Expresidente Pedro Castillo es enviado a la prisión que ocupa Alberto Fujimori
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Tras su destitución, el exmandatario peruano Pedro Castillo, pasó hoy su primera noche en prisión, mientras su sucesora, Dina Boluarte dedicará su segundo día en el cargo a preparar el nombramiento de sus ministros.
Castillo fue trasladado la víspera desde un cuartel policial hasta el presidio ubicado en la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía, que hasta anoche tenía como único interno al exgobernante (1990-2000) Alberto Fujimori.
Los cargos que enfrenta son de rebelión flagrante y violación por intentar la disolución del Congreso de la República e intervenir los organismos judiciales, adelantándose a una sesión del Parlamento que proyectaba su vacancia (destitución) por acusaciones de corrupción.
Dina Boluarte juró como presidenta por sucesión legal, por ser vicepresidenta y ofreció en su discurso de posesión un gabinete ministerial de ancha base, con diversidad de partidos, y pidió una tregua y un diálogo entre las fuerzas políticas.
Castillo fue detenido luego de su destitución cuando, tras abandonar la residencia presidencial, se dirigía con su escolta y su familia a pedir asilo a la embajada de México, que estaba dispuesta a otorgárselo.
En el trayecto, su escolta recibió la orden de desviarse y conducir al mandatario depuesto a la Región Policial Lima, donde quedó detenido y lo acompañó el ex primer ministro y su abogado, Aníbal Torres.
De allí fue trasladado a otro recinto judicial donde abordó esposado un helicóptero que lo trasladó al presidio que ocupa el exgobernante (1990-2000) Alberto Fujimori.
Tras ser vacado (destituido) por el Parlamento, Castillo y su familia dejaron la residencia presidencial llevando valijas y otras pertenencias y se dirigieron con su escolta a la Embajada de México, según el informe policial sobre la detención.
La destitución de Castillo dio lugar a protestas en Lima y ciudades del interior, sin incidentes, aunque en la capital hubo peleas entre defensores del exmandatario y detractores que celebraban su caída.