Los Saharauis abandonados en el desierto: siempre más solos
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Ante la disminución de las contribuciones financieras y el deterioro de la situación nutricional en los campos de refugiados saharauis, los refugiados corren el riesgo de sufrir más inseguridad alimentaria y desnutrición.
“La solidaridad internacional es crucial para revertir el rápido deterioro de la situación nutricional en los campos de refugiados, con efectos duraderos para la población, especialmente los niños”, dijo en un comunicado, Alejandro Álvarez, Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Argelia.
Por la situación de los refugiados saharauis, estancados en el desierto del Sahara desde más de 40 años, parece no existir luz al final del túnel.
El equipo de la ONU y otros actores humanitarios se enfrentan a importantes déficits de financiación empezado por la pandemia de Covid-19. La especulación en el aumento mundial de los precios de los alimentos y combustible, efectos de la guerra en Ucrania, no han ayudado en que as cosas mejoren.
Es en este contexto que ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hacen un llamado sobre la situación: actualmente la reducción del 75% en las raciones de alimentos mensuales hace que ya los saharauis no tengan nada para sobrevivir.
“Esta situación ha afectado profundamente a todos los sectores de la asistencia humanitaria, provocando impedimentos preocupantes para el acceso de los refugiados a alimentos, agua, salud, nutrición, educación y otros servicios esenciales para el sustento”, agregó Álvarez.
Mientras tanto, “la reducción forzada del 75% en las raciones vitales mensuales del PMA es motivo de especial preocupación, ya que representa menos de la mitad de la ingesta calórica diaria recomendada por persona”.
A partir de ahora, cada beneficiario recibe menos de 5 kg de ración, frente a los 17 kg previstos por persona y mes.
Los resultados preliminares de la misión de evaluación conjunta sobre nutrición realizada hace seis meses también revelan un deterioro de la situación nutricional.
Según la ONU, la mitad de los niños de 6 a 59 meses son anémicos, uno de cada tres sufre retraso del crecimiento y solo uno de cada tres niños recibe la dieta diversa mínima que necesita para crecer y desarrollarse saludablemente.
El gobierno argelino y los donantes internacionales han mostrado una solidaridad constante con los refugiados saharauis a través del apoyo humanitario durante más de cuatro décadas. Aunque los fondos para la ayuda alimentaria se han duplicado a $39 millones este año, de casi $20 millones antes de la pandemia, la situación no deja de empeorar.
Los campos de refugiados han acogido a mujeres, niños y hombres durante 47 años cerca de la ciudad de Tindouf, en el oeste de Argelia, que dependen principalmente de la ayuda humanitaria para su alimentación y sustento.
“No es tanto el covid en sí que ha afectado al pueblo saharaui, sino que los cierres y los recortes de proyectos de cooperación que han golpeado duro a la sobrevivencia de los saharauis en los campamentos: tanto en la falta de medicamentos que de alimentos”, nos había explicado durante nuestra visita a los campamentos Mohamed Fadel Henia, director del hospital de Rabouni, en los campamentos de Tindouf.
Una situación estancada
El Sahara Occidental sigue siendo considerado por Naciones Unidas como un territorio no autónomo que debe ser descolonizado mediante el ejercicio del derecho a la autodeterminación. La Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) fue creada con este propósito en 1991.
Desafortunadamente, todos los intentos de la ONU de llegar a una resolución del conflicto no fueron concluyentes hasta el día de hoy. La desesperación del abandono ha seguramente tenido su peso cuando, a final del año pasado, a principio de noviembre 2020, el cese del alto al fuego entre Marruecos y el Frente Polisario ha sacado del polvo del desierto a una guerra que se había logrado parar durante muchos años y que ya, aunque silenciada, es de nuevo una actualidad.
Actualmente, un Enviado Especial ha sido nominado, Staffan de Mistura. Sin embargo, toda legitimidad del derecho internacional parece invisible a todos aquellos países siguen explotando los recursos saharauis, y nadie apoya realmente un proceso de resolución por este pueblo.
“Usted, cuando le quitan a su casa, va luchar con uñas, pies, porque no puedes dejar a nadie que le quite a su casa, y aún menos su tierra, es una condición de existencia. Porque si no existes no eres nadie”, nos compartía en febrero Mohamed Fadel Henia, director del Hospital Central de Rabouni, en los campamentos de refugiados en el sur de Tindouf adonde los saharauis se encuentran aparcados por la comunidad internacional desde más de 45 años. “¿Que quiere el pueblo saharaui? Un referéndum, cualquier solución pacifica que respete a nuestro pueblo y a los acuerdos hechos antes las Naciones Unidas hace demasiados años. Porque, al contrario, no nos quedaremos con las manos cruzadas”.
Explotar recursos que no nos pertenecen: el viejo juego del capitalismo
Actualmente 70 empresas extranjeras explotan a los recursos de los territorios del Sahara Occidental ocupados, y eso a pesar de la resolución 1803 (XVII) de Naciones Unidas, la cual afirma que “la violación de los derechos soberanos de los pueblos y naciones sobre su riqueza y recursos naturales es contraria al espíritu y los principios de las Naciones Unidas y obstaculiza el desarrollo de la cooperación internacional para la preservación de la paz”.
Aquí van sus nombres:
- Sinofert. (China)
- Coromandel International. (India)
- Nutrien LTD (Canadá)
- Almstom (Francia)
- Engie (Francia)
- San Leon Energy (Irlanda)
- Gamesa. (España)
- Kosmos Energy. (EE.UU)
- TOTAL. (Francia)
- ONHYM. (Marruecos)
- LongreachOil and Gas Ventures. (Australia)
- Azura. (Francia)
- Idyl. (Francia)
- Siemens. (Alemania)
- Deutsche Bank. (Alemania)
- Acciona. (España)
- Abengoa. (España)
- AlstomWind. (Francia)
- Kerr-McGee. (EE.UU)
- OCP Maroc. (Marruecos)
- Atwood Oceeanics. (EE.UU)
- FMC Foret. (España)
- Jealsa. (España)
- EuroPacífico. (España)
- Granintra. (España)
- IsoFotón. (España)
- ISUSA. (Uruguay)
- Metalex. (México)
- Deval Shipping and Trading. (Turquía)
- Ership. (España)
- Pequiven. (Venezuela)
- Gildo. (España)
- NETMAR. (España)
- Tamoil Sakia. (Libia)
- Meripul. (España)
- PotashCorp. (Canadá)
- Derhem Seafood. (Marruecos)
- King Pesca. (España)
- TROULO. (España)
- Lifosa. (Lituania)
- TGS-Nopec. (Noruega)
- EDF Energies. (Francia)
- VESTAS. (Dinamarca)
- Theolia. (Francia)
- ACWA Power. (Arabía Saudí)
- FuGro. (Holanda)
- Thor Marino. (Dinamarca)
- Wessex Exploration. (Reino Unido)
- Cairn Energy. (Escocia)
- Island Oil. (Chipre)
- Terra Sola Groupe AG. (Bahráin)
- Innophos. (EE.UU)
- Tripoliven. (Venezuela)
- Agrium Incorporated. (Canadá)
- Incitec Pivot. (Australia)
- Ballance Agri-Nutrients. (Nueva Zelanda)
- Nareva Holding. (Marruecos)
- GDF Suez. (Francia)
- Pura Vida Energy. (Australia)
- Freeport-McMoRan. (EE.UU)
- TAQA. (Emiratos Árabes Unidos)
- KFW Bank. (Alemania)
- BEI. (Europa)
- DLM Maroc. (Marruecos)
- Mitsui & Co. (Japón)
- Enel Green Power. (Italia)
- General Electric. (EE.UU)
- Al-Ajial Funds. (Marruecos)
- International Power Ltd. (Reino Unido)
- Cognis. (Alemania)
A veces… me pregunto si los intereses económicos seguirán siendo siempre más importantes de los derechos humanos…