Plebiscito de salida y la incertidumbre por un resultado abierto
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Las señales de cara al resultado del plebiscito de salida de la Nueva Constitución del domingo 4 de septiembre son ambiguas y no sin ciertas contradicciones. La sociedad chilena saldrá toda a emitir su voto obligatorio en un clima de tensión política, acaso polarización, no alcanzado en décadas. No es una exageración comparar el referéndum del domingo con aquel plebiscito para la continuidad del dictador en 1988, hace más de 30 años.
A escasas horas de la apertura de las mesas de votación las encuestas que circulan de forma más o menos privadas han comenzado a reducir la distancia entre el Rechazo y el Apruebo, margen que semanas atrás mostraban holgado. Una tendencia que se estrecha pero difícilmente tampoco puede levantarse como una certeza.
De forma paralela a los números y proyecciones levantadas por estos sondeos está la aparición de una sociedad espontáneamente movilizada por el Apruebo, manifestación que no se ha expresado en el Rechazo con actos muy puntuales poco concurridos. Este fenómeno se vivió en toda su magnitud el jueves por la noche en el multitudinario acto por el cierre del Apruebo en Alameda con Santa Rosa en Santiago, con medio de millón de personas registradas en las diversas imágenes aéreas capturadas desde ese atardecer.
A estas incertezas se agrega la obligatoriedad del voto para el plebiscito, que reduce las líneas de comparación directas con las elecciones presidenciales recién pasadas que dieron el triunfo a Gabriel Boric. Especialistas y cientistas políticos estiman que el porcentaje de votación se elevará este domingo hasta un 75 por ciento, rango que es difícil distribuir de forma anticipada. Hay un voto oculto que puede favorecer a cualquiera de las dos opciones n la papeleta.
“En esta elección votarán los frecuentes, los ocasionales, y quizás algunos de los que no han votado nunca. Es la segunda vez en la historia que todos los chilenos inscritos y con voto voluntario son llamados a las urnas. Votarán entre 11 y 12 millones de votantes”, escribió esta mañana en twitter Marta Lagos.
Se ha dicho que la prensa escrita tradicional, las radios y la televisión han mostrado de manera palmaria su apoyo a las posiciones conservadoras y de derecha que buscan mantener la constitución de Pinochet reformada por Ricardo Lagos. Una campaña abierta que se comprende como una estrategia más por el Rechazo que ha trascendido de los medios habituales a las redes sociales que amplifican y también distorsionan todas esta narrativa.
Este es posiblemente uno de los aspectos más graves de este proceso plebiscitario. Lo es porque se ha cruzado la línea de la información y la opinión para entrar con fuerza en el terreno de la fake news, de la manipulación y la evidente mentira. Un flujo de información tendenciosa y abiertamente falsa circula por la redes, los medios de comunicación y sus plataformas, actores políticos irrelevantes pero levantados de forma artificial por los medios, hasta las mismas encuestadoras. Una circulación y su retroalimentación que se ha convertido en estos meses y semanas en un ruido estridente para doblegar y convencer al elector a favor del Rechazo.
Tanto ha sido esta torcida campaña por redes, que hasta un grupo de miembros del Congreso de EEUU manifiestaron su preocupación a los CEO de Facebook, Twitter y TikTok, por la campaña de desinformación sobre la nueva Constitución en Chile a través de sus plataformas. Llamaron a tomar acciones.
Gino Vallega says:
Se imagina los CEO de facebook, twitter y tik tok, preocupados de no informar las fake news de la derecha neoliberal, para igualar la información con la izquierda rojacomunistarusachina? Un cago de risa!