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Semitas, sionistas, nacionalistas, fascistas…

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«El término semita hace referencia a la familia de pueblos que se establecieron en Mesopotamia y el Oriente Próximo, miles de años antes de Cristo. Entonces, si de verdad existiera la raza semita, los primeros serían el pueblo árabe. El semita desciende de Sem, hijo de Noé. Abraham fue hijo de Tare, descendiente de Sem, y su primogénito fue Ismael, de quien proceden los árabes, y no Isaac, patriarca de los judíos”. (Raimundo Kabchi)

Parto recordando la polémica que surgió debido a que el presidente Gabriel Boric, se negó a recibir al embajador de Israel el día que éste presentaría sus cartas credenciales. La razón que expresó el presidente para no recibirlo, se debió a la información, la noche anterior, del asesinato de un joven palestino de 17 años por el ejército israelí.  “La Comunidad Judía en Chile”, atacó verbalmente al presidente Boric, acusándolo de que su acto había sido una afrenta para la comunidad judía en Chile, para el pueblo judío y que su actitud era de un antisemita.

Es típico de los jefes de Estado violadores de los derechos humanos, que cuando se les critica o se produce una afrenta contra su persona, que se escuden en el pueblo y digan que no es una afrenta contra él, sino contra su pueblo:

Reacción de Pinochet por su viaje frustrado a Filipinas: “De vuelta a Santiago, el presidente Pinochet declaró que la anulación de su visita era una «injuria» dirigida no ya contra su persona, sino contra todo Chile. Este país podría romper relaciones con Filipinas. Manila, que todavía no ha comentado su decisión, señaló que el jefe del Estado, Ferdinando Marcos, se encontraba «fuera de la capital atendiendo asuntos urgentes». El presidente chileno explicó también en unas declaraciones difundidas por los medios de comunicación de Chile que el fracaso de su gira había sido causado por las presiones ejercidas por las superpotencias, y pone de relieve que «el comunismo dominaba también la región del Pacífico». (El País, 25/3/1980)

El abogado Gabriel Zaliasnik (ex presidente de esa comunidad) se dio el lujo de increpar al presidente de la República declarando que “Boric en vez de preocuparse de un incidente menor, debía preocuparse de solucionar el problema de los portonazos y de la delincuencia en nuestro país”. Es decir, el señor Zaliasnik no sólo se permite darle instrucciones al presidente, sino en un acto que lo retrata de cuerpo entero, califica de un pequeño incidente, el asesinato de un joven palestino, desarmado, por parte del ejército criminal del Estado Sionista de Israel.

Es necesario aclarar que, la que se autocalifica como “la” comunidad judía en Chile, representa sólo a una parte de los judíos chilenos o residentes en Chile: es la que agrupa a los ultraconservadores, muchos de ellos militantes de la UDI. Además, fungen de agentes políticos del Estado sionista de Israel. Los judíos progresistas o de izquierda en nuestro país, se agrupan en la Comunidad Judía Diana Arón, periodista, militante de izquierda, detenida, torturada, asesinada y desaparecida por la dictadura cívico militar. De hecho, días antes del plebiscito de salida, cientos de judíos agrupados en dicha comunidad, firmaron una declaración ratificando su voto por el apruebo.

Y ya que hablamos de la dictadura criminal, comandada por Augusto Pinochet, es importante mencionar que más de treinta judíos, militantes de izquierda, fueron asesinados, varios, desaparecidos. Hace un par de días, se conoció la condena, después de 49 años, de los militares implicados en la Caravana de la Muerte: uno de los asesinados, el periodista y abogado Carlos Berger, marido de la actual diputada comunista Carmen Hertz. ¿Qué hicieron o han hecho los judíos de la extrema derecha para defender a sus compatriotas? Bueno, es cierto, en todas las religiones hay creyentes de diferentes ideologías políticas. Francisco Franco se hacía llamar caudillo de España por la gracia de Dios. El dictador de Guatemala Ríos Montt, decía que estaba ahí porque Dios lo había querido así. Pinochet, por su parte, expresaba que había llegado al poder, gracias a la Divina Providencia; todos ellos, profesaban la religión católica.

Volviendo a la cita en cursiva que inicia esta nota, respecto a la fórmula del antisemitismo, el abogado y experto en temas de Medio Oriente, Raimundo Kabchi, tiene una explicación: «Estados Unidos y Europa crearon una norma o delito que hace temblar a muchos: el antisemitismo (hostilidad hacia los judíos basada en prejuicios religiosos o étnicos). Es una creación imaginaria, porque no existe una raza llamada semita». (El Ciudadano, 2/4/2020)

De hecho, “los semitas occidentales más antiguos de que tenemos conocimiento, aparecen a finales del III milenio a.C. en el curso medio del Eufrates. Pertenecen al grupo llamado ‘amorrita’ que, más al sur, se relaciona con los orígenes de la grandeza de Babilonia, ya que el ilustre Hammurabi era miembro de una dinastía amorrita”. (1)

Sólo por citar algunos otros pueblos semitas, salto al I milenio a.C., en el que “existían varios pueblos semitas, como los fenicios, arameos, los árabes del norte y del centro y los árabes del sur” (2)

En Israel, el auge del ultranacionalismo

Éste es el título de un artículo del periodista Charles Enderlin, publicado en la edición de septiembre de Le monde diplomatique, del cual extraigo algunos párrafos que estimo muy esclarecedores de la situación actual de Israel.

“Las próximas elecciones legislativas tendrán lugar en Israel el 1° de noviembre, por quinta vez en algo más de tres años. Las encuestas confirman el avance de la derecha nacionalista con sus aliados de las formaciones sionistas religiosas -un fenómeno visible sobre todo entre los jóvenes de 18 a 25 años… Esta evolución es resultado, entre otras cosas, del arraigo de la ideología nacionalista religiosa en una parte de la sociedad israelí. Uno de los principales promotores de esta corriente no es otro que el israelí -estadounidense Yoram Hazony, que la diseminó dentro de las ultraderechas estadounidenses y europeas. Adoptada desde su publicación en septiembre de 2018 por los medios conservadores de Estados Unidos, su obra The virtue of nacionalism se convirtió en un best seller y fue traducida a una veintena de lenguas…

… Se convirtió en una referencia para gran cantidad de ultranacionalistas en el mundo entero y estaría en el origen de la ‘doctrina Trump” en política exterior. En Budapest tiene las puertas abiertas del presidente Victor Orban, que lo cita con regularidad…

… Hazony participó en la edición de A place among the nations, el libro programático del futuro primer ministro, cuya versión en hebreo se publicó en 1995. En el texto se adivina su mano ya en el modo de adaptar la historia a las propias teorías. Por ejemplo, la versión- muy discutida por los historiadores- según la cual, en la Antigüedad, no serían los romanos quienes habrían expulsado a los judíos de Palestina después de la revuelta judía de Bar Kokhba, en el año 135 de la era cristiana, sino los árabes al nacer el Islam, en 637. Otro ejemplo de la influencia de Hazony en esta obra: el pasaje en el cual Netanyahu afirma que “la izquierda israelí padecería una enfermedad crónica que afectaría al pueblo judío desde hace un siglo: el marxismo, que impregnaría los movimientos judíos de izquierda, de extrema izquierda y comunistas en Europa del Este”. Una aflicción que explicaría por qué, después de la guerra de junio de 1967, algunos israelíes de izquierda habrían querido restituir los territorios conquistados…

En The Jewish State. The Struggle for Israel’s Soul, publicado seis años más tarde, Hazony devela y analiza lo que considera lo que es el gran complot contra la naturaleza judía de Israel. La conspiración se remontaría a los años 1920 con la creación de la Universidad Hebraica de Jerusalén por parte de grandes intelectuales judíos entre los cuales estaba Judas Leon Magnes, un judío estadounidense, rabino reformado, pacifista y enemigo del nacionalismo, así como el filósofo Martin Buber, apóstol de una entente con los árabes, partidario de un Estado binacional… Más recientemente, Assa Kasher, profesor de filosofía en la Universidad de Tel Aviv, se habría vuelto culpable de defender la naturaleza democrática de Israel: ‘Un estado judío en el pleno sentido del término, es un Estado cuya naturaleza social procede de la identidad judía de los ciudadanos. En un estado judío y democrático, la naturaleza del Estado, no está determinada por la fuerza sino por la libre elección de los ciudadanos’. (Hazony) se ofusca: ‘Kasher afirma que un Estado ‘judío y democrático’ es un país en el cual los habitantes son judíos y el Estado una democracia universalista. En otros términos, ¡un Estado ‘judío y democrático’ es un Estado no judío…

La lista de enemigos de un Israel conforme con las visiones de Hazony es larga. Los jueces de la Corte Suprema van a la cabeza con Aaron Barak, quien definió así los valores de Israel en tanto que judío: ‘Son esos valores universales comunes a los miembros de una sociedad democrática’. Los principales escritores israelíes no escapan a la estigmatización. Hazony los acusa de rechazar el concepto mismo de Estado judío. Entre ellos Amos Oz, quien considera el nacionalismo como una maldición de la humanidad…

Y un último párrafo del artículo de Enderlin publicado en LMD:

“En razón con sus vínculos con Estados Unidos, con los republicanos y con la derecha judía, Hazony es un elemento central del ecosistema ideológico sionista religioso creado a lo largo de los años y compuesto por rabinos mesiánicos y organizaciones ultranacionalistas. El Tikvah Fund, creado en 1998, lo financia en su mayor parte con fondos provenientes sobre todo de donantes ricos estadounidenses. Fundado en 2012, el Kohelet Policy Forum es el think tank sionista religioso que, según el diario Haaretz, dirigiría secretamente la Knesset (Asamblea, parlamento unicameral).

Entonces, ¿quiénes son los antisemitas y los que, con sus acciones, favorecen la discriminación que sufren los judíos por parte de racistas o xenófobos ignorantes, que asemejan al pueblo judío con el Estado sionista de Israel?

Estimados lectores: ¿se preguntaron en algún momento cómo era posible que el presidente Zelensky, judío de tomo y lomo, conviviera y su gobierno fuera apoyado por los comandos nazis enquistados en las fuerzas armadas ucranianas? Los Dioses los crían y el ultranacionalismo los junta.

 

  • Henry-Charles Puech (director), Historia de las religiones, Siglo XXI, México, 1986, V ed., 12 vols., pp. 11-14.
  • Ibidem, pp. 26-65.

 

Por Hugo Murialdo 

 

 

 

 

Periodista, escritor, magíster en Ciencias de la Comunicación y magíster en Filosofía Política

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