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El acuerdo de los infames de la casta política

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Muchos pensamos que nada bueno podría salir de la cocina de los parlamentarios, pero ni en el peor de nuestros augurios llegamos a pensar que serían capaces de presentar un acuerdo tan infame como el que acaban de presentar al país el presidente del Senado y de la Cámara de Diputados. El “Acuerdo por Chile” de la casta política corrupta es peor de todo lo que llegamos a pensar que podría ser; en otras palabras el acuerdo que cocinaron es una completa basura y absolutamente anti-democrático. Es una propuesta mixta con 24 “expertos” designados por la Cámara de Diputados y el Senado, y otros 50 elegidos por votación universal según los criterios para la elección del Senado. Donde los votos de las regiones más pobladas valen menos perjudicando a las grandes concentraciones de trabajadores. Se trata de una “convención mixta” que fue rechazada en el plebiscito de entrada pasado. Por cierto, esta vez los partidos del Congreso se negaron a someter a la voluntad popular mediante el sufragio su acuerdo.

La comisión de expertos rayará la cancha del funcionamiento de la discusión, qué se puede discutir y qué queda fuera, al menos en todo aquello que ya no está en el acuerdo político en el congreso, y como guinda de la torta tendrá derecho a vetar artículos del borrador final. Este acuerdo es la negación de la soberanía del pueblo que debería expresarse en una Asamblea Constituyente libre.

Los partidos que firmaron este acuerdo le dieron la espalda a todas las demandas del pueblo; siempre se supo que lo que saldría de ahí sería malo, pero este acuerdo sobrepasa todos los límites de la decencia, es una bofetada en pleno rostro contra todos los habitantes de este país.

Está claro que no se puede tener ninguna confianza en el gobierno de Boric y tampoco en los partidos que son parte de este y todavía menos en los partidos de la derecha más reaccionaria que fueron parte de la dictadura en Chile. A todos ellos no les interesa realmente la democracia, menos la participación de la gente.




Está demasiado claro que el «Acuerdo por Chile» es un completo fraude contra los trabajadores y el pueblo en general, solo está pensado para beneficiar a la clase dominante y sus eternos abusos y privilegios.

Nuevamente son los partidos los que están haciendo su negocio para cuidar sus intereses y los de los empresarios que son los amos a los que ellos finalmente responden.

El acuerdo debería llamarse “Vamos por Chile”.

Dado que la derecha pinochetista impuso todos sus puntos de vista para seguir manteniendo la constitución de la dictadura, quizás van a aceptar que le cambien el nombre y el año.

Lo primero que proponen es que existirá un “comité de expertos” designados por ellos mismos, 12 delegados designados por el Senado y otros 12 designados por los diputados, que son los que redactaran la nueva constitución.

De vetarse el proyecto, la convención podrá insistir en su propuesta y aprobarla por un quórum de tres quintos de los integrantes.

En el caso  de que el texto de la convención no prospere se recurrirá  a una comisión mixta, donde estén representados tanto los electos como los “expertos”, para dirimir la propuesta final que se plebiscitara ante la ciudadanía.

A la clase dominante y sus políticos corruptos les tenemos que hacer pagar caro tratar de estafar una vez más al pueblo. Ahora el único camino que nos queda es organizarnos en las poblaciones, comunas y regiones de este país para exigir una verdadera asamblea constituyente libre y soberana, sin una fuerte movilización de los sectores populares difícilmente veremos cambios reales en este país.

Queda muy claro que solo la organización y la movilización popular abrirá camino hacia una Asamblea Constituyente y la Nueva Constitución que recoja las necesidades y demandas del pueblo trabajador.

Rechazamos la cocina y el mal llamado “Acuerdo por Chile”, no nos haremos parte de este fraude.

Por Celso Calfullan

 

Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Comité por una Internacional de Trabajadores, CIT.

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  1. Felipe Portales says:

    En definitiva, las dos derechas buscan la «certeza jurídica» de poder seguir imponiendo el modelo neoliberal extremo que impuso la dictadura; y que luego la «centro-izquierda» legitimó, consolidó y «perfeccionó» a través de los 20 años ininterrumpidos de gobiernos concertacionistas. La «Constitución democrática» que consensuaron ambas derechas en 2005 -y que Lagos ensalzó al suscribirla junto con todos sus ministros en su discurso del 17 de septiembre de ese año- ha quedado demasiado desprestigiada como para seguir con ella. Tienen que idear otro engendro que parezca democrático. Aunque este tiene tan poca imagen democrática que parece que va a nacer con muy poca legitimidad. Ojalá.

  2. Aquí la modesta opinón de un chileno, que vive desde varios decenios fuera de Chile, en Alemania para ser mas preciso, pero desde la lejanía observa con interés el desarrollo del país que me vió nacer. Yo vivo en un país federal, con un régimen 100% parlamentarista. Aquí el «pueblo», elije tan sólo al parlamento. El gobierno, es decir el ejecutivo, no es elejido por el pueblo, sino que por el parlamento. La máxima autoridad es decir el Canciller Federal (actualmente el Sr. Scholz, anteriormente la Sra. Merkel) fueron elejidos por el parlamento. Eso implica, que el gobierno puede ser sólo con mayoría parlamentaria, no puede haber un gobierno que no tenga mayoría parlamentaria. El parlamento no sólo elije al gobierno sino que además, en el momenta que pierda la mayoría parlamentaria puede destituírlo. La constitución alemana, que consta tan sólo de 149 artículos puede ser modificada, pero para eso se necesitan 2/3 de los votos en ambas cámaras y este sistema funciona en forma excelente desde 1949. Me llama además la atención, de que en el parlamento alemán, hay tan sólo 6 partidos, en el chileno 22!!! eso se debe a que un partido para poder ingresar al parlamento tiene que obtener un mínimo de 5% del total de los votos en el país. La Constitución de Alemania, fué escrtia por un grupo de expertos a «puertas cerradas» y no fué sometida a plebiscito. Y funciona perfecto!!! Por lo que yo me he informado, actualmente, para la gran mayoría de la población en Chile, una nueva constitución, es un tema totalmente secundario. A la mayoría le interesan hoy día otros temas, principalmente seguridad, inflación, jubilaciones, salud, educación. Esta es mi modesta opinión.

  3. Patricio Serendero says:

    Normal el acuerdo obtenido por el Partido del Poder. Es la consecución de su idea de salvar el sistema y mantener el statuo quo económico y social. Los pobres que sean escogidos para redactar lo que les digan los expertos harán en verdad de secretarios. No faltarán los Wanker o Rincón-Walker y hasta panchos malos para esa farsa. Completamente de acuerdo con el articulista, hay que denunciar este acuerdo de todas las formas posibles y luchar por una verdadera Asamblea Constituyente.

  4. Aún con la «venda» de los 2/3 , lo aprobado fue rechazado por los 2/3 del borregaje. Con este nuevo acuerdo «político partidista», el proceso a la Nueva Constitución, está RIP. Los cívico-militares golpistas, han triunfado una vez más, con un nuevo golpe «parlamentarista», de alta cocina venenosa!

  5. Serafín Rodríguez says:

    Esto no es más que una movida de defensa y protección de privilegios y prebendas. La clase política se atrinchera y dispara mierda.

  6. Felipe Portales says:

    Si ya luego de la gran revuelta popular de octubre de 2019, nuestra «centro-izquierda» le regaló a la derecha el quórum de los dos tercios y luego el poder de su mayoría en el Congreso para visar cualquier avance legislativo en caso que ganase el Apruebo; no debiésemos extrañarnos que luego de la estruendosa derrota del plebiscito del 4 de septiembre la misma «centro-izquierda» hoy lo haya entregado todo. Y de forma abierta y humillante…

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