Plataforma Socialista sobre el Cónclave de coaliciones de gobierno: es imprescindible activar a la sociedad civil en torno al gobierno
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Plataforma Socialista, aun cuando no participa en el Cónclave de los partidos que conforman el gobierno del presidente Gabriel Boric, difundió este domingo una declaración en la que analiza en actual momento político, hace un diagnóstico y levanta propuestas.
Para la Plataforma, ante la actual coyuntura, es imprescindible activar a la sociedad civil en torno al gobierno y el programa. Se propone un Conclave Social antes de fin de año para la construcción de una hoja de ruta.
En cuanto al momento actual, advierte que la derecha, tanto «Chile Vamos», Republicanos y la derecha populista que expresa el PDG, apuestan agresivamente al fracaso del gobierno del presidente Boric a través de su poder mediático y por la vía del bloqueo legislativo de las principales reformas.
En este adverso contexto, Apruebo Dignidad tiene desafíos enormes: primero impedir una reedición de los años 90 con un centro y una derecha con capacidad de veto; segundo, promover y fortalecer la alianza entre la izquierda militante y el movimiento social, el éxito de nuestro gobierno depende de la fuerza de esta alianza; tercero, avanzar en reponer el proceso constituyente
Llamamos al gobierno a no retroceder ante la ofensiva conservadora de la derecha y de los poderes fácticos. El programa de transformaciones debe cumplirse y para ello su apoyo debe sostenerse principalmente en las organizaciones sociales, las mismas que se movilizaron el 18-O para exigir el término del neoliberalismo y el inicio de un sistema económico, social y político en que imperen la igualdad y justicia para todas las familias chilenas.
DECLARACIÓN COMPLETA
No obstante, que como Plataforma Socialista no hemos sido invitados para los debates entre el Gobierno y los partidos que lo integran, con ánimo constructivo y propositivo, enviamos este documento para expresar nuestra visión respecto a la situación que vivimos como país y como gobierno.
Nos congratulamos del reciente triunfo de Lula y del PT en Brasil y llamamos a estar alerta en estos meses previos a su asunción. El resultado demuestra también la fuerza que ha alcanzado la extrema derecha en la región y en el mundo. Pero también expresa que es posible derrotarla.
Este Conclave de los partidos y parlamentarios oficialistas se realiza a dos meses de la derrota del Apruebo. Desde entonces vivimos una ofensiva conservadora y autoritaria que busca impedir que el gobierno del presidente Boric cumpla con su programa de transformaciones.
El Conclave debe ser un momento de escenificación de la unidad política de las fuerzas de izquierda y progresistas. Poner fin al “fuego amigo” y concentrarse en el poderoso enemigo que está al frente. Debe ser un momento de reafirmación del programa y de la voluntad de cambio. Se pueden ajustar prioridades y el ritmo de las transformaciones, pero no su orientación principal. La construcción de una “hoja de ruta” compartida debe ser uno de los resultados tangibles del Cónclave.
Es imprescindible activar a la sociedad civil en torno al gobierno y el programa. Se propone un Conclave Social antes de fin de año.
- Sobre el momento político.
- La derecha, tanto «Chile Vamos», Republicanos y la derecha populista que expresa el PDG, apuestan agresivamente al fracaso del gobierno del presidente Boric a través de su poder mediático y por la vía del bloqueo legislativo de las principales reformas.
- El centro político se encuentra fraccionado. La DC en una crisis que puede ser terminal y de la cual correspondería rescatar a su sector más progresista. Surgen diversas iniciativas de partidos que provienen de lo que fue el movimiento de los “amarillos” por el Rechazo. Sectores del “Socialismo Democrático” muestran en su interior la influencia del llamado “partido del orden” en definiciones como el proceso constitucional y ciertas políticas de
- Un desafío especialmente peligroso lo representa el PdG que con su populismo y su discurso que promueve soluciones ultra individualistas conecta con ciertas subjetividades sociales populares que socavan el apoyo al gobierno.
- Las organizaciones y movimientos sociales no han recuperado el vigor que tuvieron-previo y post 18-O- y que fue decisivo para proyectar las grandes banderas transformadoras. Por su parte, los partidos políticos, incluidos los de gobierno, siguen teniendo una baja consideración ciudadana. El discurso de la “anti política” se hace hegemónico. Sin la activación de los movimientos sociales no es viable recuperar la iniciativa política desde el campo de la izquierda.
- La viabilidad de llevar adelante el proceso constituyente se aprecia compleja: se pretende condicionarlo antes de que comience mediante la limitación de las facultades del órgano constituyente, ya sea por la vía de imponer una convención mixta -delegados electos y parlamentarios en ejercicio o “expertos”- o mediante los llamados “bordes”. Una “línea roja” para la izquierda debe ser que el órgano redactor de la nueva constitución sea íntegramente elegido.
- En este adverso contexto, Apruebo Dignidad tienen desafíos enormes: primero impedir una reedición de los años 90 con un centro y una derecha con capacidad de veto; segundo, promover y fortalecer la alianza entre la izquierda militante y el movimiento social, el éxito de nuestro gobierno depende de la fuerza de esta alianza; tercero, avanzar en reponer el proceso constituyente y prepararse para una eventual elección de constituyentes, que puede ser un momento clave para una nueva medición de fuerzas; cuarto, AD debe evitar la excesiva parlamentarización de la política (pues allí está su principal debilidad) y acumular fuerza social, ideológica y política desde fuera del parlamento para así viabilizar su programa, incluso para llegar al momento legislativo.
- El deterioro de la aprobación del gobierno y de la figura del presidente Boric demanda acciones correctivas.
- El programa de gobierno está seriamente comprometido en cuanto a viabilidad política, no sólo por la negativa correlación de fuerzas en el Parlamento, sino también porque aspectos del mismo -por ejemplo, la reformulación de la política comercial, el TPP, aspectos de la reforma previsional o el impulso a la industrialización del litio desde una empresa estatal, entre otros- parecieran no contar con el respaldo pleno de la coalición del SD.
- En ese sentido, deploramos las continuas críticas al gobierno de parte de dirigentes y parlamentarios de ese bloque. Las declaraciones de ciertos senadores del PS han sobrepasado los límites tolerables al expresar públicamente sus diferencias. La participación en el gobierno implica obligaciones y disciplina. Lo que corresponde en la hora actual es cerrar filas en torno al programa de gobierno.
- No debemos olvidar que somos un gobierno presidencial con minoría parlamentaria. Las dos coaliciones que participamos del gobierno debemos trabajar unidas para mostrarnos con fuerza ante la ciudadanía y lograr que los proyectos gubernativos puedan aprobarse.
- Sin embargo, lo fundamental es darle protagonismo a la sociedad civil organizada y que ésta pueda volver a movilizarse -con decisión y de manera pacífica- en defensa de sus demandas. El gobierno debe apoyarse fundamentalmente en el movimiento social para defender su programa de transformaciones. Es preciso reafirmar convicciones y valores; hacerlo es indispensable para conectar la agenda del gobierno con las urgencias ciudadanas. Proponemos que, con este fin, se convoque con prontitud a un encuentro -un Conclave- con el mundo social y proponga un acuerdo básico para que sea asumido por los actores políticos, las organizaciones sociales y el gobierno.
- En consecuencia, es importante que el cónclave defina una hoja de ruta, con prioridades programáticas, partiendo por la reforma tributaria y el sistema de pensiones y cerrar filas en torno a ambas. Y organizar un solido apoyo comunicacional y social a las reformas.
- El gobierno debe actuar con realismo frente a un panorama político complejo, pero sin renunciar al programa que lo llevó a La Moneda. Para este fin es preciso:
- Poner fin al retroceso desordenado que se ha hecho presente y asentar una «línea de defensa» infranqueable desde la cual se reivindique la plena vigencia del programa. Este paso significa asumir que habrá materias que no serán apoyadas por la derecha, por más que exista de parte del gobierno el ánimo de buscar consensos. Será nuestra tarea poner de manifiesto ante la ciudadanía la responsabilidad de la derecha en el bloqueo a las medidas transformadoras y la necesidad de movilizar a la ciudadanía en defensa de sus derechos.
- Hoy, más que nunca, el presidente Boric debe hacer valer su promesa de gobernar desde y con los territorios y estar consistentemente en la calle, escuchando y dialogando con las personas en primera persona. Al mismo tiempo, es deseable que el presidente y el gobierno tome siempre la iniciativa e intente poner a la derecha en la defensiva.
- Se debe precisar un piso mínimo de realizaciones estructurales, básicamente en materias de salud, pensiones y obras públicas, diseñado de tal forma que resulten muy costosos de rechazar para la derecha.
- Es preciso velar por la ejecución acelerada del presupuesto 2022 y 2023 para contrarrestar el ciclo recesivo.
- Sugerimos una evaluación y rectificación inmediata de la gestión en instituciones como JUNAEB, SERNAC e INDAP, de alto impacto social; es injustificable que a siete meses de iniciado el gobierno, estas organizaciones no estén cumpliendo acabadamente con los objetivos programáticos.
- En una línea que recién ha comenzado a insinuarse, el gobierno deberá desarrollar una política más activa de comunicaciones, que muestre consistentemente los avances que se producen en vivienda, salud, educación, entre otras, con permanente despliegue territorial de las autoridades a cargo.
- Proponemos que el Presidente solicite un análisis a cada uno de los ministerios y servicios públicos y que cada uno de ellos pueda confeccionar un listado coherente de medidas que, en el corto y mediano plazo, atiendan a las necesidades básicas de la población. Ellas deben acompañarse de un coherente plan de difusión e información a la ciudadanía.
- Sugerimos acoger como Gobierno aquellos temas y demandas que se encuentran instalados, tales como:
- Dar prioridad a una política que tenga en el centro dar más seguridad económica, seguridad social y seguridad pública a las personas. Los cambios deben ser dando certidumbres a la ciudadanía.
- Ir en apoyo a través de diversos medios y políticas públicas a la crisis presupuestaria de las familias producto de la inflación. Examinar hacia 2023 un subsidio, tipo IFE, cuando la crisis recrudezca y el desempleo aumente.
- La seguridad publica es una prioridad para las personas. La seguridad es habilitante de derechos y libertades. El gobierno debe implementar planes, programas y acciones que digan relación con una convivencia pacífica de todos quienes habitamos el territorio, lo que incluye desde la protección de cualquier tipo de violencia familiar y vecinal, hasta el control de los grupos organizados de tráfico de drogas y personas.
- Tener una política decidida frente a la delincuencia no debe hacer perder de vista la necesidad de una reestructuración de carabineros, de una revisión de sus protocolos frente a manifestaciones públicas. Tampoco olvidar las cuestiones pendientes en materia de violaciones de ddhh durante el estallido social y los casos de corrupción.
- Respaldar la reforma previsional. Poner fin a la administración de las AFP y avanzar hacia un sistema solidario. La reforma debe significar un incremento concreto de las pensiones en el corto plazo.
- Respaldar una reforma tributaria efectivamente progresiva, que signifique poder financiar derechos sociales, especialmente pensiones, salud, educación y sistema de cuidados.
- En materia de educación realizar el pago de la “deuda histórica” de los profesores. Iniciar un proceso paulatino de condonación del CAE. Disminuir el endeudamiento de las personas y de las familias en materia educativa es una manera de ir en apoyo a estas en las actuales condiciones.
- Fin del Transantiago concesionado: los altos niveles de evasión y la obligatoriedad del Estado de subvencionar tales pérdidas a las concesionarias, hacen posible considerar que el Estado asuma la totalidad del costo financiero del transporte público de superficie.
- Realizar una revisión del endeudamiento de usuarios del TAG. Producir un alivio por esta vía a las familias.
- Paz en la Araucanía: Hacer más visible y tangible el Plan Buen Vivir.
- Recuperar el futbol para sus hinchas y para la sociedad. Poner fin al modelo de “sociedades anónimas”.
- Acelerar el cumplimiento de las metas de vivienda y erradicación de campamentos. Generar un efecto reactivador con el plan de viviendas.
- Fortalecer los gobiernos regionales: Los territorios son prioridad. Proponer un conjunto de medidas de ejecución inmediata en cada región que emerjan de la coordinación con las autoridades y actores del territorio, como el presidente ya ha dispuesto en algunos casos.
Llamamos al gobierno a no retroceder ante la ofensiva conservadora de la derecha y de los poderes fácticos. El programa de transformaciones debe cumplirse y para ello su apoyo debe sostenerse principalmente en las organizaciones sociales, las mismas que se movilizaron el 18-O para exigir el término del neoliberalismo y el inicio de un sistema económico, social y político en que imperen la igualdad y justicia para todas las familias chilenas.
Nuestra tarea hoy como izquierda es solidificar y ampliar la base política y social del gobierno. Recuperar el nexo entre la agenda de gobierno y el sentir popular. Aumentar la eficacia en el día a día de los gobiernos central, regional y provincial. Solo con mas unidad y en dialogo con la sociedad y los movimientos sociales lograremos recuperar nuevamente la iniciativa.
Santiago, noviembre de 2022.
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Serafín Rodríguez says:
Tal vez la encuesta CADEM los ayude a ubicarse un poco:
https://cadem.cl/wp-content/uploads/2022/11/Track_PP_460_Noviembre_S1_V3.pdf