Celebración del Día Mundial de África 2022
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La Embajada de Argelia en Santiago celebró el Día Internacional de la Convivencia en Paz (16 de mayo) y el Día Mundial de África (25 de mayo) en la noche del 25 de mayo de 2022.
La iniciativa de la Embajada tiene por objetivo, por un lado, dar más visibilidad a África, a la agenda y a los desafíos de la organización panafricana (Unión Africana) y, por otro, promover los principios de paz y tolerancia que están en el centro del Día Internacional de la Convivencia en Paz decretado por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2017, a iniciativa de Argelia, eso en el contexto de la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania.
El acto, que reunió a cerca de 80 invitados del cuerpo diplomático, de representantes del parlamento y del ejecutivo, así como de los medios de comunicación y la sociedad civil, se desarrolló en un ambiente de cordialidad marcado por la proyección de vídeos promocionales y la exposición de artesanía africana, todo ello con un fundo de la música extraída del rico patrimonio africano.
Cabe recordar que el Día de África coincide con la creación, el 25 de mayo de 1963, de la Organización de la Unidad Africana, precursora de la Unión Africana. Para los africanos, esta celebración es una fuente de inspiración, de regreso al origen y de fidelidad hacia los ideales del panafricanismo y del renacimiento de África, transmitidos por dirigentes que trabajaron y siguen trabajando para dar todo su sentido a la emancipación del continente y estableciendo las bases de su desarrollo económico y social. A algunas semanas de la celebración del sexagésimo aniversario de su independencia, Argelia panafricanista es más que nunca parte involucrada en este gran proyecto civilizacional.
Para el año 2022, la Unión africana (UA) decidió simbólicamente concentrar sus esfuerzos “en construir una resiliencia en materia de seguridad nutricional y alimentaria en el continente africano”. Esta agenda es producto del efecto combinado del Covid-19 y del resurgimiento de conflictos con consecuencias planetarias que amenazan la seguridad alimentaria y condenan a los pobres de muchos países africanos, sobre todo de la región subsahariana, al hambre y a la desnutrición.
La reflexión colectiva sobre este tema será la ocasión de consolidar los progresos realizados durante los años pasados, con el fin de eliminar la desnutrición, de seguir promoviendo la movilización de financiamientos, de reforzar la implementación de políticas destinadas a asegurar una mejor alimentación a las poblaciones vulnerables y de garantizar una coordinación adecuada entre los actores involucrados al nivel regional y extra regional.
Evidentemente, los retos de África no se limitan a responder a este último problema. Existen otros que requieren también toda nuestra atención, y sobre los cuales África ha registrado, de manera desigual, evoluciones positivas y dinámicas nuevas.
En el plano sanitario, África ha respondido vigorosamente a la pandemia de Covid-19, ejerciendo presión para un acceso equitativo a las vacunas y un alivio de la deuda de los países especialmente afectados por sus consecuencias. Para limitar la dependencia de África de los mercados exteriores de vacunas, la Unión africana lanzó, en abril de 2021, las “Asociaciones para la fabricación de vacunas en África”, una iniciativa que tiene como objetivo ambicioso que de allí hasta 2040, África pueda producir al menos 60% de las vacunas utilizadas.
En el plano económico, la realización de proyectos regionales integradores; la mejora de la conectividad regional a través del lanzamiento del mercado único de transporte aéreo africano, en 2018; así como la operacionalización en 2021 de la Zona de libre comercio continental africano que hace de África el mayor mercado común del mundo, seguirán impulsando la competitividad de las economías africanas y acelerando su integración en las cadenas de valor regionales y mundiales.
En el plano medioambiental, Egipto acogerá, el mes de noviembre próximo, la 27° edición de la Conferencia de los Estados parte de la Convención sobre el cambio climático, lo que dará a África una nueva oportunidad de recalcar el impacto del cambio climático en la seguridad alimentaria, en el bienestar económico y social y su rol en la generación de conflictos.
Finalmente, en el plano político, la consolidación de la arquitectura africana de paz y seguridad y el éxito del enfoque preventivo promovido por la Unión Africana en la gestión de los conflictos, a través la promoción del diálogo y la reconciliación, siguen siendo tributarios de la culminación del proceso de descolonización, en particular del Sahara occidental, último vestigio del colonialismo en África cuyo territorio está ilegalmente ocupado por Marruecos; del cese de las injerencias externas en los asuntos del continente; así como del desarrollo socioeconómico, mejor defensa contra la inseguridad y la inestabilidad.
Mientras el mundo es el escenario de acontecimientos que presentan índices preocupantes de fragmentación, repliegue identitario, rechazo del otro, aparecen audaces iniciativas, como gotas de agua, que vienen a desafiar nuestra visión negativa del mundo, para llevar un mensaje de paz, tolerancia y esperanza.
La quinta celebración del Día internacional de la Convivencia en Paz, que coincide con la fecha del 16 de mayo, forma precisamente parte de estas loables iniciativas. Fundamentalmente, este Día fuertemente inspirado en los principios y valores esenciales de la Carta de las Naciones Unidas y de la Unión Africana, promueve la aceptación de que somos una sociedad en movimiento, multi-identitaria, multiconfesional y multicultural, y rechaza la normalización de los conflictos en nuestras sociedades y entre Estados.
Como principal herramienta de difusión de los valores del Día de la convivencia en paz, se encuentra naturalmente la educación, base de toda iniciación a la cultura de la Paz. Efectivamente, se debe educar a partir de la infancia hacia la aceptación del otro y de sus diferencias, tal como se requiere desactivar a una edad precoz los impulsos generados por el miedo y la ignorancia, los que alimentan la violencia y la guerra. Esto pasa también por la comunicación, la cultura y el arte, vectores de resonancia y promoción de los principios de la convivencia.
Argelia tiene la legítima satisfacción de estar al origen de esta iniciativa planetaria que se basa en valores morales, culturales, sociales y humanos a los cuales el pueblo argelino está fuertemente ligado.
En efecto, Argelia ha preconizado constantemente la promoción del diálogo, del acuerdo y de la cooperación entre las religiones y las culturas, basándose en las enseñanzas del islam, y en la influencia espiritual de ilustres figuras que nacieron en tierra argelina como San Agustín, hombre de paz que marcó la Iglesia, y el Emir Abdelkader, fundador del Estado argelino moderno y protector de los Cristianos de Oriente en Siria.
Mohamed Sofiane Berrah
Embajador de Argelia en Chile