Carta de Aucán Huilcaman a a María Odette Morales Baltra
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De mi mayor consideración.
A pesar que no la conozco a usted, sin embargo, escuche sus declaraciones sobre los Pueblos Indígenas en general y de los Mapuche en particular en relación a la Nueva Constitución Política Chilena. Pero conocí a su madre, en una gran movilización que realizamos los Mapuche en la ciudad de Temuco, en la etapa final de la dictadura militar del general Pinochet. Yo en ese entonces, era menor de edad.
A raíz de sus declaraciones que ha hecho sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, en relación a la «plurinacionalidad» y a la «justicia indígena», he tomado la decisión de escribirle, porque quisiera verificar y constatar si lo hace por desconocimiento, o porque le ha nacido las odiosidades raciales del roto Chileno y/o está defendiendo sus intereses patrimoniales que lo ha adquirido de manera irregular en el Wall mapuche, aunque la izquierda no le ha usurpado las tierras a los Mapuche, a diferencia de la derecha política.
Si eventualmente fuere por ignorancia, seria entendible de mí parte, porque todo desconocimiento es superable, además aprovecho recomendarle a que se ponga al tanto, sobre las normas emergentes del derecho internacional que establecen los derechos de los Pueblos indígenas, que incluso van más allá de la simple «plurinacionalidad» que a usted le causa tanta reacción, la Plurinacionalidad es un mero formalismo en esta Constitución Política, porque prevalece la supremacía Nacional Chilena. El derecho internacional ha restablecido el derecho a la «libre determinación de los Pueblos Indígenas», es decir, el Pueblo Mapuche tiene la facultad, autoridad y el mandato para constituir su propio gobierno, sin quedar sujeto a la nueva, o la actual y/o la futura Constitución Política Chilena. Todo depende de su voluntad colectiva y su capacidad orgánica sin ser sometido a ningún tipo de plebiscito, exceptos entre ellos mismos. Mas todavía el derecho internacional. ha reconocido los Parlamentos celebrados entre el sistema colonial hispano y ratificado por el Estado Chileno hasta 1825. Estos instrumentos ponen de relieve que los Mapuche ejercieron soberanía territorial y política y ahora lo pueden materializar con o sin Plebiscito que usted cuestiona.
Todos estos derechos que le menciono son reconocidos por el derecho internacional. Además, se lo digo, porque yo fui durante 19 años de mi vida, colegislador de estas normas del derecho internacional como es la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas adopta el día 13 septiembre 2007 y la Declaración Americana sobre los derechos de los Pueblos Indígenas adoptado en junio 2016 y el protocolo de Nagoya entre otros, que conforman un «estatuto jurídico de los Pueblos Indígenas» en la actualidad.
Usted se sorprenderá, pero todas estas normas que le menciono transitaron por el sistema multilateral que crea el derecho internacional. Además, seria incomprensible que el mundo, adoptara normas sobre los derechos indígenas, en contra de Chile y afectar su patriotismo. Estas normas representan el «consenso internacional contemporáneo», es decir, usted, por mucha convicción de izquierda que tuviera, estaría claramente en contra del consenso internacional guiado por la Carta de Naciones Unidas.
Señora María Odette Morales, le adjunto lo que establece el derecho internacional sobre los Pueblos Indígenas y que usted desaprueba con tanta liviandad: «Afirmando que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos y reconociendo al mismo tiempo el derecho de todos los pueblos a ser diferentes, a considerarse a sí mismos diferentes y a ser respetados como tales».
En segundo lugar, pareciera que no tan solo ha usted, le ha nacido las odiosidades que permanece de manera subyacente en los distintos estamentos de la sociedad chilena con los Mapuche y/o los Pueblos Indígenas. Por lo mismo, con mucha razón la comunidad internacional ha entendido que el racismo y las odiosidades raciales trascienden a las posiciones ideológicas y políticas y trascienden a la defensa de los intereses patrimoniales de cualquier grupo y en cualquier parte del mundo.
También tengo en cuenta que la gente humilde del Pueblo en varios momentos históricos en Chile, han sido utilizado para actuar odiosamente en contra de otros grupos y me refiero a las actuaciones del Roto Chileno tanto en Lima, Perú y seguidamente en la denominada «Pacificación de la Araucanía» en donde no solo los militares participaron y cometieron el crimen de genocidio que permanece en completa impunidad, sino, Cornelio Saavedra en su paso por Chillan abrió las cárceles de esa ciudad para realizar la supuesta pacificación. Ese espíritu se ha vuelto a manifestar el año 2019, cuando un grupo de comunidades Mapuche ocupaban pacíficamente el Municipio de Curacautín, Traiguén y Victoria, en donde se manifestó las odiosidades raciales sin límite y ahora la escucho a usted.
Me ha llamado la atención que la ex ministra de relaciones exteriores señora Soledad Alvear, tome una posición típica de «barra brava», alrededor de su palabra anti indígena que usted ha manifestado. A este respecto, toda ex autoridad, tiene un compromiso de no hacer resaltar las odiosidades raciales en contra de ningún grupo. Porque las odiosidades raciales no son legítimas, no tienen fundamentos, por eso, la comunidad internacional ha puesto a los grupos y a los gobiernos medidas y herramientas para sancionar conductas odiosas y raciales.
Usted votara por el rechazo, a partir de algunos derechos que incluye la Nueva Constitución Política Chilena sobre los Pueblos Indígenas y no ha hecho ninguna referencia de otros derechos del pueblo chileno y que son muy valiosos.
Señora María Morales. Lo que a usted le parece inaceptable en la Nueva Constitución Política, es todo lo contrario. Le pongo, al tanto, que los convencionales Chilenos y los «Escaños Reservados» han afectado los derechos más relevantes del Pueblo Mapuche, entre ellos, han mutilado el derecho a la libre determinación y en otras disposiciones han establecido la autonomía territoriales indígenas, tal cual están, son muy similares a las «Reservas Indígenas de los Estados Unidos», serán autonomías tuteladas y lo definirá el Parlamento Chileno que hoy es abiertamente negacionista y está dispuesto a seguir militarizando el Wall mapuche. También han omitido el crimen de genocidio, que es la causa principal de las actuales tensiones y controversias, además de la tierra y el delito de Genocidio, constituye una condición previa para instaurar una paz firme y duradera en la Araucanía. Asimismo, han omitido la Soberanía Territorial Mapuche reconocida jurídica e internacionalmente por los Parlamentos o Tratados.
Le debo comentar que el movimiento por la autodeterminación Mapuche del cual soy parte, ha sostenido que apoya una Nueva Constitución Política para el Pueblo Chileno y que se aleje de la constitución de 1980 de la dictadura militar.
Finalmente le comento, para que usted sepa, el movimiento por la Autodeterminación apoya los derechos del «Pueblo Chileno» contenidos en la Nueva Constitución Política. Pero no va a consentir los derechos del Pueblo Mapuche, por su carácter colonial y limitado.
Antes de decirle Peukallal, porque su Madre Mireya Baltra nos dijimos Marry marry y Peukallal, le pediría que me haga llegar una dirección para compartir mis comentarios o un libro que estoy escribiendo sobre los derechos del Pueblo Mapuche en la Nueva Constitución y preliminarmente lo he titulado «Dos siglos de negacionismo a un Colonialismo Constitucional Chileno».
AUCAN HUILCAMAN PAILLAMA
Encargado de la Relaciones Internacionales
Consejo de Todas las Tierras.
We Tripantu Pukem Kuyen
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Florencio Macci says:
La pobre mujer María Odette es víctima del síndrome de Estocolmo, se enamoró de la siniestra y canalla dictadura que persiguieron y encarcelaron a su Madre, ahora como toda enamorada irracional caída en perversión se une a sus maltratadores…Dios le perdone