ex vice presidente de Bolivia, escribe un interesante artículo el página 12, donde nos cuenta que Biden ha decidido mandar «al diablo» a la globalización y se empeña en crear facilidades para las industrias que vuelvan a USA y se instalen en el país, creando barreras contra la globalización; exactamente cuando la globalización final llega a Chile a comerse los despojos del neolibaralismo. Nuestro insípido leedor de poesías se ha dejado manejar por el ministro Marcel y la derecha económica sin oír al pueblo….ó así suena el 62%?
Serafín Rodríguez says:
Lo que está haciendo Biden involucra mano de obra no inversiones de naturaleza extractiva ni transacciones comerciales de modo que García Linera se equivoca en cuanto a esto que es central para las transnacionales y sobredimensiona sus consecuencias para la globalización.
Serafín Rodríguez says:
Exactamente! El TPP11 es la piedra angular de la constitución real del país —la piedra angular de los poderes reales y efectivos que rigen a Chile, de los cuales la voluntad ciudadana expresada en el voto popular es sólo uno de ellos y no necesariamente determinante. Ver al respecto la conferencia de Fernando Lasalle «¿Qué es una Constitución?» (1862):
https://norcolombia.ucoz.com/libros/Lassalle_Ferdinand-Que_Es_Una_Constitucion.pdf
La distinción entre la Constitución real y la Constitución escrita o «de papel» como la llama Lasalle es crucial para entender lo que ocurre políticamente en el país en todo lo relativo a su historia constitucional, incluidos los quebrantamientos constitucionaes. Lo único realmente nuevo en el caso de la distinción que formula Lasalle es que entre los poderes reales y efectivos que operan en el país, hay que incluir hoy los poderes transnacionales del neoliberalismo globalizado —la etapa superior del desarrollo capitalista—, algo que por cierto Lasalle no podía prever hace 160 años atrás, como tampoco otros cientistas sociales y pensadores de la época, incluido Marx.