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Enfurruñado, amorrado, taimado: no me inviten, por favor

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos

Ricardo Lagos responde con una pataleta a la idea de invitar a los expresidentes a la entrega pública de la propuesta de nueva Constitución que debería reemplazar a la Constitución de Pinochet, pero que está firmada por él.

En una ceremonia faraónica el expresidente Lagos afirmaba el 17 de septiembre de 2015:

“Chile cuenta desde hoy con una Constitución que ya no nos divide…Nuestra Constitución no es más un dique en la vida nacional; la vida nacional puede fluir ahora como un río por este cauce constitucional”.

Falso.

Pocos años más tarde, ese río se desbordaría dejando de manifiesto que la firma del presidente Lagos no era suficientemente poderosa como para destilar de pinochetismo un cuerpo constitucional que sí divide los chilenos y que sí es un dique para la vida nacional.

Digamos, para la vida digna, con derechos y un destino en el que estuviéramos todos incluidos.

Con sus debilidades y falencias, el borrador de la Constitución que emanó de una Convención Constitucional, con falencias y debilidades, es la demostración palmaria del fracaso de un presidente que se creyó un Padre Fundador y no fue sino un socialista que terminó obnubilado por el poder de sus otrora enemigos, y atrapado en un ego descomunal.

Lagos y los presidentes que administraron la posdictadura blanquearon con sus consignas y puños en alto, con sus Marsellesas y cuentos heroicos, el sistema que terminaría con nuestro país destinado a ser un exportador de materias primas, sin industrias estratégicas, cuya alimentación y energía dependen casi por completo del extranjero.

Un país que castiga a la gente más humilde y premia al sinvergüenza y al explotador.

Lagos y sus adláteres no hicieron muchos esfuerzos en diferenciarse de la derecha que hacía no mucho había matado, desaparecido, torturado y encarcelado para imponer la cultura de la que ahora se sentían plenamente herederos.

Pesó más la incorporación de Chile al club de los países creíbles, confiables, que entrega certezas jurídicas y manga ancha a los capitales que vinieron a hacerse de todo lo que pudieron.

El expresidente Lagos ha intentado hace valer un cierta superioridad moral e intelectual que trabaja con esmero.

Temprano se dio cuenta que entre las máculas que dejaría en el alma de la gente la extensa dictadura, estaba esa parte que a muchos incautos le gustaba del tirano: ese tono autoritario que castiga a sus hijos, pero por su bien.

Esa actitud que apunta a perfilar un aire superior de Hombre de Estado que está por sobre el bien el mal y encima de todos.

Y le ha sacado maquila.

Lagos, así como los otros presidentes que alguna vez se dijeron de izquierda, se apoyaron en los daños extenso y profundos que dejó la trágica pasada de la dictadura. Por sobre todo, esas quizás inconscientes ganas de creer en algo, de confiar en alguien, de sentirse tomado en cuenta.

Lagos y los otros, manipularon a la gente precisamente por mezclar con la precisión de las nuevas tendencias comunicacionales, el garrote y la zanahoria. Nada de querer todo gratis, nada de exigir derechos sin antes respetar deberes.

Nada de repetir las antiguas consignas que hablaban de justicia, igualdad, socialismo y el valor del trabajo y de las personas.

Y helo aquí ahora: enfurruñado y taimado, haciendo la mímica ridícula del ofendido, arguyendo puerilidades para hacerse notar ante las dubitaciones, casi infantiles hay que decirlo, de la Convención Constituyente: ¿Los invitamos? ¿No los invitamos?

Como sea, tarde o temprano, la actual Constitución desparecerá por el desagüe de la historia. Esa, la que lleva su firma.

 

Por Ricardo Candia Cares

 

 

 

Escritor y cronista

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  1. Serafín Rodríguez says:

    Frei en carta a la CC: «Estimados, si bien agradezco su invitación a la Sesión de Pleno de la Convención Constitucional del próximo 4 de julio, en esta ocasión no participaré.»

  2. Serafín Rodríguez says:

    Mucho circo! Puro payaseo! Esta ceremonia debería realizarse en uno de los patios de La Moneda y debería ser muy sobria. Basta que la mesa de la CC vaya a La Moneda con el resto de los convencionales y le haga entrega de su mamotreto a Boric acompañado de sus ministros y los ex presis como invitados de Boric. Es más que suficiente que la presidenta de la CC diga un par de palabras, que Boric le responda de la misma manera, firme el decreto llamando al plebiscito y calabaza, calabaza, cada uno pa’ su casa. Esto es solo la entega del mamotreto a Boric y la firma del decreto para el plebiscito. Hasta ahora, mucho barullo para un acto sin mayor trascendencia histórica. La decisión última la tendrán los cudadanos el 4 de septiebre. Esto y nada más es lo que realmente importa. El resto es circo!

  3. Felipe+Portales says:

    Bueno, pero no nos olvidemos que la Constitución que va a fenecer está suscrita por el propio Lagos y todos sus ministros. Tendría que ser muy fuerte para él asistir al acto de su defunción…

  4. René Dintrans says:

    Piñera debiera asistir, apuesto contra doble. Ricardo Lagos se cayó, mostró la hilacha, se comportó como Quico del Chavo del 8.
    Piñera tiene una compulsión por hacerla todas, y la volverá hacer ahora que no lo sacan del anonimato ni para echarle la culpa del desastre en que dejó al país. Asistirá el día y en el lugar donde se abrirá paso entre las pifias y se sentará al lado de la MIchelle, tenga o no tenga su nombre en la butaca, no dejará estar presente cuando se entregue la propuesta de la Constitución, que pasará a la Historia, como la que fue aprobada, pero que talvez nunca entrará en vigencia.

  5. Gino Vallega says:

    Piñera es rechazo; si lo invitan , debería negarse a asistir, es lo conducente. Invitar a Lagos es invitarlo al entierro de SU constitución y sería impresentable que fuera a la ceremonia. Bachelet es histriónica y bastante hipócrita, pero es la super mamá
    de parte de la chilenidad que no la llegó a conocerlo suficiente. Ah, se me olvidaba el otro , como es que se llama?

  6. Serafín Rodríguez says:

    Aunque Lagos no es ningún santo de mi devoción, la CC la embarró al no invitar a los ex. De lo que se trataba era poner a Piñera y Lagos en una posición incómoda. El Frei es lo de menos porque nunca ha contado para nada, ni siquiera durante su presidencia, y Bachelet tiene motivos más que suficientes para excusarse aunque de seguro que va a enviar una carta celebrando la labor de la CC. Necesita hacer algo para motivar a sus fans y no bajar del avión con la cola entre las piernas cuando regrese en agosto, después de su descomunal metida de patas en China. A lo mejor hasta toma un avión en un viaje relámpago y asiste! En todo caso, el resto ni Fu ni Fa!

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