Acuerdo Constitucional: El “panóptico” del Senado
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El acuerdo de los partidos políticos entrega todo el poder al Senado y vigilará a la comisión de consejeros constitucionales: se trata de evitar, a cualquier precio, la participación del pueblo, único detentor del poder ciudadano. Este acuerdo pretende imponer instituciones que sean lo contrario a lo propuesto por la derrotada Convención Constituyente.
Los doce acuerdos base, aprobados por los partidos políticos, (a excepción de Republicanos y Partido de la Gente), garantiza el bicameralismo, el Estado unitario, la propiedad privada, los símbolos patrios…Lo único salvable del anterior proyecto es la definición de “Estado social y de derecho”.
Estos “mandamientos” propuestos están protegidos por un comité técnico de admisibilidad, compuesto por 14 personas, todos abogados constitucionalistas, nombrados a dedo por el Senado a propuesta de la Cámara de Diputados y Diputadas. Además de esta institución guardiana de la Cámara Alta, hay que agregar una comisión de 24 expertos, doce elegidos por la Cámara y otros 12 por el Senado. Esta comisión de expertos participará durante el calendario del trabajo de la propuesta constitucional, durante el año 2023.
A partir del mes de enero del próximo año, estos expertos deberán redactar un proyecto de Constitución que servirá de base al trabajo del Consejo Constitucional. Posteriormente, la mitad de los miembros de la comisión de expertos formará parte de una comisión mixta: la mitad del Consejo Constitucional, elegido por voto popular e integrado por 50 miembros, con voto obligatorio y, sobre todo, según el sistema electoral del Senado.
El sistema electoral aplicado al Senado, es todo lo contrario al sistema proporcional: no se aplica el principio de la igualdad del voto, (un hombre, un voto), por ejemplo, Santiago y Valparaíso tienen los mismos senadores que la Región del Maule; en los dos primeros votan 8 millones de ciudadanos, mientras que en Maule sólo un millón. Este sistema resucita el binomimal, impuesto por Augusto Pinochet en la Constitución de 1980, Por ejemplo en circunscripciones como en Aysén, Magallanes, y otras Regiones, alejadas y con pocos habitantes, se eligen dos senadores, y ahora, dos consejeros. Esto ocurre en circunscripciones de los extremos norte y sur del país, favorables a la derecha, que tienen el mismo número de senadores y, según el Consejo Constitucional, el mismo número de Consejeros Constitucionales.
El consejo de expertos, no necesariamente debiera ser integrado por abogados, sin embargo, no es difícil colegir quiénes serán designados por los parlamentarios en funciones, pues cada partido tiene sus “propios expertos”.
La derrota en el plebiscito de salida que tuvo lugar el 4 de septiembre último ha sido fatal para los partidos políticos progresistas que buscaban una nueva Constitución con participación ciudadana. Puestos contra el muro, y sumado a su minoría parlamentaria, se han visto forzados a tranzar con la derecha un proyecto basado en el poder absoluto del Senado (en el proyecto de la Convención Constitucional el Senado estuvo a punto de desaparecer, al proponerlo sólo como una institución regional). Cada una de las instituciones de esta nueva propuesta tiene por finalidad el privilegiar la representatividad por sobre la democracia directa y la voluntad popular. Se trata de que estas nuevas instituciones repongan el poder oligárquico, hoy en cuestión.
El 80% de los ciudadanos, en el plebiscito de entrada, (llevado a cabo el 25 de noviembre de 2020) votó a favor de una Constitución, redactada por Convencionales, elegidos íntegramente por voto popular. Hoy se ha dado vuelta en favor de instituciones oligárquicas, propuestas por la Cámara y el Senado, y evidentemente, en favor de los intereses de las castas feudales políticas y económicas.
La derecha política, sumada a los Amarillos por Chile y a los exdemocratacristianos ha cobrado muy caro la derrota a los partidos oficialistas, y está claro que el “gatopardista” acuerdo no hará más que reafirmar el cambio de marea en favor de la derecha, que ha mostrado capacidad para pactar con quienes se autodefinen como representantes de la centro-izquierda, (Amarillos y ex Democratacristianos).
El filósofo Michel Foucault, en su libro Vigilar y Castigar, aporta una visión profunda del poder: el sentido de “panóptico” se aplica a la perfección a este “gatopardista” acuerdo. A la hoja en Blanco, acordada por la Convención Constitucional, la reemplaza la historia de una serie se Constituciones, todas impuestas por militares y oligárquicas.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
17/12/2022
ilsita says:
ilsita
Creo que ya la tanta cifra sirve para marear a cualquiera que decida aprenderse tan intrincada receta. Sin duda la saben hacer, cosa de que reine la mayor confusiónn y termines no entendiendo nada, ya que no calificas como «experto» para dar tu opinión, eres simplemente nada y sólo debes marcar cada cierto tiempo la rayita aquella que dicen luego me acredita estar en un sistema demo… Qué triste es la vida!!! tanta energía para que al final sí sea convención mixta y qué mixtura!!!. Me acuerdo de las otras constituciones en que alessandri también llamó a sus elegidos abogados y listo, eso era todo.
Seguirá el agua, el negociado inmobiliario, la educación de si puede tu papá o te endeudas, estudias algo, la previsión de las transnacionales, la salud en la medida de que pasen años y aún estés para ese especialista o examen, u operación, el saqueo del país y sus riquezas básicas, los peces y palos de exportación, algunas frutitas y vinos, los peajes, la electricidad, el gas, todo igual que siempre y seguro más bonos para el x % o un poco más del quintil más lejano y claro paciencia ya de canonizado santo al que algunos van a pedir los ayude a seguir viviendo porque claro si los humanos no sirven .
Esto fue la crónica de la muerte anunciada sin.duda y no podemos decir que no se escuchó, veremos ahora qué hace el soberano que dicen fue agotado y ya no tendría ganas ni de levantarse…
Patricio Serendero says:
El acuerdo ignora también varias resoluciones de la Comisión de DDHH de la ONU.
Y encima, ha participado en el y ha sido decisivo en los acuerdos tomados, un tal Warnken, que no lo ha elegido nunca nadie, ni para un club de dominó de barrio. El acuerdo no satisface a todos como reconoce Macaya. Pero nos satisface a nosotros y eso basta se le olvidó agregar. Medio Chile en contra solo del anuncio del inicio de esta farsa constitucional. Pero para la Derecha se trataba de buscar «una Constitución que nos una a todos» se recuerdan? Vamos a ver si el movimiento social está a la altura de las circunstancias.
Serafín Rodríguez says:
«El acuerdo ignora también varias resoluciones de la Comisión de DDHH de la ONU.»
Podrías mencionar cuáles? Gracias!
Felipe Portales says:
Desgraciadamente, las dos derechas neoliberales (la tradicional y la concertacionista) desde 1989 se han empeñado en legitimar, consolidar y «perfeccionar» el modelo impuesto por la dictadura, como lo reconoció crudamente Edgardo Boeninger en 1997 («Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad»), libro que está en PDF; y se puede ver especialmente en las pp. 367-373.
Serafín Rodríguez says:
Gracias, profe! Nunca está demás reiterar lo de Boeninger. La memoria de muchos de nuestros compatriotas es breve y no todos leen mucho. Aquí va el enlace del libro en cuestión:
http://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0042484.pdf
Ver páginas 367-373
Gino Vallega says:
El proceso constitucional ha muerto.Viva el proceso constitucional! RIP.
Serafín Rodríguez says:
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe Constitucional ha sido establecido y la Santa Inquisición ha entrado pronta en acción para perseguir a los apóstatas que han cometido el sacrilegio de alzar sus voces en disensión!
Gino Vallega says:
A lo expuesto por Serafín Rodríguez ; AMÉN.