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Chile post Rechazo: bajo la Doctrina del Shock

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Los primeros efectos del rechazo a la nueva constitución comienzan a decantarse y proyectarse. Tras el golpe inicial, después de las reflexiones y los análisis, empiezan a observarse las reales consecuencias de un evento que podría extenderse por años, acaso por décadas. A poco más de una semana del plebiscito constitucional podemos percibir que no solo ha sido el rechazo a un nuevo texto constitucional sino el repudio a una propuesta política que permitía canalizar el malestar neoliberal.

 

Qué pasó. Hay decenas de opiniones y análisis que circulan por las redes y medios. Muchas de ellas apuntan al texto constitucional, el énfasis en la plurinacionalidad y en aspectos identitarios en desmedro de un énfasis económico y social. Otras señalan la falta de comunicación, al abuso de las fake news desde las derechas, la burda pero no por ello menos efectiva campaña del terror, a la escasa movilización desde el apruebo pese a las encuestas y la certeza de no pocos expertos en el triunfo del rechazo.

 

Todo evento de grandes proporciones tiene también grandes efectos. La doctrina del shock nos dice que tras el cataclismo o derrota hay un duelo, un trance aprovechado por los triunfadores. Mientras las organizaciones, colectivos, partidos por el apruebo y hasta el gobierno intentan asumir la intensidad del golpe, será la derecha, todo el aparato estatal y mercantil empresarial, el denominado el establishment, el sector que se apropie del rechazo y de su proyección al futuro.

 

Las consecuencias serán enormes y tal vez muy extendidas. Alberto Mayol estima que a las izquierdas le tomará décadas rearmarse, otros hablan de una oportunidad única perdida, o cómo nos farreamos el cambio. Pero si el golpe es duro para los sectores políticos de izquierda lo es aún mayor para las organizaciones y colectivos que han visto esfumarse demandas por décadas levantadas. Grandes corrientes por los cambios, desde la paridad, el derecho a las identidades, la plurinacionalidad, la autodeterminación, por los derechos sociales y sindicales, por los derechos de la naturaleza, de los animales, por el acceso al agua como derecho humano han visto frustrados sus esfuerzos transformadores.

 

La exitosa campaña comunicacional contra la Convención Constitucional, pauteada por los exconvencionales de las derechas a los medios de comunicación, no se ha detenido y es muy probable que no amaine. Un proceso muy útil que irá desde el desprestigio de las personas a sus demandas. Para que nunca más, por lo menos en el corto y mediano plazo, se hable de plurinacionalidad, paridad e identidades.

 

Ninguna de las demandas por cambios puede esperar porque son parte de una evolución histórica. Pero ello no significa que las derechas y el establishment los frenen mientras les sea posible hacerlo. Aquel voto por el rechazo de cuatro millones de electores apolíticos o subpolíticos será interpretado con el cinismo tan propio de las derechas. Esas personas, la gran mayoría pobres, vulnerables y temerosas, al votar rechazo también han votado por la mantención del modelo de mercado. Para las derechas políticas, el sector privado, el establishment neoliberal y el uno por ciento más rico, no les será difícil decir que existe un 62 por ciento de la población que apoya el statu quo de mercado. Un argumento, por cierto bien reforzado y amplificado por sus medios de comunicación, muy útil para iniciar un proceso gatopardista o reformista. Chile Vamos lo ha dejado bien claro esta semana: no nos dejaremos pautear “por el gobierno” ni por nadie. Y como colofón del cinismo: Haremos lo que ha votado el país.

 

En el terreno político todos los apetitos están desatados en las derechas. Los Amarillos por Chile anuncian la creación de un partido, la senadora Ximena Rincón y el democratacristiano Matías Walker se acercan a Chile Vamos y los republicanos ya están activos en las calles. Un crecimiento que requiere necesariamente una ofensiva contra Gabriel Boric. Y si el gobierno ha venido dando tumbos desde hace meses, a partir del 5 de septiembre las cartas ya están echadas. El nombramiento de dos nuevas ministras de la exconcertación y el anuncio de ratificación del TPP es una clara expresión del momento. El establishment neoliberal ha salido intacto de este trance que se arrastra desde el 2019.

 

Las derechas quieren más. Es evidente que hoy la estrategia es desarmar la coalición de gobierno y la táctica más recurrida es la demonización del Partido Comunista. Los ataques de esta semana contra la ministra Camila Vallejo, no conocidos hasta ahora, señalan hacia dónde se mueve la sombra de las derechas.

 

La pérdida que ha sufrido el pueblo chileno es de una magnitud difícil de dimensionar. Por el momento  y en el corto y mediano plazo no habrá salida ni cauce para resolver las demandas del 18-O. La propuesta de nueva constitución está destruida, el gobierno del Frente Amplio y los otrora dirigentes estudiantiles está arrinconado y neutralizado, las izquierdas no tienen ni presencia ni incidencia con un movimiento social en shock.

 

¿Y el modelo neoliberal? Bien gracias. La inflación es la mayor en décadas, hay una recesión anunciada para el 2023 y los índices de indigencia y pobreza se vuelven a levantar.

 

Por Paul Walder

Periodista

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  1. «No es la conciencia del hombre la que determina su ser, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia». (Carlos Marx, Prólogo a Contribución crítica de la economía política).

  2. ¡No estoy hablando de usted, Patricio; sino de nuestra sociedad! ¡No sea autorreferente! Estoy hablando de una sociedad nefastamente engañada por un liderazgo que alguna vez fue centroizquierdista pero que se viró total y solapadamente a la derecha, como lo podemos ver por sus resultados (legitimación, consolidación y «perfeccionamiento», del modelo neoliberal impuesto por la dictadura, a través de sus cinco períodos de gobierno) y por los reconocimientos que, de tanto en tanto, se les «salen» a varios de sus destacados líderes (Boeninger, Foxley, Correa, Tironi, Brunner, Eyzaguirre, etc.). Y que, desgraciadamente, hoy sustenta un sexto período de gobierno, donde tanto por la presencia de altos dirigentes laguistas y bacheletistas en su conducción, como por sus actitudes adoptadas, nos revelan que estamos en un sexto gobierno concertacionista-nuevomayoritario, ampliado esta vez al FA. Por cierto, por este camino es seguro que seguiremos en el futuro previsible, consolidando el «modelo chileno». ¡Aprendamos algo de nuestra historia reciente!…

  3. Gracias Q. Y es bueno recordar el significado de «voluntarismo», de acuerdo a la RAE: «Actitud que funda sus previsiones más en el deseo de que se cumplan que en las posibilidades reales». Y también es muy pertinente traer a cuento el notable aserto de Mark Twain: «Es más fácil engañar a la gente que convencerla que ha sido engañada».

  4. Don Patricio:
    El voluntarismo es desastroso en política, como en la vida en general. Por ese voluntarismo hemos creído SIEMPRE en el mal menor desde 1993, contribuyendo también nosotros a perpetuar la obra de la dictadura que se preserva hasta hoy (AFP, Isapres, Plan Laboral, ley minera, etc. etc.). Creer una vez estaba plenamente justificado (Aylwin) pero cuando se vio bajo su gobierno que el objetivo de la Concertación era claramente legitimar y consolidar el modelo neoliberal impuesto por la dictadura, el seguir creyendo en ella, o en su vástago frenteamplista -y ahora con su engendro de «proceso constituyente»- no sólo no tiene ningún sentido, sino que contribuye a perpetuar el «modelo chileno». Ahora con Marcel, Tohá, Uriarte, Monsalve, Pacheco, etc. Para generar una verdadera alternativa a ello, lo primero es no seguir auto-engañándose al respecto.

    • Patricio Serendero says:

      Don Felipe:
      Usted está equivocado o utiliza mal el vocablo «voluntarismo». Según la RAE voluntarismo es todo esto:
      1. m. Teoría filosófica que da preeminencia a la voluntad sobre el entendimiento.
      2. m. Doctrina que, según el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, sostiene el predominio de la voluntad en la sustancia y constitución del mundo.
      3. m. Doctrina teológica para la cual todo depende de la voluntad divina.
      4. m. Actitud que funda sus previsiones más en el deseo de que se cumplan que en las posibilidades reales.
      Imagino yo que la única definición que podría aplicárseme en este caso es la última. Solo que yo no estoy haciendo previsiones de nada tal como dice la definición. De la derechización total de este gobierno que tenía un discurso de cambio- ese si voluntarista -yo mismo he escrito en este diario varias veces. No hay por lo tanto auto-engaño ninguno. Estoy apenas diciendo que en una situación de derrota, como es la inexistencia de un partido verdaderamente de izquierda chilena hace ya muchos años, la lucha por intentar organizarse y crear conciencia es el único camino para poder llegar a eso. Como vé, no hay allí previsión alguna. Apenas una propuesta de trabajar, trabajar y trabajar, con muchos tropiezos y avances. Es la única manera que conozco en la vida para conseguir algo.
      Lo que sí es voluntarista es pensar que de alguna manera que no sabemos, ni tampoco proponemos, es que algo mágico ocurrirá para que las cosas puedan cambiar en el futuro.
      Mientras tanto, seguimos escribiendo notas aquí, donde solo nos leemos y discutimos los viejos que participamos. El Chile real ese, poco lee. Y mucho menos nuestro querido Clarín lamentablemente.

      • Don Patricio Serendero, es muy, muy bueno leer definiciones y luego ponerlas como evidencias para contrarrestar el argumento de otra persona. Muchas veces se aprende algo nuevo.
        Primero, Voluntarismo, es el deseo de hacer algo (voluntad) sin tomar en cuenta lo que el intelecto ha razonado. Por ejemplo, ir con el neoliberalismo aurque el intelecto nos dice que no es bueno para la sociedad. Otro ejemplo, un vehículo en llamas y adentro hay una persona, el intelecto nos dice que es contrario a nuestra seguridad y salud tratar de rescatar a la persona, pero el deseo de proceder al rescate ( voluntad) es superior, en muchos casos, al razonamiento del intelecto. Por lo tanto, por 47 años en Chile el voluntarismo se ha opuesto al razonamiento, lo que ha permitido que en nuestro Chilito florezca y permanezca el neoliberalismo por mucho tiempo.

  5. Patricio Serendero says:

    No puede tener más razón en su análisis Paul Walder.
    Y a los críticos que en cualquier circunstancia nos dicen metafisicamente que nada cambia hay que recordarles lo que respondió el sabio a los guardianes del sistema que afirmaban que la Tierra era el centro del Universo y no se movía: «Y sin embargo, se mueve». Claro, no al ritmo que le gustaría a algunos. Pero se mueve. La sociedad en su conjunto y cada una de sus partes. La lucha social y política es la expresión de ese movimiento. Así como lo son las revoluciones y contra-revoluciones, que representan saltos violentos en dichos procesos. Aquellos que dicen aquí que esto nunca cambiará están profundamente equivocados. Solo que ese cambio supone no sentarnos en la puerta de la casa a esperar ver pasar el cadáver de nuestro enemigo político e ideológico.
    Y a aquellos que decían y continúan a decir que daba lo mismo quien ganara en este plebiscito, pueden constatar a la luz de lo acontecido apenas de transcurrida una semana desde este, que ahora es mucho peor que lo que hubiese sido con el triunfo del Apruebo.
    Invito sinceramente a esos críticos a militar en un partido, o a crear uno que les venga en ganas. A actuar políticamente. Pero que no sigan criticando comodamente desde su escritorio sin hacer nada más que eso: criticar. Eso no sirve para hacer caminar ni acelerar ningún proceso social. En verdad, más bien estorban.

  6. Don Q (¿Ramón Román?): Pareciera que estamos de acuerdo en el fondo. Chile es una virtual dictadura (De acuerdo a Ricarte Soto y José Maza, «la Corea del Norte del capitalismo») en que pocos grandes grupos económicos son los verdaderos dueños del país y tienen a su servicio a dos derechas que legitimaron, consolidaron y «perfeccionaron» el modelo neoliberal impuesto por la dictadura a partir de 1990, a través de un sofisticado sistema aparentemente democrático. La revuelta social de 2019 conmocionó al país, pero, con el maquiavélico acuerdo del 15 de noviembre entre las dos derechas (al que penosamente se sumaron, primero el FA y luego el PC) los grandes grupos económicos van a mantener su gigantesca hegemonía en el futuro previsible. Incluso, si hubiese ganado el Apruebo, el diseño garantizaba que NINGUNA ley que intentara aplicar la «nueva Constitución» podría haberse aprobado sin la aquiescencia de la derecha más tradicional, sin tener que contar siquiera con la derecha concertacionista…

    • Felipe Portales, totalmente de acuerdo, es una dictadura comandada por las dos derechas y mantenida con parchesitos económicos, no suficientes, para el populacho. Pero a no olvidar, esta dictadura la mantiene tambien la mayoría de los chilenos, los cuales, la poderosa clase media entre ellos, lo están pasando picho y no quieren por ningún motivo que alguien o un grupito ( comprobado con el resultado del plesbicito) les venga mover el piso.
      Las dos derechas saben que hay que mantener cualquier coyuntura fuera de la ecuación y es por eso que tratan de mantener al populacho un poco apaciguado con algunas reformas, pero como siempre en todas partes hay grupos que están en desacuerdo con este sistema y se levantan, pero no son suficientes y además los intelectuales que debieran demostrar el camino para llevar este descontento a buen recaudo son muy pocos y solamente se hacen conocer con sus ideas en diarios como este. Las dos derechas no son estúpidas y conocen la historia de los trabajadores y saben como mantenerlos tranquilitos. Dígame, don, ¿cuántos sindicatos apoyaron el movimiento de Octubre? ¿Cuántos sindicatos hicieron una campaña abierta para que ganara el apruebo? Este sistema, don, tiene para largo en este Chilito nuestro, y como añoro el tiempo en que la conciencia popular se demostraba con solidaridad.. Lea la opinión del caballero de abajo y vea como sutilmente cree que los que cirticamos el sistema somos los culpables del sistema. De acuerdo, don, con Apruebo o sin apruebo, lamentablemente, el sistema está totalmente atornillado en nuestro Chilito, y este tormillo son la mayoría de los chilenos con sus partiditos de derecha.

  7. Primero, don Paul, en Chile se creó un fenómeno social que es el efecto de 47 años de lavado continuo de cerebro de que cualquier cambio a la estructura económica neoliberal, inevitablemente llevaría al caos y a la falta de todos los productos de primera necesidad, por lo tanto, los chilenos no están divididos en derechas o izquierdas, sino en los chilenos que se agrupan con cualquier sistema de poder que no los deprive de lo poco o mucho que tienen. Es decir, el contexto en que se mueven los chilenos es el neoliberalismo y la mayoría de los chilenos que nacieron y se desarrollaron en este sistema, NO HAN EXPERIMENTADO OTRO SISTEMA, por lo tanto, cualquier movimiento que les venga a mover el piso, va a ser rechazado mayoritariamente, si es que el sistema les ofrece el canal, como el plebiscito, de expresarse. Termino con esto; la supuesta derecha está dividida en partdos que tienen la misma ideología, pero que esta división se hace para atraer a los chilenos que no se sienten identificados con los dueños de todo. Los partidos de la supuesta izquierda tambien está dividida en cualquier cantidad de partiditos, con la misma finalidad de las divisiones derechistas, pero que promenten, si alcanzan el poder, de hacer pequeñas reformas al sistema que les va a aliviar un poquito la subsistencia diaria.
    Resumiendo, don Paul, en Chile los partidos tienen supuestas ideologías políticas, diferentes con cada otro partido, pero que en el fondo están todos aglutinados en el sistema neoliberal, y si hay tantos partidos, luego, los chilenos son tambien parte de esta aglutinación de los partidos y del sistema neoliberal.
    Don Paul, mi pequeña y humilde opinión está apoyada en datos reales: EL RESULTADO DEL PLEBISCITO, y por más que le busquen otras explicaciones, la quinta pata del gato, no las van a encontrar a menos que abran los ojos y vean la realidad del Chile actual.

  8. Creo que los árboles no nos dejan ver el bosque. Es el poder quien genera una nueva Constitución; no una nueva Constitución quien genera el poder…

    • Don Felipe Portales, totalmente cierto lo que usted escribe, pero en Chile el poder lo genera una mayoría que no desea cambios fundamentales al sistema socio, político y económico que rige Chile y a todos los chilenos. Como usted mismo lo describe en una lectura, los chilenos son como las olas del mar, pa’llá , pa’cá y esos movimiento son causados por lo que los chilenos perciben que un movimiento les va a traer algunos beneficios, peo si no es asi, luego, van para el otro lado que si promete algo que los chilenos creen que van a conseguir con el momivientito, y asi sucesivamente, ya que el sistema neoliberal se mantiene con promesas nunca cumplidas y en el intertanto un grupito se hace cada vez más rico. ¿Los partidos polticos de izquierda? Son partidos totalmente necesarios para mantener viva la esperanza de los que creen que pueden cambiar este sistema neoliberal y que los partidos de la supuesta izquierda apaciguan un poquito la ira de un pequeño grupo, creando organizaciones de cambio, como esta nueva Constitucion, que es como la pomada para el dolor de los callos, pero que no curan los callos. En Chile, don Felipe, no hay árboles, por lo tanto no hay bosque, luego , todo se ve clarito si alguien quere realmente ver.

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