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2022: El comienzo del fin de la civilización occidental

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Escribiendo en el año 1993, el profesor Samuel P. Huntington, señala que el actual conflicto mundial dejó de ser un conflicto entre súper potencias con ideologías políticas y económicas distintas. En otras palabras, con el liberalismo en los Estados Unidos y el socialismo en la Unión Soviética. Huntington piensa que en el siglo XXI, el conflicto será principalmente de tipo religioso, es decir, ya no será más un conflicto económico y/o político. La religión a fines del siglo XX volverá a ser la principal causa de los grandes enfrentamientos humanos. A esto Huntington lo llamó “La Revancha de Dios”.

 

Huntington señala que las potencias occidentales que tienen a la religión cristiana de tipo protestante como la religión dominante, deben unificarse con aquellas potencias católicas, para mantener y asegurar su superioridad por sobre el resto de las demás civilizaciones. Para asegurar esa dominación, se debería unificar el protestantismo con el catolicismo. Todo esto para que la religión cristiana pudiera enfrentar con éxito las ideas y creencias culturales de nuevas potencias militares emergentes, particularmente la civilización china y la civilización musulmana. Para Huntington, estas dos civilizaciones con sus valores principales, serían las dos enemigas más formidables de la civilización cristiana occidental.

 

Es así como Huntington piensa que los Estados Unidos, como el país líder de la civilización occidental, debería hacer todo lo posible para atraer hacia los valores culturales occidentales, tanto a la civilización ortodoxa, con Rusia a la cabeza, como la civilización latinoamericana con Brasil como su líder. Esto ya se empezó a hacer, con bastante éxito en las últimas décadas del siglo XX, con la gran alianza económica entre Estados Unidos, Canadá y México. Occidente debe así repetir el gigantesco y exitoso ejemplo que tuvo al atraerse a la civilización japonesa entre 1945 y 1990. De esta forma, la civilización occidental con los Estados Unidos a la cabeza, y con sus aliados europeos occidentales, más toda la Europa oriental, incluyendo a Rusia, formarían un bloque suficientemente fuerte para contener el avance de los chinos y de los musulmanes. Esta alianza de civilizaciones, inspirada en los principios básicos de la cultura occidental, podría detener los avances de la china budista y de la civilización islámica[1].

 

No obstante estos sabios e inteligentes consejos, los líderes occidentales no siguieron a Huntington, y muy por el contrario, políticos como el Presidente Clinton y ambos Presidentes Bush, decidieron reducir el poder de Rusia a finales del siglo XX. En forma muy sofisticada, los Estados Unidos empezaron a apoyar a las fuerzas antirusas en Ucrania. Y así, para el año 2015, los occidentales lograron que la Ucrania católica, se hiciera una feroz enemiga de la Ucrania Ortodoxa. En los cinco años siguientes Ucrania se acercó a occidente cada vez más, amenazando eventualmente con unirse a la OTAN, algo totalmente inaceptable para Rusia y que finalmente la obligó a invadir Ucrania a fines de febrero del año 2022.

 

Sin embargo, la guerra en Ucrania no ha resultado como lo esperaba el Presidente Putin. En diez meses de lucha, Ucrania no solo no ha sido derrotada, sino muy por el contrario, ha tenido éxito en el Dombás y también en dirección a Crimea. Putin se ha visto obligado a cambiar drásticamente de estrategia. Ha conseguido detener la exitosa ofensiva ucraniana, pero aún no ha podido recuperar el territorio perdido en los últimos meses del año 2022. Su estrategia ahora consiste en destruir a Ucrania con cohetes de largo alcance y con drones aéreos. Ucrania ya ha perdido la mitad de sus plantas de distribución eléctrica. Putin también pretende derrotar a Ucrania con ayuda del frío y de la nieve invernal. Al mismo tiempo, pretende controlar a sus enemigos occidentales con una astuta guerra económica, que ya ha subido el precio del petróleo, el gas y otras materias primas esenciales como es el maíz y el trigo. Todos estos productos ya tienen precios elevadísimos.

 

Putin sabe que si la inflación desatada continúa, tanto en los Estados Unidos como en Europa, occidente se verá obligado a subir sus tasas de interés, a fin de controlar dicha inflación. Es probable que en dos años más, es decir para el año 2025, los bancos occidentales estén cobrando una tasa de interés del 10 por ciento. Si esto llega a ocurrir, la gigantesca depresión económica en el oeste, se transformara en una catástrofe política para el año 2025. Para esa fecha, toda Europa tendrá regímenes populistas y lo mismo pasará en los Estados Unidos. Donald Trump o algún otro candidato parecido a él, será el próximo Presidente de Estados Unidos. Trump terminará la guerra en Ucrania y Rusia terminara victoriosa en el año 2025.

 

Al parecer, la diosa Fortuna, parece estar de lado del Presidente ruso. En estos últimos días una brutal tormenta de nieve ha paralizado gran parte de los Estados Unidos. Ya hay docenas de muertos por las extremas temperaturas y el alto costo de la calefacción. Esta parece ser la trágica sinopsis de la película que occidente probablemente sufrirá en los próximos dos años. Esto se producirá si occidente continúa con su absurda política de agresión hacia la civilización ortodoxa. Occidente ha hecho todo lo contrario a las recomendaciones hechas por el profesor Huntington. Occidente, en vez de tener a Rusia como aliada contra China, ahora China es aliada de Rusia. Esta poderosa alianza, más la ayuda de los Estados de la civilización musulmana como Turquía e Irán, se encargarán de dar inicio al largo período, donde la civilización occidental declina y se destruye lenta pero con seguridad.

 

Esta declinación ya la pronosticó con gran detalle el historiador y filósofo Oswald Spengler a comienzos del siglo XX. Esto lo hizo en su famoso libro titulado “La decadencia de occidente”, publicado entre 1918 y 1923. En las últimas páginas, Spengler señala que la decadencia de la civilización occidental se iniciará en las primeras décadas del XXI, y su causa principal es la corrupción de los súper ricos occidentales.

 

Por Fernando Duque Ph.D.

Cientista Político

Puerto Montt, 28 de diciembre 2022

 

 

 

[1] Ver Samuel P. Huntington “¿El choque de civilizaciones?”. Foreign Affairs verano de 1993.

Cientista Político

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