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El sistema político peruano podría caracterizarse como una democracia precaria: en los últimos cinco años se sucedieron seis Presidentes, (Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Pedro Castillo, Dina  Boluarte). A partir de 1990 todos los Presidentes en Perú han sido acusados de corrupción: Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alán García, (se suicidó antes de ser tomado preso), Ollanta Humala, PPK, Martín Vizcarra,  y Pedro Castillo.

Alberto Fujimori, mediante un autogolpe de Estado, cerró el Congreso Abril 1992; Martín Vizcarra, también cerró el Congreso sobre la base del rechazo de dos gabinetes seguidos; Pedro Castillo, el 7 de diciembre 2022 recién pasado, mediante un autogolpe, intentó cerrar el Congreso.

La Constitución peruana fue redactada durante la dictadura de Fujimori, (sigue vigente hasta hoy), y su régimen político es un presidencialismo con algunos elementos del parlamentarismo: el Presidente de la República puede cerrar el Congreso unicameral cuando le rechaza dos gabinetes durante su período. A su vez, el Congreso puede vacar al Presidente o Presidenta cuando se le acusa de inmoralidad permanente, causal casi imposible de probar, pues dicho concepto es muy abstracto y se le puede interpretar de variadas maneras. Para aprobar la vacancia, la oposición debe lograr el voto de los 2/3 de los 130 congresistas, es decir, 87 sufragios.

La confianza a los gabinetes ministeriales es el arma legal que puede utilizar el gobierno para cerrar el Congreso, y la vacancia es empleada por el Congreso para destituir al Presidente de su cargo que, de aprobarse, sería reemplazado por el primer o segundo Vicepresidente.




La acusación contra el Presidente sólo puede darse, según el Art.117 de la Constitución, en base a, en primer lugar, del cierre del Congreso ilegalmente; en segundo lugar,  por la negativa a convocar a elecciones; en tercer lugar, por traición a la patria. Los delitos del libelo acusatorio, presentados por la Fiscal Patricia Benavides,  por la jefatura de asociación ilícita por parte de Castillo, que no están incluidos en el Art. 117 de la Constitución.

Antes, el Tribunal Constitucional había acogido el Habeas Corpus presentado por Pedro Castillo que invalidó la acusación por traición a la patria.

A partir del reconocimiento del triunfo de Castillo en la segunda vuelta electoral, la derecha no ha cesado de sostener el fraude que permitió a Castillo el asumir la presidencia de la nación.

El Presidente ha sido acusado de una serie de delitos de corrupción, muchos de ellos favorecieron a sus ministros, coterráneos chotanos y a su familia, (su mujer, hermanos, sobrinos y cuñada, así como a sus amigos cercanos). El tipo de robo de Castillo es de bajo nivel, muy propio de “la necesidad” de enriquecimiento personal, familiar y de su círculo íntimo.

El enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso había llegado al máximo en las últimas semanas: o el Presidente cerraba el Congreso, usando sus balas de plata, es decir, dos gabinetes a los cuales el Parlamento le niega la confianza, o bien, los partidos políticos en el Congreso lograban los 87 votos requeridos para vacar al Presidente.

En la jornada de ayer, a las 15:00 horas, el pleno del Congreso debía discutir y votar la vacancia del Presidente Castillo. Horas antes parecía que el Congreso no lograría los votos necesarios para declarar vacante el cargo de Presidente. Benji Espinoza Ramos, abogado del Presidente Castillo, aseguró haber estado preparando la defensa del primer mandatario pero, sorpresivamente, el Presidente Castillo, en Cadena Nacional, anunció el cierre del Congreso, además, un Estado de Sitio a partir de las 23:00 horas y hasta las 04:00 horas, y llamaría a elecciones de un Congreso Constituyente y, entretanto, el Presidente gobernaría sobre la base de Decretos-ley, y emprendería una reforma radical de la justicia, sobre todo, de la Fiscalía.

A partir de las 10.00 horas en que terminó su discurso se sucedió una serie de renuncias de ministros, pertenecientes al gabinete, con lo cual el Presidente quedaba sin ningún respaldo político.

La justicia declaró que el autogolpe de Estado era inconstitucional y que el Presidente era responsable de varios delitos flagrantes: rebelión, atropello a la Constitución y subversión, entre otros, (según el Código Penal la pena mínima para estos delitos es de 20 años de prisión).

En cualquier golpe de Estado se requiere el apoyo de las Fuerzas Armadas: militares y policías una vez finalizada su reunión de emergencia,  manifestaron su apoyo irrestricto a democracia y el rechazo al  autogolpe por parte del Presidente Castillo, por consiguiente al Presidente no le restaba otro recurso que huir antes de ser detenido por la policía.

El presidente del Congreso, ante los acontecimientos, adelantó la reunión y, como ninguno de los  integrantes de los distintos Comités quiso hacer uso de la palabra, se procedió a la votación: 101 decidió aprobar la vacancia, 10 se abstuvieron y 6 votaron en contra. Vacado el Presidente Castillo, hacia las 15:00 horas se convocó a la ceremonia de juramento de la nueva Presidenta, Dina Boluarte, (primera Vicepresidenta de la fórmula de Castillo). Perú había sorteado, mediante la legalidad el peligro de “abril” de 1992, (golpe de Estado de Fujimori).

En el intertanto, la señora Castillo del ex Presidente Castillo, Lilia Paredes y sus hijas, se les veía a través de las cámaras de TV, con sus maletas, prontas a huir.

Se temía que el ex Presidente golpista y vacado se asilara en la embajada de México, pero estaba rodeada de policías y ciudadanos con el propósito de impedir su ingreso a dicha legación diplomática. La propia guardia de Palacio condujo a Castillo hacia la Prefectura de Policía.

El ex premier, Aníbal Torres, el único amigo fiel que le queda a Pedro Castillo, ejercía como abogado frente a la Fiscal Nacional, Patricia Benavides.

El reciente golpe de Estado en el Perú es una muy mala noticia para el resto de países de América Latina, cuyas democracias están marcadas por una gran debilidad institucional.

Es de esperar que el gobierno de Dina Boluarte sea capaz de enfrentar esta severa crisis de la democracia en Perú.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

08/12/2022

Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Historiador y cronista

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  1. Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)—–Antes de ser tan, pero tan apresurado en su juicio, don Viejo, sería sumamente interesante que usted, como un intelectual PROGRESISTA, asi pareciera, nos diera un charla acerca del LAW FARE, una herramienta muy usada en los últimos años por los EEUU, los intelectuales de derecha y los otros, capitalistas, empresarios y derechistas todos, para deshacerse de, sin mucho derramamiento de sangre, estos presidentitos que les vienen a remover los pollitos. Lo hicieron con Lula, Evo y ahora con este pobre profesor rural, Castillo. Don Viejo, ¿usted realmente cree que este caballero iba a dar un golpe de Estado?

  2. Sres.los que les creen a los fiscales que preparó hace años el imperio, como el sr. gumucio y otros acá, les recuerdo que a todo personaje decente se le adjudica robo como a cristina y néstor, rafaél, lula, dilma y ahora castillo. O sea ni los pobres profesores se libran, más aún si son del campo, con rasgos indígenas….y son todos ladrones!!!!. En cambio los que sospechosamente salen libres, pero lo son y tienen todo el robo afuera, como macri, (dicen viene de la mafia calabresa) moreno ( Irina papers afuera luego de traicionar a rafaél), viscarra ( que curiosamente también lo sufre y participó en el circo que ya trabaja hace décadas en lima), el juez moro, temer, y los otros en paraguay a los que molestó lugo también, no hallan otro argumento que eres culpable, que esta basura de acusarte sin pruebas, como decía moro, que no tenía, pero le bastaba creer a él que lula lo era y punto. O como allende los andes que tomaban presos a los empresarios y los soltaban si colaboran con culpar a cristina. O me van a decir estos señores que nuestra justicia es tal. Por experiencia propia puedo asegurarles que no existe, sino para enjuiciar a los que no tienen $, que llenan las cárceles.
    Sospechosamente, luego que tenemos medios de desinformación hegemónicos, y lo tenemos clarísimo, sí les creemos cuando hay que ensuciar a uno que por primera vez no sea de la élite limeña, carioca, porteña, etc….gente como ustedes que quieren aparecer como «neutros» no convencen a nadie. Cuando una fiscal arremete contra el pobre maestro y a su hermanita metida en cosas turbias nadie la toca. Lo mismo allende los andes, a pesar de acusaciones macri sale a dónde? a arabia saudí, y nada, reuniones con sus amiguitos del poder judicial para jugar fútbol y luego esos acusan a cristina.. Trata de hacerlo tú, te acusan de rebeldía y para adentro. Así que dejar de jugar a los impolutos y creer todo del enemigo, que es eso, enemigo y debe actuar así.

  3. Las justicias de los acá el sur del continente deciden lo que quieren bajo el amparo de los cascos militares y policiales, modalidad última usada en Bolivia, Argentina y Chile, para golpes blandos contra golpes sin golpes.

  4. Serafín Rodríguez says:

    Pedro Castillo es un modesto profesor de escuelita de pueblo que sin mayor manejo político, ingenuamente creyó que podía hacer algo por su país con el programa de gobierno que le escribió y lleva la firma de Vladimir Cerrón. No es un hombre malo ni ningún bandido, aunque haya incurrido en las tentaciones de la corrupción de menor cuantía según las acusaciones de la fiscalía —algo así como el pobre que se roba una gallina para que su familia tenga algo de comer, para ponerlo metafóricamente. Menciono esto último no como una excusa o justificación sino que simplemente para ponerlo en perspevtiva, en un intento de entender al personaje.

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