Asume Gobierno de Gabriel Boric entre símbolos y pragmatismo
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El 11 de marzo Gabriel Boric (36 años), asumió la presidencia ante el pueblo y los pueblos de Chile destacando así el carácter plurinacional del estado chileno. Su gabinete ministerial con mayoría de mujeres envió el mensaje de un gobierno feminista, abierto a la institucionalización de los derechos de las mujeres. El presidente de la esperanza, insiste en que su proyecto es resueltamente socialdemócrata. Lo cierto, es que el nuevo gobierno de Apruebo Dignidad rompió con el duopolio que compartió el poder los últimos treinta años. Y es que la aplastante victoria de Apruebo Dignidad el 19 de diciembre de 2021 contuvo el giro ultraderechista de Chile Vamos a favor de José Antonio Kast y posibilita el cambio de la Constitución.
Destaquemos el juramento como Senadora independiente, por la emblemática víctima de la represión del saliente gobierno de Sebastián Piñera y primera mayoría nacional, Fabiola Campillai. Y es que el nuevo gobierno hereda un país con presos políticos del estallido y deudas de reparación para las víctimas. Mientras la Convención Constitucional redacta una nueva carta magna, a la que la derecha, los Amarillos y sus medios de comunicación le han declarado la guerra.
Boric hereda un país con tropas en la Araucanía y sin diálogo plurinacional. Con estado de emergencia y xenofobia en el Norte por una crisis migratoria generada por el gobierno saliente. Con instituciones estatales desprestigiadas por fraudes institucionales y una clase política deslegitimada. Además recibe un país con desigualdades sociales y económicas agudizadas por la pandemia; con un agotamiento del modelo neoliberal extractivista, la sequía y con zonas de catástrofe.
En condiciones en que no cuenta con mayoría en el Congreso, creemos que el éxito del nuevo gobierno dependerá del apoyo y la participación popular, pero, sobretodo, del Apruebo de la Nueva Constitución. Una derrota en el plebiscito de salida, dejaría a Boric con el temido síndrome del “pato cojo”.
Un Gobierno entre símbolos y pragmatismo
Al igual que otros gobiernos desde 1990, el presidente Gabriel Boric no cuenta con mayoría suficiente en el Congreso para realizar su programa. En condiciones normales, estaría confrontado a los mismos problemas que los anteriores gobiernos de la Concertación o Nueva Mayoría.
El nuevo presidente argumenta con la firmeza de sus convicciones y su gran capacidad de diálogo le ayudará. Valga señalar que no ha cometido errores aún. Su gabinete está compuesto mayoritariamente de mujeres. Por primera vez en la historia de Chile, el ministerio del Interior está a cargo de una mujer, la médico-cirujana, Izquia Siches. Su gobierno tiene la fuerza simbólica de ser feminista, y abrir las perspectivas de avanzar al fin, en el reconocimiento institucional de los derechos de las mujeres.
Además, su equipo de gobierno encarna una resuelta ruptura generacional con la clase política de los últimos treinta años y abraza los desafíos propios del siglo 21 como el de enfrentar el cambio climático.
La predominancia de miembros de la Coalición Apruebo Dignidad y la ausencia de la Democracia Cristiana en el gobierno, confirman el cambio de ciclo político respecto de los gobiernos de la Concertación o de la Nueva Mayoría. Al mismo tiempo, la designación de cinco ministros socialistas en el gabinete envía señales de la posible formación de un bloque por el Socialismo democrático, por la socialdemocracia o el Estado Bienestar.
La predominancia de miembros de la Coalición Apruebo Dignidad y la ausencia de la Democracia Cristiana en el gobierno, confirman el cambio de ciclo político respecto de los gobiernos de la Concertación o de la Nueva Mayoría. Al mismo tiempo, la designación de cinco ministros socialistas en el gabinete envía señales de la posible formación de un bloque por el Socialismo democrático, por la socialdemocracia o el Estado Bienestar.
Ya se ha señalado que el segundo programa de gobierno, adaptado para el balotaje presidencial del 19 de diciembre no es, en ningún caso, un ambicioso proyecto refundacional. Se abandonó la idea inicial de desneoliberalizar Chile, presente en declaraciones de Boric en julio pasado.No es que estas propuestas hayan sido abandonadas por el sector. Lo cierto es que la resurrección de la idea que el neoliberalismo nació y morirá en Chile, depende de la propuesta de Nueva Constitución, máximo en julio, como lo establece la Ley 21,200.
El gabinete cuenta también con varios independientes que otorgan un perfil pragmático al nuevo gobierno. En efecto, la designación de la independiente Antonia Urrejola en Relaciones Exteriores deja claro el distanciamiento del gobierno con las experiencias de Cuba o Venezuela y Nicaragua, evitando confrontación con la Casa Blanca. También, la designación como ministro de Hacienda a Mario Marcel, presidente saliente del Banco Central bajo Piñera, busca tranquilizar el establishment económico dando un mensaje de continuidad, estabilidad, previsibilidad.
Una primavera de Apoyo Popular y Esperanza
La decisión de retirar las 139 querellas por Ley de Seguridad del Estado contra los detenidos políticos del estallido y la conformación de una mesa de reparación, para las víctimas, constituye otro mensaje simbólico importante. Esta vez hacia el pueblo movilizado. Aunque persiste el problema del indulto de los presos políticos del estallido, si establece un terreno de apertura. El reconocimiento del derecho de manifestarse públicamente en una sociedad democrática anuncia un cambio de ciclo de las relaciones entre el estado y la sociedad.
El nuevo gobierno contará con una primavera de apoyo popular y esperanza. Existe además, un relativo consenso que, desde su elección, Gabriel Boric no ha cometido errores que pongan en jaque su indesmentible popularidad. Por el momento ha conseguido sortear el juicio de la opinión pública con una serie de gestos simbólicos. Ha contrarrestado así la odiosa campaña negativa en su contra en los medios de comunicación controlados por la derecha.
Una prueba de fuego, será la capacidad de mantener unida Apruebo Dignidad, a pesar de evidentes desacuerdos en la alianza. Desacuerdos que han sido resueltos, hasta ahora, entregando fuerte poder de decisión al presidente. Pero existen dificultades, no sólo en el gobierno, también en el nuevo congreso, además de la Convención Constitucional.
Ya se ha señalado que el segundo programa de gobierno, adaptado para el balotaje presidencial del 19 de diciembre no es, en ningún caso, un ambicioso proyecto refundacional. Se abandonó la idea inicial de desneoliberalizar Chile, presente en declaraciones de Boric en julio pasado.
No es que estas propuestas hayan sido abandonadas por el sector. Lo cierto es que la resurrección de la idea que el neoliberalismo nació y morirá en Chile, depende de la propuesta de Nueva Constitución, máximo en julio, como lo establece la Ley 21,200.
El Desafío del Cambio Constitucional
Las propuestas programáticas de Boric son modestas; insuficientes respecto de las demandas del estallido social. Es pragmático. Considera que, como los gobiernos de Bachelet o Lagos, no cuenta con las mayorías cualificadas necesarias en la Cámara de diputados y en el Senado, para hacer cambios de leyes constitucionales y romper el cerrojo neoliberal de la actual constitución.
Sin embargo, la evidencia de que los cambios más importantes dependen de la Nueva Constitución da tiempo a Boric y la coalición Apruebo Dignidad. El proyecto de Nueva Constitución se espera para julio y el plebiscito de salida posiblemente en septiembre u octubre.
El nuevo gobierno ha prometido respaldar, pero no entrometerse en el trabajo de la Convención Constitucional. A diferencia de los ataques que hizo el gobierno Piñera. El desafío es que después de julio, Boric facilite el triunfo del Apruebo del nuevo texto constitucional en el plebiscito de salida.
Algunos opinan que no debe ligar su gobierno al resultado del plebiscito de salida. Ciertamente, la práctica tradicional de la realpolitik chilena, justifica temores de que esa sea su elección. La convención ya sufre el fuego cruzado de la derecha política, económica y de nuevos referentes como los Amarillos, de los Republicanos de Kast, todos ellos están embarcados en la campaña por el Rechazo del plebiscito de salida. Lo consideran el problema principal del gobierno Boric, es lo que señala el ideólogo de derecha Carlos Peña.
Lo cierto es que si gana el Rechazo, sufrirá una crisis de legitimidad y su falta de mayoría en el Congreso le llevará a que, en el mejor de los casos, sea un mejor administrador del modelo neoliberal, que gobiernos de los últimos treinta años.
Otros opinamos al contrario que Boric debe jugarse por el Apruebo en el plebiscito de salida. Sólo así presidirá una verdadera transformación. Además, porque bajar la Constitución en leyes será la siguiente tarea clave del gobierno y el nuevo Congreso.
Por Marcelo Solervicens
Luis says:
Y todo sigue igual o va a seguir igual!? Otra vez los que deciden el futuro de Chile,es la clase política(toda y todos) Y el nuevo presidente bien gracias?
Apoyado con la movilización de la gente(el pueblo),dicen algunos),no dicen con la movilización de todos nosotros(?!) Y yo vuelvo a repetir;y el pueblo va salir a la calle «cón qué ropa»…para que pase lo mismo de octubre del 2019,con miles de reprimidos,muertos,torturados,cieg@ y tuert@s,y muchas detenidas y detenidos políticos (y hasta ahora).Y todas las victimas las puso el pueblo…!!! De la actual clase política,no huvo niguna detenida o detenido.
Como lo dijo Allende cuando salio elegido presidente»lo dificil empieza ahora». Ahora vamos a ver y esperar cual va a ser la voluntad política el nuevo presidente…..?!
No olvidemos que el compañero presidente Allende,apenas empezo su mandato,comenzo inmeditamente a cumplir con las 40 medidas del programa de la UP. Y al poco tiempo despues el glorioso partido «comunista» ,cuando las cosas se pusieron dificiles,empezaron a tirar para la cola?! Y querian que el presidente se aliara con la DC.traicionando, así, el programa de las 40 medidas, traicionado, así su mandato y a la clase trabajadora.
Hay que hacer memoria sras y sres.
Y han llegado al extremo diciendo que el culpable del golpe fue el compañero Allende?!?! A estos comunachos les he escuchado muchas veces decir lo mismo…..
cucho zorricueta says:
Lamentablemente no se puede analizar el momento político de hoy con variables sentimentales del pasado. Con todo el aprecio y cariño que tengo por la figura de Allende, también debo decir que el compañero se cansó de cagar fuera del tarro ( constantemente repetía en sus discursos acerca de la tradición democrática de las FF.AA , y e día del golpe decía: Dónde esta Pinochet, que será del pobre Pinochet ), pero esto no sirve para el análisis del momento. Yo creo que las matemáticas de Felipe Portales están bien y tiene claro a quien hay que exigirle que resuelva la ecuación. Hay que apuntalar la C. Constitucional por todos lados y caras que puedan existir en este momento.
Felipe+Portales says:
El factor fundamental para poder hacer los cambios prometidos lo aportará -¡o no!- el PS en la medida que revierta su oposición -en la comisión de la Convención- a eliminar el Senado en el pleno o. al menos, a hacerle las transformaciones profundas que obliguen -de acuerdo al propio texto de la Reforma Constitucional de diciembre de 2019 que dio origen a la Convención- a hacer nuevas elecciones de dicha cámara. Estas ciertamente le darán legítimamente la posibilidad al 55% que votamos por Boric de que ello se refleje en el nuevo Senado. No olvidemos que si esto no se hace, en los próximos cuatro años el gobierno no tendrá mayoría parlamentaria, dado el control del Senado de la derecha. Control ilegítimo dado que la mitad de sus senadores ¡fue electo hace cuatro años!…
Renato+Alvarado+Vidal says:
Si es por símbolos, la llegada del Presidente a la Moneda fue abundante en ellos. En la plaza de la Constitución, que en los tiempos de la vieja República, con Presidentes como Allende, Frei Montalva o Alessandri uno veía colmada de gente, ayer lo que más había era milicos, disfrazados de prusianos y todo. El Presidente apareció acompañado de su actual compañera, la que trataba de pasar lo más piolita posible, también por una dama pascuense que mientras se cantaba el himno nacional chileno mantuvo la boca firmemente cerrada, y por un milico enmascarado que estuvo todo el tiempo pauteando al Presidente, indicándole lo que debía hacer y como moverse. Por ningún lado se vió al pueblo organizado, ni trabajadores, ni federaciones de estudiantes, ni agrupaciones de mujeres, ni No + AFP, nada, solo marciales voces de mando, mucho atención firr, vist’al fren y presenten ar!
Entró al edificio seguido por cuatro uniformados que representaban a cada una de las instituciones que en ese mismo sitio aplastaron la democracia a sangre y fuego para luego dedicarse a saquear – hasta el día de hoy – la riqueza del país. El Presidente se veía más acorralado que escoltado.
Luego ya dentro, más órdenes, sables y fusiles, esta vez de la Guardia de Palacio, la misma que el 11 de septiembre de 1973 desertó cuando por una vez se la necesitó.
Gabriel II se tomó un momento para pasar a saludar a Allende, pero Allende no le devolvió el saludo.
cucho zorricueta says:
Estoy de acuerdo con el análisis de Marcelo. Considerando que el gobierno ya sido definido como de centro-izquierda ó social demócrata tendiente a un estado de bienestar mínimo, es que se hace necesario que el Presidente Boric apoye con mucha fuerza la C. Constitucional y la movilización popular para que de una vez por todas el parlamento deje de ser una traba en los cambios y para que el PS de una vez por todas apoye las transformaciones sin negociar con la UDI . Hay que dar la oportunidad a Elizalde para que demuestre que es decente y abandone a las camarillas ladronas y acomodaticias que hay en el PS.