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La decadencia política y la esperanza ciudadana en la nueva constitución

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Los luchadores del 18-O y todas(os) aquellas(os) que quieren cambios estructurales de fondo no deben confundirse en centrar su crítica política sobre el nuevo Gobierno. No se le pueden pedir peras al olmo[i]. ¿Cuántas veces habrá que repetir como lo muestra la Historia que un gobierno declaradamente socialdemócrata como el actual no está por cambiar el Capitalismo ni las profundas desigualdades que este sistema genera?

Los últimos 40 años de la política en el mundo demuestran fehacientemente que la Socialdemocracia ha fracasado estruendosamente en sus intentos por “mitigar” los efectos inhumanos del Capitalismo. Se ha rendido completamente al neoliberalismo. Y es este modelo de Capitalismo el responsable por la crisis mundial actual como lo ha dicho claramente el Presidente mexicano Lopez Obrador. A él solo se debe esta crisis.  Y en ella, la Socialdemocracia europea donde es gobierno, ha seguido a la letra la conocida receta neoliberal que independientemente de sus objetivos, termina siempre enriqueciendo a los más ricos.

Hoy neoliberales y socialdemócratas europeos confundidos, se han rendido a los intereses de EE.UU en la guerra de Ucrania. Un triunfo estratégico y económico para EEUU, que ha conseguido desplazar a Rusia en el futuro próximo como abastecedor de gas en Europa -no solo mucho más caro sino que más destructivo del ambiente -, además de ganar mucho dinero por la venta de armamentos que ahora los europeos comprarán para fortalecer la OTAN en su sistema “defensivo”. OTAN que incluso pretende instalarse en Ucrania para tener el enemigo a tiro de misil atómico, convencidos de la amenaza rusa.  Como si no bastaran sus misiles actualmente instalados en Polonia y Rumania.

Juegan con fuego los europeos alimentando la guerra de Ucrania que no es la suya. En esta, el pueblo ucraniano pone los muertos y los pueblos europeos pagarán la factura de alimentos,  de energía así como la carrera armamentista. No se sabe si los estrategas del Pentágono, la OTAN y los políticos europeos se habrán preguntado si Ucrania vale una guerra nuclear. Para los dueños del petróleo mundial y las clases gobernantes que les obedecen esto no parece ser un problema mayor, como no lo han sido todas las guerras del petróleo de los últimos 150 años donde han muerto millones. Guerras estratégicas de las grandes potencias para asegurar sus fuentes de energía[ii].




 

La decadencia socialdemócrata

En el plano del sistema financiero mundial esta guerra es para EEUU parte de su plan para mantener su supremacía mundial en los sistemas de transferencias y en la primacía del dólar como moneda de reserva. El predominio del dólar y los sistemas Swift y Chip aseguran al país del Norte la mitad de su PIB anual (de un total de alrededor de 22 billones de dólares en 2021). Si EE.UU llegase a perder el control de los mercados financieros mundiales su PIB valdría menos que el de China y la Unión Europea y sería casi como aquel de Alemania. Una poderosa razón para luchar con todo para mantenerlo.

El anuncio de Putin de vender su gas y petróleo en rublos, lo ha convertido en definitiva en un enemigo a los ojos del gobierno de Biden que es preciso aniquilar. Recuérdese que anuncios similares hechos por Sadam Hussein y Mohamed Kadaffi de querer vender su petróleo en euros y no en dólares fue la gota que rebalsó el vaso para EEUU. Muchos analistas financieros estiman que estamos frente a un proceso de “desdolarización” de la economía mundial donde la guerra de Ucrania ha tenido el rol de acelerar dicho proceso.

Obligando a Rusia a dar las espaldas a Europa, la guerra hace que esta se vuelva hacia China, India y tal vez Irán para desenvolver sistemas de transferencias de dinero que Rusia ya estaba por implementar antes de la guerra. La guerra, cualquiera sea su resultado final, no cambiará de dirección este proceso. Europa se ha ganado un enemigo, algo que los analistas concuerdan en que pudo ser evitado, si no hubiese caído en la trampa de EE.UU y su brazo armado en Europa, la OTAN.

Un importante efecto negativo adicional de la guerra son los programas de conversión a energías renovables no contaminantes, los que quedan ahora para las calendas griegas. Total, a los muy ricos en general el problema del ambiente los tiene sin cuidado. Recordemos cuando por ejemplo antes en Chile vociferaban “contra los ambientalistas que no nos dejan trabajar” y tampoco les preocupa ahora, cuando EE.UU ha ganado el negocio del gas y el petróleo en el cual incluso pretende incluir a su peón en el Medio Oriente: Israel.

Los europeos, Inglaterra incluida, están decididamente embarcados en la guerra contra Rusia con  la propaganda oficial desarrollando una incitación loca al odio contra todo lo que es ruso[iii],  que les sirve para esconder el muy pobre combate a la pandemia durante la cual, oh novedad, ha enriquecido a los más ricos y empobrecido a los más pobres, entre ellos los habitantes de gran parte de Africa condenada a la hambruna en tanto dependiente largamente del trigo ruso y ucraniano que ahora no les llegará.

Estos son hechos indesmentibles. Tal vez con su insensata participación escalando la guerra, Europa esconde su fracaso en mejorar las condiciones de vida de millones de europeos y de propiciar la paz mundial.

 

El caso de Portugal

En España y Portugal, dos países todavía bastiones de la Socialdemocracia con sendos partidos “socialistas” en el poder, no consiguen satisfacer condiciones de vida digna a millones que viven del sueldo mínimo. En Portugal, por ejemplo, un país donde los precios de alimentación, vivienda, transporte no son muy diferentes de los chilenos, la mediana es de 900 euros[iv].

(La mediana es el valor que organizados todos los salarios del país en una lista de mayor a menor – o a la inversa – selecciona el valor exactamente en la mitad de la lista, con lo que se sabe cual es el máximo salario que puede llegar a ganar la mitad más pobre. Casi todas las estadísticas nacionales esconden este valor, y lo substituyen por el valor promedio, que esconde y distorsiona la realidad.) Si se considera que el arriendo de un departamento de un dormitorio cuesta entre 400 y 500 euros, que el transporte colectivo mensual ronda los 60 euros y electricidad y agua van de los 50 a los más de 100 euros, para ya no hablar del precio de medicamentos y salud privada (el Servicio Nacional de Salud ha sido desfinanciado por años) se comprende el drama de muchas familias. Y esto, sin contar con que hay alrededor de 2 millones de portugueses (de una población total de 10 millones) que viven con el salario mínimo: 705 euro valor bruto que con los descuentos de salud y pensiones es alrededor de 627 euro aprobados recién a partir de Enero de este año. En España el salario mínimo es de 1.000 euros en 2022 y nueve de los veinte y siete países de la Unión Europea tienen un salario mínimo inferior al de Portugal[v]). Agreguemos que en Portugal existen bancos de alimentación diarios para muchísimas personas, anunciadas incluso por TV, las cuales son sostenidas por incansables voluntarias(os). Sin esta ayuda, muchos portugueses se quedaban simplemente sin comer. Recientemente el Primer Ministro A. Costa ha anunciado que para “ayudar” a los pensionistas (que viven con menos del salario mínimo) aumentará las pensiones en 10 euro mensuales. O sea, 0.33 euro por día (unos 293 pesos chilenos), que alcanzan aquí exactamente para comprar 3 marraquetas. Esto es peor incluso que las ayudas que daba Piñera. Y esto, porque como cualquier gobierno socialdemócrata que gobierna con ideas neoliberales está obsesionado con el déficit fiscal antes que con la pobreza reinante y es incapaz de cobrar más impuestos a los más ricos del país.

El viraje a la ultraderecha

Frente a la profundización de la crisis mundial en varios planos, la incapacidad de la Socialdemocracia europea y mundial, y la irrelevancia de la izquierda, con raras excepciones,  lleva los ciudadanos a dejarse encantar por la extrema Derecha y por gobiernos autócratas. De Orban en Hungría que recientemente ha ganado un tercer mandato, a Kaczinsky en Polonia o el gobierno de Derecha de Mario Dragui en Italia. De Trump en EE.UU – quien se prepara para concurrir a la próxima elección presidencial con grandes posibilidades  de triunfo– a nuestro conocido Bolsonaro en Brasil. De Ordogan en Turquía a Putin en Rusia y casi casi … a J.A.Kast en Chile. En Francia tienen hoy a  la muy nacionalista y xenófoba Marina Le Pen compitiendo en la segunda vuelta de las presidenciales francesas. Este es el resultado de las políticas neoliberales y socialdemócratas en el mundo occidental. La excepción a estos es el gobierno igualmente autócrata de China, cuyo signo en el discurso al menos apunta a la izquierda, lo que no impide que sus más de 600 super millonarios estén en la lista de honor de la revista Forbes. Curioso tipo de socialismo, por decir lo menos.

En todos esos países con la excepción de China -donde como se sabe manda el PC -, los que mandan son los oligarcas (la palabra oligarca la ha reservado hoy la propaganda occidental para caracterizar apenas a los ricos de Rusia. Como si los demás ricos del planeta con poder de decisión no lo fueran). Y esto, para ya no hablar de la categoría de los super ricos, esos que en EEUU, China, India, Hong-Kong, Inglaterra, Francia y hasta Brasil delinean el mundo del futuro con total arbitrariedad, tarea para la cual no los ha escogido nadie, pero cuyo poder es superior al de muchísimos gobernantes electos. La revista Forbes nos dice hoy que el 86% de esos super ricos son hoy más ricos que el año anterior aunque globalmente sean un poco menos ricos que en 2021. Unos 2700 individuos que moldean el mundo a su manera conforme sus intereses. Esta es la democracia occidental con la cual los poderosos y gobiernos del mundo hacen gárgaras.

 

La nueva constitución y el paso histórico

La obsesión del gobierno socialista portugués sobre el déficit corresponde más o menos a la “responsabilidad fiscal” de la que nos habla hoy el Gobierno de Chile. El Gobierno de una coalición cuyo discurso mientras estaban en campaña electoral ha ido virando rápidamente ahora que está en la Moneda. Nada nuevo bajo el sol como se ve. Por lo tanto, no parece ser la prioridad concentrarse en criticar este gobierno porque no sea de Izquierda, porque simplemente no lo es. Esto, independientemente que cada día haya que recordarles eso sí, por todos los medios posibles pero de preferencia en la calle, para que cumplan el Programa prometido. Pareciera entonces preferible  centrar la lucha actual en otro lado. Y ese no es otro que en la Convención Constitucional y la necesidad imperiosa de aprobar la nueva Constitución que se va delineando el próximo 4 de Septiembre.

Es en la nueva Constitución – si se aprueba – donde existe una posibilidad concreta de abrir a futuro el terreno a cambios sustantivos en el rol del Estado en la economía, en la recuperación de nuestras riquezas básicas, en una descentralización efectiva que lleve el ejercicio democrático más cerca de las personas, en el reconocimiento definitivo de los derechos de nuestros pueblos originarios, en el rol de la mujer en la sociedad, en la defensa irrestricta de la Naturaleza, etc.  Todos estos conceptos ya están en el borrador definitivo de la nueva Constitución. Y eso sin duda es una muy buena señal. Nadie podría poner en duda que estos son cambios potencialmente profundos en perspectiva. Solo potencialmente y en perspectiva, porque como se sabe, los gobiernos implementan o ignoran transformar en leyes los principios aprobados en una Constitución. Si no existen las leyes que implementan estos conceptos, usted puede tener la Constitución más progresista y democrática del mundo pero perfectamente letra muerta en la práctica. Para muestra un botón: la Constitución de EE.UU dice que todos los hombres son iguales. Vaya usted a decirle eso a la población afroamericana que es prejuiciada, reprimida constantemente, e mantenida eternamente fuera de los centros de decisión real del país. Esa donde sus salarios son inferiores a aquellos de la población blanca. Como se vé, no todos los ciudadanos allí parecen ser iguales en derechos.

Un gobierno que sí se proponga defender y privilegiar los intereses de las clases populares tendría en su mano con una nueva Constitución progresista un instrumento que legalizara sus actos, independientemente – es necesario recordarlo – que las clases dominantes se meten la legalidad en el bolsillo cada vez que pueden.

El problema concreto está en organizar la campaña por el Apruebo para el próximo 4 de Septiembre. Esto es lo esencial para todos aquellos que tengan anhelos de una sociedad más justa y humana. Y en esa campaña, se podría ya levantar una opción de una nueva fuerza política socialista con miras a ser gobierno futuro, donde el eje central de su programa sería muy claro y breve: convertir en leyes los nuevos conceptos constitucionales aprobados.

¿Cómo organizarlo? Conscientes que existen varios grupos que ya están haciendo campaña por el Apruebo, es necesario comprometer el esfuerzo adicional a los constituyentes por el Apruebo para que atraviesen este país de Norte a Sur y de mar a cordillera, explicando y aclarando los conceptos esenciales de la nueva Constitución.  Conceptos que la Derecha, ya en plena campaña tergiversa, inventando unos inexistentes para cumplir su designio. Impedir el cambio, y mantener a Constitución del Dictador. Y esto último, habrá que repetirlo mil veces claramente para que nadie tenga dudas sobre el real significado de votar a favor o en contra de la nueva Constitución.

Pero no solo los constituyentes como individuos. Muchos de ellos fueron designados candidatos por colectivos de distinta naturaleza. Esos colectivos deben estar en la primera fila de la campaña física en el terreno, casa a casa para explicar, convencer y conquistar las mentes de aquellas y aquellos mal o poco informadas(os). Particularmente de aquellas y aquellos muchos que desilusionadas(os), y con la esperanza perdida, no tienen cualquier interés en conocer lo que pueda venir a ser la Constitución que nos rija a futuro.

Con todo, no basta muchos comités, grupos y organizaciones luchando por el Apruebo. Este esfuerzo sería incluso mayor que la suma de las fuerzas individuales, si se creara un Comando Único por el Apruebo, donde estén todas y todos, particularmente aquellas y aquellos que no pertenecen a ninguno de esos grupos. Esta es la gran tarea del momento. La victoria abriría las puertas a una transformación profunda de este país pobre, desigual, injusto, clasista, machista y contaminado.

Por Patricio Serendero

 

[i]     En este sentido no se comprende que el Alcalde Jadue, cuyo Partido participa del Gobierno, critique recientemente al  gobierno indicando que este no pretende la superación del Capitalismo. Alcalde: nunca estuvo eso en los planos de este Gobierno!

[ii]    Esta es la teoría de la académica inglesa Helen Thompson “Disorder: Hard Times in the 21st Century”, Oxford University Press, 2022

[iii]   En el paroxismo de esta xenofonia contra todo lo ruso, los organizadores del prestigioso torneo de Wimbledon en Inglaterra acaban de anunciar que no permitirán la participación de jugadores rusos y bielorusos en el torneo de este año.

[iv]   Según Rui Rio, ex-lider de la Oposición, en el debate electoral de Enero de 2022.

[v]    Bulgaria 650, Croacia 562, Eslovaquia 646, Estonia 654, Grecia 650, Hungria 446, Letonia 500, Polonia 662, Rep. Checa 662, Rumania 515 (todos los valores en euro).



En Portugal

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  1. Serafín Rodríguez says:

    Y así es como Chile quedará condenado el 4 de septiembre de por vida a la dependencia política, social y económica de neoliberalismo globalizado, la etapa superior del capitalismo como alguien ha dicho por ahí.

  2. Gino Vallega says:

    Si no se corrigen el estado de subsidiariedad del cobre ,agua y litio , el hablar de «Estado Social…..etc» NO TIENE SENTIDO. Lo que los socialistas han votado en contra en la CC , habla de seguir las infectadas aguas del pro empresario-bandido LAGOS y la ex concertación de los malditos 30 años.

  3. Serafín Rodríguez says:

    Sin renacionalización del cobre y nacionalización del litio, yo voto RECHAZO.

    Sin independencia económica, no habrá nunca un Estado auténticamente social y democrático de derecho y todos los derechos sociales por los cuales tantos progresistas de pacotilla tanto se felicitan, quedarán en letra muerta. Y todo habrá cambiado para que siga inalterablemente igual.

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