Guerra ruso ucraniana

La guerra de Ucrania y el cambiante orden mundial

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La ilegal guerra rusa en Ucrania está acelerando los cambios en el orden mundial, forzando un nuevo equilibrio de poderes. Los países y los analistas valoran las implicaciones de este reequilibrio para posicionarse ante estos significativos cambios. Ucrania está devastada; Rusia es el agresor y sufrirá las consecuencias a largo plazo; la OTAN, liderada por EE UU, se ha fortalecido y está forzando un reequilibrio de fuerzas; Europa está sufriendo una crisis de seguridad humana y una remilitarización; China ha tomado una decisión estratégica; la India, como muchos países del sur global, se enfrenta a la presión geoestratégica mientras define su posición. ¿Cuáles son estos cambios, sus implicaciones y consecuencias?

Los motivos de Rusia para lanzar esta guerra contra Ucrania incluyen una mezcla de aspiraciones de proyectar el estatus y la visión de poder imperial de Rusia; ampliar la influencia y el apoyo a las minorías étnicas rusas y a otras minorías descontentas en las antiguas repúblicas soviéticas; recrear una esfera de influencia rusa para contrarrestar la de Occidente en Eurasia; oponerse a la expansión de la OTAN, especialmente a la inclusión de Ucrania; intentar destruir la infraestructura militar ucraniana para imponer la neutralidad antes de que la OTAN pueda socavar a Rusia, y crear una zona-tapón en el este de Ucrania para la seguridad rusa en la región del Dombás con las provincias de mayoría étnica rusa de Donetsk y Luhansk, que se han declarado independientes, y Crimea, todo lo cual da a Rusia el control estratégico sobre el Mar Negro.

Es poco probable que Rusia logre todos estos objetivos. Por el contrario, esta guerra asimétrica, como muchas otras antes, tendrá efectos debilitadores a largo plazo, tanto para Ucrania como para Rusia, como consecuencia de las sanciones y el aislamiento que impone Occidente a Rusia. El mundo, pero sobre todo los países en desarrollo, se enfrentan a la continua volatilidad de los precios del petróleo, la escasez de cereales, las interrupciones en la cadena de suministros y la estanflación económica. Esta guerra tiene graves consecuencias a nivel internacional y modifica el orden mundial que examinamos.

El plan estratégico a largo plazo de EE UU




EE UU es clave en la planificación, el desarrollo y el resultado de esta guerra que le ha dado la oportunidad para renovar su estrategia global. La preparó promoviendo una continua hostilidad hacia Rusia durante dos décadas; proporcionando respaldo material, como las armas modernas, ayuda, asistencia y asesoramiento a Ucrania, al menos desde 2014 1/; antes y durante la guerra, promueve su inigualable influencia diplomática y su convincente narrativa sobre la democracia frente al autoritarismo, el bien frente al mal, y ahora está impulsando un plan a largo plazo para la nueva fase de la política internacional. Durante muchos años, Rusia creyó que la Guerra Fría había llegado a su fin con el colapso de la URSS y trató de negociar con EE UU. Pero para EE UU la Guerra Fría no había acabado. Siguió viendo a Rusia como una amenaza para una OTAN liderada por EE UU.

El presidente Biden define la nueva fase para lograr la primacía mundial como “competencia estratégica” 2/. El personal estratégico de Washington lo define como “Competencia de Grandes Potencias” o GPC 3/. La fase geoestratégica anterior (2001-2021), denominada “guerra contra el terrorismo”, había terminado. La retirada de las tropas estadounidenses y de la Misión de Apoyo Decidido de la OTAN en Afganistán en agosto de 2021 pareció cutre, derrotista y apresurada, pero se ajustó al plan. Biden ya había declarado en su documento “Interim National Security Strategic Guidance”, de marzo de 2021, que la dinámica global había cambiado y que EE UU necesitaba recuperar su ventaja estratégica. Para ello, el primer paso era retirarse de las guerras eternas de la devastada región de Oriente Medio (Asia Occidental). Sin embargo, el largo enfrentamiento y aislamiento de EE UU con Irán sigue siendo su principal interés en la región.

Para EE UU, la preocupación central en la Competencia de Grandes Potencias es China. Un gran número de documentos y discursos, desde la declaración de Obama sobre el “reequilibrio” y el “eje hacia Asia”, así lo indican 4/. “The Air Sea Battle Doctrine” [un elemento fundamental de la estrategia militar de EE UU] de 2010 situó a China como el centro de una confrontación híbrida y militar. La administración Biden ha agrupado a China y a Rusia como objetivos, yendo más allá de lo practicado por la administración Trump, cuya posición parecía contradictoria en cuanto a su política hacia Rusia. Sin embargo, el Estado profundo [Deep state] estadounidense es coherente: “Hoy en día, todos los campos están en disputa: el aire, la tierra, el mar, el espacio y el ciberespacio” 5/. La conclusión es que el contrincante es China y Rusia es la principal amenaza secundaria.

Los estrategas estadounidenses están convencidos de que una larga guerra en Ucrania debilitará irremediablemente a Rusia. Ucrania está siendo fuertemente armada por EE UU y la OTAN, ya que el general Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, declaró ante el Congreso de EE UU que este conflicto duraría años y que EE UU y la OTAN estarán “involucrados en esto durante mucho tiempo” 6/. En este caso, EE UU calcula que Rusia supondrá un esfuerzo económico para China y la alianza estratégica Rusia-China se vuelve unilateral y, por lo tanto, beneficiosa para la primacía de EE UU y la competencia con China.

La agresión rusa ha dado a EE UU la oportunidad de su ya planeada competencia estratégica

La agresión rusa ha dado a EE UU la oportunidad de su ya planeada competencia estratégica. La indignación pública en torno a la guerra de Ucrania ha atenuado la virtual guerra civil entre demócratas y republicanos formando un consenso bipartidista. El presupuesto de defensa y la ayuda militar de EE UU a Ucrania se han incrementado, las sanciones contra Rusia aumentan, la economía rusa muestra signos de estrés, la ciudadanía rusa está dividida, ya que mucha gente se opone a esta guerra. La estrategia global de EE UU sigue adelante, pero no es indiscutible.

Estados Unidos como líder de Europa

Con el objetivo de prepararse para la competencia de grandes potencias con la doble amenaza de Rusia y China, Biden ha pedido en repetidas ocasiones a sus aliados que contrarresten la amenaza rusa y “se preparen juntos para la competencia estratégica a largo plazo”, así como que hagan frente a los “abusos y coacciones económicas del Gobierno chino que socavan los fundamentos del sistema económico internacional” 7/. Ahora, los socios europeos están abiertos a aumentar los presupuestos de defensa, Alemania ha aumentado su gasto en defensa y ha modificado las disposiciones legales para proporcionar armas a un país (Ucrania) en conflicto. El oleoducto Nord Stream de Rusia no se ha puesto en marcha. Francia, que se mosqueó cuando EE UU le excluyó del acuerdo sobre submarinos nucleares con Australia, al firmar el acuerdo entre EE UU, Reino Unido y Australia (AUUKUS), ha vuelto al redil.

Ya no se habla de los Acuerdos de Minsk I y II que fueron la esperanza de una paz negociada dirigida por Francia y Alemania con Ucrania y Rusia. Estados como Polonia ven con buenos ojos la renovación de las bases y el aumento de la actividad de la OTAN en Europa Central y Oriental. La agencia estratégica de las selectas potencias europeas está en marcha. Sin embargo, la mayor parte de Europa sigue sin querer formar parte de la estrategia de EE UU para obtener la primacía. Son conscientes de que la interdependencia y el desarrollo europeos necesitan un compromiso sostenible con Rusia y Eurasia en su conjunto.

Competencia de grandes potencias en el Asia-Pacífico

La atención de la competencia de las grandes potencias y de la OTAN se centra en el Pacífico asiático en torno al Mar de China meridional y Taiwán. Los principales aliados de EE UU –Australia, Nueva Zelanda, Japón, República de Corea y Singapur– han impuesto sanciones a Rusia y consideran a China como la principal amenaza. La militarización se está intensificando con el pedido por parte de Australia de submarinos nucleares a EE UU y Reino Unido y la creación de una fuerza espacial, algo que ni se planteó durante el periodo de la Guerra Fría 8/. La asociación QUAD [cooperación informal] de EE UU, Japón, India y Australia ha realizado ejercicios militares en la región. China considera que la QUAD y el AUUKUS son alianzas “casi OTAN”. La posición estrictamente neutral de India durante la guerra de Ucrania ha sacudido a los socios de la QUAD. No se descartan otras minialianzas de este tipo.

Desglobalización

La economía política internacional está cambiando de rumbo para adaptarse a la competencia estratégica. Tras cuarenta años de globalización, Occidente ha calculado que ha salido perdiendo frente a China, India y otros países emergentes. Para traer de vuelta la fabricación, está estudiando un mayor proteccionismo y barreras arancelarias como parte de un proceso de desglobalización 9/. Aquí también se presenta a China como la principal amenaza, pero las economías emergentes se verán afectadas por las sanciones impuestas a Rusia, que afectan al comercio mundial y a las cadenas de suministro y de valor. Los acuerdos comerciales, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica entre EE UU y los países asiáticos, se presentan como el cerco a una China económicamente injusta.

La Ley de Competencia Estratégica del Senado, de 2021 10/, sitúa a China como un país hostil, una amenaza y perversa para los intereses de EE UU, donde las negociaciones no son posibles. Los países menos desarrollados son los que más sufren, ya que recientemente han sido testigos del proteccionismo en materia de vacunas, donde la política de Occidente ha venido a ser: cuando el mundo sufra una pandemia, despliega tus barreras (el intento de India y Sudáfrica de obtener exenciones especiales en el TRIP [acuerdos sobre patentes], apoyado por un centenar de países en desarrollo, sigue bloqueado). Dentro de esta fase de desglobalización, la práctica económica y financiera neoliberal continúa con reglas para coordinar estrechamente con las empresas multinacionales y las IFI [instituciones financieras internacionales] y otorgarles una dirección estratégica.

La respuesta china

China reconoce que es el principal adversario de EE UU en la competencia de grandes potencias; la focalización sobre Rusia es temporal, mientras que la coerción estratégica contra China es constante. China no ha nombrado a Rusia como agresor en la guerra de Ucrania, se ha opuesto a la expansión de la OTAN y a las sanciones, y pide una solución diplomática al tiempo que reconoce las “legítimas preocupaciones de seguridad” de Rusia. La conversación de Xi con Biden mostró la repetición de la hostilidad fría 11/. Si Biden advirtió a China sobre el apoyo material a Rusia, Xi, a su vez, advirtió a Biden sobre “jugar con fuego” en Taiwán diciendo: “Quien ponga el cascabel al tigre tendrá que quitárselo” 12/. China está construyendo sus defensas mientras Estados Unidos prioriza su presencia militar en Asia-Pacífico y crea una coalición internacional para aislar a China y Rusia.

China no quiere que le encorseten con Rusia y hace valer su posición soberana

China no quiere que le encorseten con Rusia y hace valer su posición soberana. China llama a esta guerra “la situación”, ha apoyado a Rusia en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General de la ONU. Estados Unidos le ha advertido de las posibles “implicaciones” y “consecuencias” 13/. Los estrategas chinos creen que los intentos de EE UU de debilitar la asociación chino-rusa, que se describe como una asociación “sin límites”, no pueden tener éxito porque Rusia le da contenido estratégico, responde a sus necesidades energéticas y alimentarias y puede ayudarles a enfrentarse a cualquier amenaza de EE UU 14/. Rusia y China llevan años poniendo en marcha instituciones para el comercio en monedas locales, como el comercio entre el rublo y el renminbi. Los chinos han elegido un bando. En Asia-Pacífico está claro que todas las partes se están preparando para las oportunidades y los desafíos 15/. Los chinos observan lo que está pasando y, como dicen, analizan sus capacidades y esperan su momento.

India, el sur global

EE UU busca formar una coalición internacional contra Rusia que se integre en su competencia estratégica a largo plazo. EE UU no está dispuesto a tolerar la neutralidad, el no alineamiento o la autonomía estratégica que caracteriza las posiciones adoptadas por India y muchos países en desarrollo. El intento de forjar un mundo multipolar por parte de varios países como los del BRICS se ve seriamente amenazado. La visión estadounidense de un mundo unipolar renovado exige lealtad.

La posición neutral de India, sus abstenciones durante las votaciones en el Consejo de Seguridad y las resoluciones de la ONU que condenan la invasión rusa han atraído la atención internacional. India está sometida a una presión extraordinaria por parte de EE UU y sus aliados. El círculo íntimo de Biden, desde el secretario Antony Blinken, Victoria Nuland y otros, trabaja para convencer a India que cambie su posición, que Biden ha calificado de “inestable”.

La posición de India es la de equilibrio entre Rusia, que es un socio estratégico históricamente probado, y EE UU, un nuevo aliado estratégico con el que India está forjando lazos dadas sus tensiones no resueltas con China y Pakistán. India necesita ambas asociaciones y no le queda otro camino que la neutralidad.

Las relaciones de India con Rusia en materia de defensa, hidrocarburos y comercio no pueden peligrar cuando el 50% de la defensa india procede de Moscú. India está aprovechando sus relaciones con EE UU para asegurarse de que las mismas no pueden ir en detrimento de su asociación con Rusia o con el sur global. En India existe un consenso de las fuerzas políticas sobre esta posición de neutralidad.

Los estrategas indios creen que no pueden involucrarse en las guerras que libran las grandes potencias. En un mundo multipolar, inestable y no normativo, con muchas incertidumbres, India necesita caminar por la cuerda floja y centrarse en el crecimiento interno. India intentará mantener la neutralidad estratégica como parte de su objetivo. Incluso cuando se ha unido a la QUAD, ha tratado de limitar esta agrupación a ejercicios militares sin objetivos, centrándose en la tecnología, el clima y el comercio. La posición de India es similar a la de muchos países del sur global.

A grandes rasgos, los países del sur tienen cuatro posturas diferentes, como se ha puesto de manifiesto en las votaciones de la Asamblea General de la ONU y en las declaraciones al respecto.

Unos pocos condenan la agresión rusa e imponen sanciones (Japón, Corea del Sur, Singapur, Camboya, Fiyi, Kenia). Un segundo grupo, más numeroso, condena la invasión, la cubre con declaraciones sobre las “legítimas preocupaciones por la seguridad” de Rusia, se opone a las sanciones y mantiene la neutralidad (la mayor parte de la ASEAN, muchos países africanos y latinoamericanos). El tercer grupo, de unos 40, ha adoptado la neutralidad y el silencio estratégico, absteniéndose en la ONU (Asia meridional, Brasil, Laos, Mongolia, Vietnam, India, Sudáfrica, varios países africanos y latinoamericanos). El cuarto grupo, más pequeño, sigue simpatizando con las posiciones rusas (China, algunas repúblicas de Asia Central).

A pesar de que los países en desarrollo están comprometidos con la salvaguarda de la soberanía nacional (están a favor del derecho internacional, ya que protege a los pequeños Estados vulnerables, y se oponen a los movimientos secesionistas que amenazan con romper los Estados –muchos países en desarrollo se enfrentan a movimientos de secesión–), han optado por la neutralidad. Las razones son, entre otras, que muchos de estos países dependen de Rusia, especialmente para el comercio de armas y el abastecimiento de hidrocarburos, cereales, fertilizantes y otros productos básicos.

La posición de EE UU y la expansión de la OTAN se ven como una continuidad del Gran juego sustituido por la competencia entre grandes potencias. La mayoría de los países del sur tienen poco interés en participar en una guerra entre Rusia y la OTAN liderada por EE UU, de la que Ucrania es la víctima. El discurso de los estrategas vinculados a estos países ha argumentado que los intereses de seguridad de Rusia son legítimos; ningún país puede tolerar que le apunten con misiles en su frontera y una alianza militar en expansión: la OTAN. El sur ha sido testigo de dos décadas de llamamientos, conversaciones y concesiones rusas y cree que EE UU podría haber ayudado en la resolución del conflicto y en los Acuerdos de Minsk (2104). Están a favor de la propuesta de Ucrania como zona neutral. Quieren un compromiso rápido y volver a la diplomacia.

A diferencia de los países de Europa Central y Oriental, los países en desarrollo no ven a Rusia como una amenaza o como una antigua potencia colonial y racista. La ayuda incondicional al desarrollo de Rusia y China favorece a muchos países menos desarrollados. Solo en los últimos veinte años, Rusia mantuvo su ayuda durante las intervenciones de EE UU y la OTAN, las revoluciones de colores, el cambio de régimen y los bombardeos en Irak, Líbano, Libia, Yemen, Afganistán y otros. Por ejemplo, solo el presidente Obama lanzó 20.000 bombas 16/. La declaración pública de Madeleine Albright (1996) de que las sanciones que habían provocado la muerte de miles de niños iraquíes “habían merecido la pena” 17/ impactó en las mentes del sur global.

El sur ha interiorizado las contradicciones y el doble rasero de los fundamentos morales cuando los principios normativos de los derechos humanos no coinciden con los intereses geoestratégicos; por ejemplo, en la cuestión de Palestina o el apoyo de EE UU a Arabia Saudí en su guerra contra Yemen. No se equivoquen, los regímenes del sur no se basan en valores normativos: fundamentalmente, se basan en sus intereses nacionales y en la estabilidad de su propio régimen. Quizá, si tuvieran la oportunidad, también tomarían medidas imperiales similares a las de las grandes potencias. Pero la historia les ha dado un lugar en este orden mundial jerárquico y desigual, y justifican y legitiman sus posiciones con ejemplos normativos.

Esta guerra amenaza el régimen internacional de no proliferación y anima a muchos países a mejorar sus capacidades nucleares

Está claro que los países del sur no son parangones de las virtudes normativas. Principalmente son los movimientos sociales y por la paz, muchos de los cuales están bajo presión en el sur, quienes apoyan los valores normativos. La democracia por la que dice luchar EE UU se está vaciando internacionalmente y esta guerra puede aumentar esa tendencia.

La consecuencia más nefasta de esta guerra es la posibilidad de ampliar el teatro de la guerra más allá de las fronteras de Ucrania. Ha sido un acto prudente asegurarse de que ningún acto provoque dicha expansión, aunque algunas partes puedan estar interesadas en una guerra más amplia. Al mismo tiempo, ninguna de las partes ha cedido en los compromisos que son esenciales para una resolución sostenible y digna.

Esta guerra amenaza el régimen internacional de no proliferación y anima a muchos países a mejorar sus capacidades nucleares. La imagen de la ampliación de la influencia de Rusia, la gran estrategia de EE UU de competencia a muerte con China y los designios imperiales regionales de otras grandes potencias tienen el potencial de reavivar la guerra convencional e híbrida. EE UU, por ejemplo, no tiene una amenaza existencial o de seguridad en Europa, pero a nivel interno tiene una amenaza existencial en el clima y la crisis económica. Está claro que las amenazas existenciales para todos los pueblos son el cambio climático, la destrucción de la ecología, la creciente desigualdad social entre las naciones y dentro de ellas. Esto es lo que hay que abordar.

Conclusiones

La injustificada agresión de Rusia a Ucrania ha llevado a la devastación de un país independiente, Ucrania. A largo plazo, Rusia va a sufrir el desgaste provocado por ella, ya que Occidente le excluye de muchos sistemas financieros globalizados. El movimiento de EE UU hacia la primacía mundial se ha acelerado. Como hemos mostrado, muchos países están calibrando sus posiciones. La huella de carbono de esta guerra y la acelerada militarización global son un paso atrás para los objetivos de un futuro común para la humanidad. Las alianzas militaristas como la OTAN u otras necesitan reflexionar sobre su papel exclusivo y negativo. No hay alternativa a una seguridad común y colaborativa inclusiva. Además, el doble rasero en la aplicación de los derechos humanos y las guerras de agresión selectivas contra Estados más pequeños por parte de las grandes potencias han llevado a una deslegitimación de las instituciones multilaterales y a un mundo inseguro para todo el mundo. Si se trata de una guerra para salvar la democracia y los derechos humanos, los organismos internacionales como la ONU y el Consejo de Seguridad deberían democratizarse. Las personas refugiadas de todos los países deben ser tratadas con respeto y se debe comenzar a implantar normas para un sistema mundial más equitativo.

 

 

Anuradha M. Chenoy es profesora emérita de Jawaharlal Nehru University (Nueva Delhi), especialista en Rusia y Asia Central, Género y relaciones internacionales

The Russia-Ukraine War and the Changing World Order

Traducción: viento sur

Notas:

1/ Véase, por ejemplo, los comentarios de varios importantes estrategas estadounidenses como Chas Freeman, “Russia” en Global Affairs, octubre-diciembre de 2021, 130 en https://eng.globalaffairs.ru/wp-

2/Biden, Joe, “Interim National Security Strategic Guidance”, Casa Blanca, marzo de 2021, en: https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/03/NSC-1v2.pdf

3/Servicio de Investigación del Congreso de EE UU, “Informe al Congreso sobre la competencia de grandes potencias”, diciembre de 2021. En: https://s3.documentcloud.org/documents/21170190/renewed-great-power-competition-implications-for-defense-issues-for-congress-dec-21-2021.pdf consultado el 16 de marzo de 2022)

4/Hoja informativa de la Casa Blanca (2015) “Advancing the Rebalance to Asia and the Pacific”, 16 de noviembre, Washington, en: https://obamawhitehouse.archives.gov/the-press-office/2015/11/16/fact-sheet-advancing-rebalance-asia-and-pacific

5/“Estrategia de Defensa Nacional 2018”, Resumen en: https://obamawhitehouse.archives.gov/the-press-office/2015/11/16/fact-sheet-advancing-rebalance-asia-and-pacific

6/General Mark Milley, “Testimonio ante el Congreso de EE UU”, 5/04/2022, citado en CBS News en: https://www.cbsnews.com/news/ukraine-conflict-years-mark-milley-house-armed-services-committee/

7/Biden, Joe (2021) Discurso en Múnich, en: https://www.business-standard.com/article/international/biden-urges-european-allies-to-prepare-strategic-competition-with-china-121021901535_1.html

8/https://www.abc.net.au/news/2022-03-21/defence-dutton-flags-future-trump-space-force/100927320

9/Kornprobast, Markus y Wallace, John (2021) Deglobalization? The future of the liberal international order. Chatham House, en: https://academic.oup.com/ia/article/97/5/1305/6363969. Véase también el número especial de International Affairs (Reino Unido) sobre la desglobalización, septiembre de 2021, nº 27 Volumen, 5.

10/Ley de Competencia Estratégica, 2021, en: https://thediplomat.com/2021/04/senates-strategic-competition-act-will-make-china-us-relations-worse-not-better/

11/Reunión Biden-Xi, 19/03/2022, BBC en: https://www.bbc.com/news/world-asia-china-59301167

12/Xi Jinping, citado en Times of India, en: https://timesofindia.indiatimes.com/world/us/china-snubs-us-says-he-who-tied-bell-to-the-tiger-must-take-it-off/articleshow/90329640.cms

13/The Guardian, en: https://www.theguardian.com/us-news/2022/mar/13/jake-sullivan-biden-national-security-adviser-china-russia

14/Hu Xijin, (2022) “Russia is a crucial partner for China in deterring US”, Global Times, en: https://www.globaltimes.cn/page/202203/1256525.html

15/Declaración conjunta de Putin y Xi del 4/02/2022, en la que se acuerdan muchos temas, entre ellos la no intervención extranjera en la CAS y la oposición a la expansión de la OTAN. Sitio web del presidente: http://en.kremlin.ru/supplement/5770

16/Agherholm, Harriet (2017) “Maps show where president Barak Obama dropped his 20.000 bombs”, The Independent, Reino Unido, en: https://www.independent.co.uk/news/world/americas/us-president-barack-obama-bomb-map-drone-wars-strikes-20000-pakistan-middle-east-afghanistan-a7534851.html )

17/https://www.newsweek.com/watch-madeleine-albright-saying-iraqi-kids-deaths-worth-it-resurfaces-1691193

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profesora emérita de Jawaharlal Nehru University (Nueva Delhi), especialista en Rusia y Asia Central, Género y relaciones internacionales

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