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Elecciones Asamblea Nacional en Francia: Mélenchon Vs Macron

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El tema político francés tiene una doble cara: en ciertos gobiernos, el presidencial y, en otros, parlamentario. De Gaulle, padre de la Constitución de 1958, concibió el predominio presidencial y, si lo analizamos a fondo, la Carta Magna sería, finalmente una solución con base en el referendo, y el propio De Gaulle fue una víctima de esta democracia plebiscitaria: el Presidente representaba a la Nación y el Primer Ministro George Pompidou era el encargado de implementar las políticas para los ciudadanos franceses. De Gaulle no respetó esta separación de tareas entre el Presidente y el Primer Ministro y sacó al Primer Ministro, Michel Debrais – era su líder del partido mayoritario de la Asamblea Nacional, fundado por el propio De Gaulle -.

A partir del gobierno de Francois Mitterrand se agregó la “cohabitación” por la cual Presidente, al carecer de mayoría parlamentaria, debía co-gobernar con el jefe de la nueva mayoría, (en el caso concreto, con Jacques Chirac, líder de Partido de derecha, Reunión para la República).

La “cohabitación” hacía ver la flexibilidad del régimen semipresidencial y permitía una acertada división entre las tareas del Presidente de la República y las del Primer Ministro, líder de la combinación mayoritaria de la Asamblea Nacional.

El sistema electoral actual francés es unipersonal, mayoritario a dos vueltas, es decir, cada una de las 577 circunscripciones elige a un Diputado; en el caso de la primera vuelta el ganador debe tener el voto de más del 50% de los ciudadanos inscritos en los registros electorales. La mayoría absoluta, que es de 688 diputados, le permite al Presidente el imponer su voluntad en el legislativo, de acuerdo con su programa de gobierno.

En las elecciones de primera vuelta, del 12 de junio de 2022, se dio el hecho inédito de que el Presidente reelecto, Emmanuel Macron, perdiera en la primera vuelta las elecciones de la Asamblea Nacional e, incluso, corría el riesgo de perder la mayoría absoluta en la segunda vuelta o, al menos, tendría que conformarse con una mayoría relativa, que le exigiría pactar con otras fuerzas políticas y, por consiguiente, no lograr el cumplimiento de la totalidad de su programa de gobierno.

Jean Luc Mélenchon que propone poner fin a la V República y transformar las últimas elecciones de la Asamblea Nacional en, prácticamente, una “tercera vuelta” presidencial, presentándose como candidato a Primer Ministro, (así esta figura se oponga a la selección por parte del Presidente de la República entre los miembros de la mayoría parlamentaria), como también la aprobación por parte de la mayoría de  los miembros de la Asamblea del programa de gobierno, presentado por el Primer Ministro.

Mélenchon logró unir a toda la izquierda francesa: los Insumisos, (de Mélenchon), los comunistas, los socialistas y los ecologistas; el nombre de esta alianza de Partidos es bastante cómico, NUPES, (Nueva Unión Popular Ecologista y Social), que logró vencer en la primera vuelta, con el 25,6% de los sufragios; el segundo lo ocupó el Partido de Macron, JUNTOS, con 25,2% de los votos;  el tercer lugar correspondió al Partido de extrema derecha, liderado por Marine Le Pen, que logró la cifra récord de un 19,1% de los votos, (combinación que alcanzó el mayor crecimiento en porcentaje de votos).

El 52,2% de abstención, una cifra enorme para una elección parlamentaria, corresponde al sector más joven y de mayor pobreza de la población, hoy muy golpeada por el Covid-19, como también por la inflación como una de las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, además del desempleo endémico.

Macron plantea subir la edad de jubilación a 65 años para todos los ciudadanos, así como paliar el alza del costo de la vida a través de cheques que, según sus seguidores, permitan a los más pobres, llegar al fin de mes.

Mélenchon, por su parte, promete congelar a la baja el precio de los hidrocarburos, subir el sueldo mínimo, mantener la jubilación bajo los 65 años, además de un importante programa de reformas políticas, económicas y sociales. Según este candidato, Macron pudo ganar en la segunda vuelta presidencial gracias al voto anti-Le Pen.

Así sea difícil, no es imposible que la alianza de partidos políticos de izquierda logre mayoría en la Asamblea Nacional y pueda imponer a Mélenchon como Primer Ministro, dejando bloqueado al Presidente Macron, imposibilitado de llevar a efecto su programa de gobierno y obligado a cohabitar con la izquierda que, esta vez, propone algunos cambios estructurales.

Los cálculos de las encuestas para la segunda vuelta, que tendrá lugar el domingo 19 de junio, marcan 255 a 295 Diputados para JUNTOS, (Partido de Macron), y entre 150 y 190 para LUPES,( de Mélanchon). Estas cifran pueden cambiar si la campaña de la izquierda logra que los abstencionistas, en su mayoría jóvenes, así como otros sectores más pobres de la sociedad  se definieran por tratar de poner fin ´al reinado de Luis XIV Macron´, “El Estado soy yo”.

El Presidente Macron, asustado de perder la mayoría parlamentaria, y atropellando las costumbres republicanas, habló a la ciudadanía, desde el Aeropuerto de Orly, antes de partir a Rumania, levantando la campaña del terror, (como lo haría la derecha en cualquier país de América del Sur), amenazando que tanto los bloques de izquierda, como  el de derecha, ponen en peligro la vida  de la República Francesa, pero su discurso bastante ridículo e inconstitucional.

Mélenchon, un admirador de Robespierre se parece cada vez más a su héroe político e histórico, y de triunfar, es muy posible que se mantenga como el líder indiscutido de una izquierda unida y multicolor.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

15/06/2022

 

Historiador y cronista

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