El quinto retiro, un nudo ciego para el gobierno
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Esta semana comenzará la tramitación del quinto retiro de fondos de pensiones, moción parlamentaria que pone al Presidente Gabriel Boric en una situación complicada. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, y él mismo, han sido enfáticos en rechazar un nuevo retiro de AFP en cuanto tendría efectos perjudiciales en la economía como mayores presiones inflacionarias y consecuencias en el mercado financiero y en el sistema crediticio.
Pero más allá de los catastróficos efectos económicos advertidos por Marcel, tanto desde su condición de presidente del Banco Central durante el gobierno del presidente Piñera como ahora en su calidad de titular de la cartera de Hacienda, la desteñida escena económica no parece ser una consecuencia directa de los retiros, que en los hechos han sido tres y no cuatro. La inflación es importada y el alza histórica de tasas de interés frenará más la economía sin lograr bajar la presión externa sobre los precios, principalmente de la energía y alimentos, escribió en twitter el economista Ramón López la semana pasada.
El economista y vicepresidente de Cenda Manuel Riesco estima que «los aspectos negativos señalados son más que compensados por impactos positivos de los retiros, asimismo evidentes, que sus críticos desdeñan y cuya dimensión ha sido bien extraordinaria. Lejos de ser una “mala política pública” como se los ha calificado, los retiros han sido la medida de reactivación económica más importante en registro».
Efectos políticos perjudiciales
El abierto rechazo del gobierno al proyecto parlamentario de un nuevo retiro tendrá consecuencias adversas en el gobierno en general y en el presidente en particular. Todas negativas, tanto se logre aprobar como rechazar. Tal como en los retiros anteriores, el apoyo a estas mociones ha sido transversal, por cuanto la derecha ahora en la oposición tendrá aun más argumentos para votar a favor de la iniciativa. En tanto, un rechazo masivo de las coaliciones oficiales extendería el malestar sembrado por la derecha hacia los electores y simpatizantes del gobierno.
Un aspecto central de la discusión que se levantará a partir de esta semana ha sido el giro de Gabriel Boric. Como diputado apoyó el cuarto retiro y meses más tarde, ahora como presidente de la República, lo rechaza. Este cambio radical, por cierto le resta legitimidad a sus argumentaciones ante una ciudadanía que espera con ansias un nuevo retiro de sus fondos.
Los números en la Cámara son estrechos para el gobierno. «Sesenta y tres diputados rechazando, absteniéndose o ausentándose, es el número clave que debe reunir el gobierno para evitar que el llamado quinto retiro de ahorros previsionales prospere en la Cámara Baja», informa La Tercera de este lunes. Con el apoyo de 93 diputados y diputadas el proyecto estaría aprobado.
Este martes será una jornada clave para el denominado quinto retiro cuando se vote la idea de legislar en la Comisión de Constitución. De los 13 parlamentarios que la componen, hay cinco de oposición, un demócrata cristiano, seis oficialistas y Pamela Jiles. La gran duda es cómo votarán los oficialistas.
El martes, Boric les envió un mensaje. :“Tengo plena confianza de que tanto el Partido Comunista como todos los partidos que integran el gobierno tengan la conciencia de que un nuevo retiro sería tremendamente dañino para nuestra economía y, a la larga, tremendamente dañino para las personas que hoy día lo solicitan”.
Por Paul Walder
Felipe+Portales says:
Todo indica que el «cambio» prometido por Boric es para él, no para el país…