Italia y Chile, dos puntas tiene el camino. Mussolini y Pinochet esperan en cada una de ellas
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De vez en cuando, y no es de común ocurrencia, detengo mi tozuda labor de articulista para echar un vistazo a lo que he escrito años ha, lo que significa revisar la línea de mi trabajo a objeto de confirmar que ella no ha variado sustancialmente. Junto a eso, lo relevante es comprobar también que el susurro de mis letras no está solo ni aislado.
Nadie es dueño de mis pensamientos, nadie puede ser responsable de mis ideas. Con mayor razón entonces se hace necesario confrontarlas con lo que otras personas manifiestan en sus propios trabajos escriturales y de investigación y extensión.
He sido muy crítico –e incluso audaz- en varias de mis notas publicadas en la prensa independiente al referirme al proceso político encabezado y administrado por la Concertación de Partidos por la Democracia, misma que luego derivó en otro organismo: Nueva Mayoría. En alguna ocasión, ciertos ‘concertacionistas’ me salieron al camino para insultarme por mis “análisis”, muy especialmente por aquellos que acusaban el bamboleante camino de una Concertación que finalmente entregó sus banderas a los habitantes de la trinchera del frente.
Pero, he podido constatar que el susurro aquel de mis letras no está solo ni es un árido murmullo en el desierto. Una voz importante, reconocida y respetada internacionalmente, vino en mi socorro. ¿Cómo ocurrió? Mejor dicho, ¿cuándo y por qué ocurrió?
El reciente triunfo electoral del neofascismo italiano que encumbra a Giorgia Meloni como posible primera ministra en el gobierno de ese país, permitió preguntarle a don Manuel Fernández Canque, chileno residente en Italia, cuál era su visión de tan desgraciado evento.
Antes que usted, estimado lector, pregunte: “¿y quién diablos es Manuel Fernández Canque?”, me permito informarle que se trata de un profesional de alto nivel, Licenciado en Historia en la Universidad de Chile y Doctor en Historia Económica por la Universidad de Glasgow (Escocia), a la vez que Profesor de Economía en The United College of the Adriatic, Italia, e Investigador Adjunto en el Instituto de Estudios Internacionales, Universidad Arturo Prat, Iquique, Chile.
Pues bien, respecto de la pregunta lanzada a Fernández Canque sobre el triunfo del neofascismo en Italia, la respuesta que nos entregó es la que transcribo a continuación.
<<Cuando triunfó la Unidad Popular en Chile, en Italia estaba en proyecto «il compromesso storico«: una unión de las fuerzas de izquierda con los progresistas de los otros partidos para realizar grandes cambios en la sociedad y un gran revolucionario que era el Secretario General de Partido Comunista -Enrico Berlinguer- dijo que Chile era «la anteprima» o el anticipo de lo que luego sucedería en Italia.
<<Pero ahora la situación se ha revertido y este siniestro resultado –el triunfo electoral del neofascismo y Georgia Meloni- parece ser la «anteprima» de lo que puede suceder en Chile con el retorno de José Antonio Kast y la ultraderecha en las próximas elecciones presidenciales del 2024.
<<Como en Chile, los partidos de izquierda aquí en Italia se disolvieron en la nada y ya no existen ni socialistas ni comunistas como fuerzas sociales de izquierda; todos los partidos de la izquierda histórica se aburguesaron como los de la Concertación en Chile. Y también como en Chile, los socialistas, por ejemplo, no tienen ninguna vigencia histórica.
<<En general, no existe ningún movimiento realmente de izquierda, excepto en ínfimos grupúsculos, y la sociedad entera es fácil presa de los mismos discursos que en Chile son grito y plata para los derechistas: la delincuencia y la «invasión de inmigrantes que vienen a robar, violar y vivir a costas del estado».
<<Esa gran debilidad de las fuerzas de izquierda permite que ocurra lo impensable: el retorno del fascismo; porque en realidad lo son. Se acabará el derecho al aborto, los matrimonios gais y tantas otras libertades mientras morirán por cientos los inmigrantes que naufragan en el Mediterráneo y que antes eran rescatados por naves de la Marina italiana. Muchos seguidores de la Meloni son fascistas duros-duros.
Pero hay que seguir..>>
Lo dicho…afortunadamente mi voz no está sola, ni mis humildes letras tampoco.
Por Arturo Alejandro Muñoz
Gino Vallega says:
La izquierda ha muerto. VIVA la izquierda!