Política Global

Tiroteo en el Día de la Independencia de Estados Unidos; 6 muertos y 30 heridos

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Para marcar el 246 aniversario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, el presidente y todo político electo –desde legisladores federales a alcaldes de pueblitos– emitieron declaraciones patrióticas y participaron en actos decorados por los colores nacionales, hubo fuegos artificiales y competencias de quién podía comer más hot dogs; también fuego real de armas en otro tiroteo masivo más.

En Highland Park, un suburbio de Chicago, al comenzar el desfile del 4 de julio la mañana de ayer se escucharon balas y cundió el pánico con participantes y familias huyendo, mientras un hombre joven blanco disparaba un rifle –una de las alrededor de 400 millones de armas de fuego en manos privadas de este país– desde una azotea, matando a seis e hiriendo a más de 30.

Varias comunidades alrededor de Chicago cancelaron sus festividades mientras las autoridades lanzaron una búsqueda masiva del sospechoso y en la noche anunciaron el arresto de un hombre blanco de 22 años de edad. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, declaró que es devastador que una celebración de Estados Unidos fuera destrozada por nuestra plaga singularmente estadunidense.

El tiroteo masivo es sólo uno más de los 309 (según cifras del Gun Violence Archive) que ya han ocurrido este año en Estados Unidos, incluyendo dos recientes, uno en una primaria en Uvalde, Texas, otro en un supermercado en Buffalo, Nueva York, que sacudieron al país e intensificaron el debate sobre el control de armas de fuego.

Éstas siguen siendo un símbolo nacional con el que nació el país, y el patriotismo oficial siempre incluye un elogio de las fuerzas armadas y la idea de las armas como defensa de la libertad inmiscuida en el mito oficial desde la guerra de la independencia hasta hoy contra enemigos como Rusia.

De hecho, el mensaje de festejo del 4 de julio de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) este lunes fue: somos un país por las almas valientes con armas que valoraron y lucharon por nuestra libertad.

Y los productores de la película Top Gun, sobre aventuras bélicas estadunidenses, no dudaron en usar el 4 de julio para promover su obra.

El presidente Joe Biden emitió su mensaje del 4 de julio desde la Casa Blanca declarando que Estados Unidos es una gran nación, somos gente buena, y subrayó que nunca he sido más optimista sobre el país. Sin embargo, también fue obligado a expresar su horror ante la insensata violencia por armas de fuego y reiteró su compromiso de batallar contra la epidemia de violencia cometida con esos artefactos”.

Pero como es tradición, elogió a los miembros de las fuerzas armadas, que han comprometido sus vidas para defender nuestro país y la democracia alrededor del mundo. Otros integrantes de la cúpula política ofrecieron variaciones sobre estas fórmulas retóricas aparentemente obligatorias aunque aún no queda claro quién las está escuchando.

El optimismo patriótico del presidente y otros políticos no es compartido por tres cuartas partes del país. En este aniversario del nacimiento de su república, una abrumadora mayoría de estadunidenses –casi 74 por ciento, según el promedio de las principales encuestas de la semana pasada– opina que el país procede en una dirección equivocada. Un 87 por ciento dice estar insatisfecho con como van las cosas, según el sondeo más reciente de Gallup.

Y frente a la retórica oficial, hubo toda una gama de mensajes disidentes ayer. Shannon Watts, fundadora de Moms Demand, parte del movimiento por el control de más armas, tuvo una respuesta muy escueta y patriótica al mensaje de amor a las armas de la NRA: “Fuck. You”.

El autor indígena Nick Estes recordó que ayer hace casi 250 años, “esclavistas blancos llamaron a las naciones originarias de este continente ‘indios salvajes despiadados’ en su Declaración de Independencia. La contrarrevolución de propiedad sobre nuestras tierras se inició mientras ellos declaraban que ‘todos los hombres son creados iguales’”.

Suenan la alarma sobre la veloz erosión de la república

Muchos observadores destacados siguieron sonando la alarma sobre la acelerada erosión de la república estadunidense al marcar este Día de la Independencia. Señalaron que los ataques conservadores contra los derechos fundamentales incluyendo el del voto, el de las mujeres para decidir sobre sus propios cuerpos, reveses en intentos para controlar aun mínimamente las armas de fuego, como también limitar la autoridad del gobierno para combatir el cambio climatico entre otros, sólo empeorarán en el futuro inmediato.

De hecho, señalan que en las próximas elecciones intermedias, en noviembre en las que está en juego toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, los republicanos tienen una alta probabilidad, por ahora, de retomar una o ambas cámaras. El sitio de análisis y pronósticos políticos FiveThirtyEight da a los republicanos un 87 por ciento de probabilidad de ganar la cámara baja y un 55 por ciento de reconquistar el Senado.

Es más que plausible que estemos procediendo hacia una era de mayor autoritarismo, más represión y sufrimiento. El progreso logrado por Estados Unidos a lo largo del último medio siglo en ofrecer protecciones legales y participación democrática a personas que no son blancas, ni cristianas, heterosexuales, ricos y hombres ya se está desvaneciendo, comenta el periodista y profesor Peter Beinart.

Preguntado cuál sería su mensaje este 4 de julio para los estadunidenses que están perdiendo esperanza en su país ante todo este panorama, el filosofo político Cornel West respondió en entrevista con MSNBC: “primero debemos tener un compromiso incondicional con el empoderamiento de gente común aquí y alrededor del mundo. La esperanza sólo se puede hallar en nuestras acciones… la esperanza es un verbo… no un optimismo abstracto. No soy optimista sobre Estados Unidos. (pero) soy un prisionero de la esperanza; creo que dentro del imperio estadunidense, en su experimento democrático, siempre hay seres humanos valientes y visionarios de todos los colores que están dispuestos a dar todo por el amor y la justicia”.

Por lo menos, y aunque había nerviosismo por lo ocurrido cerca de Chicago en la mañana, los espectaculares fuegos artificiales de Nueva York ofrecieron unos minutos de distracción al frágil estado de la república en su Día de Independencia.

En México, el canciller Marcelo Ebrard informó de la muerte de un mexicano en el tiroteo registrado en Highland Park. Otros dos connacionales resultaron heridos y fueron hospitalizados, recibiendo la asistencia consular necesaria.

Por David Brooks

Con información de Eduardo Murillo.

Fuente: La Jornada

Corresponsal de La Jornada en Nueva York

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