La constitución y el derecho de las mayorías
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En El Mercurio y en mucha de la prensa, televisión y redes sociales, se dice que en las iniciativas populares que han llegado a la CC. hay puras tonterías, impropias de un estudiante. En realidad, lo dice toda la prensa. Porqué ¿Acaso hay otro tipo de prensa en este país? ¿Alguna que reciba avisos del gobierno para subsistir? Toda la prensa es El Mercurio y sus redes, más COPESA, que son la prensa escrita, porque a pesar de todo, los diarios y revistas en papel todavía importan, se leen e influyen en la opinión pública. ¿Y por qué no hay otra prensa? Porque durante la dictadura hubo una numerosa y muy buena prensa clandestina dentro y fuera del país. Y también radio, acuérdense de “Escucha Chile”. Pero la concertación se dio el lujo de acabar con todo eso y le dio todo el avisaje fiscal, que es mucho, a El Mercurio y a COPESA, y los gobiernos posteriores lo han seguido haciendo. No me voy a extender en este tema porque ya he hablado muchas veces de eso.
Las críticas que se han formulado ahora a los acuerdos de la C.C. son muy formales, que es lo de menos, luego se verá en qué orden deben quedar los artículos, se compaginará todo y también habrá que consultar a correctores de estilo, que es algo que siempre se hace y se mejoran los textos sin cambiar nada de fondo.
Porque es obvio que todos los sectores del pueblo chileno tienen pleno derecho a manifestar lo que quieren como solución a sus problemas específicos y no tienen por qué saber ni diferenciar el nivel de asuntos que son propios de un texto constitucional y los que deben ir a las leyes, reglamentos u otras normas. Y no tienen por qué saberlo porque estos son problemas puramente técnicos que conocen los abogados. Para eso eligieron como constituyentes a 64 abogados y entre ellos a varios constitucionalistas.
Se presentaron miles de propuestas e iniciativas, más de un millón de personas participaron, pero sólo fueron aceptadas las que traían 15 mil firmas o más. En todo caso, las que quedaron atrás les servirán a las comisiones de trabajo de la CC paran saber lo que le interesa a muchos sectores del pueblo.
Me voy a tener que referir lo que están diciendo los tales “amarillos”. Si tienen propuestas, pues que las presenten como todo el mundo. Nadie se lo está impidiendo. Son una mayoría silenciosa, según dicen. ¿Mayoría de cien personas, doscientas? ¿Cuántas, elegidas por quién? Pues que se acostumbren a ser una minoría absoluta, porque lo son. ¿Silenciosos? Claro que no, sus panfletos se publican en El Mercurio, y en todos lados, hasta las empresas de noticias extranjeras los dan a conocer y los comenta el dueño de la radio Bio-Bio. Por su parte, Cristian Warnken, al parecer promotor del amarillismo, ha tenido siempre programas radiales y televisivos. Es difícil considerarlo como una persona silenciosa.
¿A los amarillos les parecen antidemocráticos los acuerdos tomados por dos tercios? Pero si eso es lo que querían. Muchos pensábamos que la democracia es la mayoría, y la mayoría es el 50 por ciento más uno. Pero ya tiene sus dos tercios.
¿Algunos constituyentes no quieren hablar con ellos? Puede ser, pues nadie está obligado a hablar con nadie. Aunque a lo mejor es un error, porque hay personas muy cultas e instruidas, como la profesora de filosofía que dice por el micrófono “Convención culiá”, con la que se podrían intercambiar ideas y conceptos igualmente elevados.
Pero en todo caso, las discusiones se dan en las comisiones de trabajo y en el pleno, donde los representantes de los amarillos y de la ultra derecha pueden exponer sus posiciones, como todo el mundo. Y si pierden las votaciones a pesar de los dos tercios, ¿Qué quieren ahora, que los acuerdos se tomen por tres tercios, o sea por unanimidad? La unanimidad es lo contrario de la democracia. Entonces los antidemocráticos son ellos, porque quieren hacer fracasar a la CC, y que continúe la Constitución del 80, que fue aprobada sin preguntarle nada a nadie.
Dicen que no tienen sueños, sólo quieren hacer las cosas bien, con prudencia y realismo. Esta es una concepción mezquina, pues los grandes acontecimientos de la historia siempre han sido realizados por soñadores.
La independencia de Latinoamérica fue hecha por soñadores. Bolívar hizo posible lo imposible y sólo fue derrotado por los amarillos de su época. San Martín logró traer a un ejército bien armado desde Argentina a Chile, cuando no había pasos ni caminos como ahora y eso era absolutamente imposible.
Durante la monstruosa dictadura que asoló a Chile, los amarillos abandonaron a los que estaban luchando, y se metieron en una interminable transición pactada con el dictador, que convirtió a Chile en el país individualista que es ahora.
Si una constitución quiere ser justa y apropiada para a todos, tiene que representar a las grandes mayorías nacionales, al pueblo llano, a millones y millones de chilenos que siempre han sido marginados, que jamás han sido llamados a participar en las constituciones que regirían en su país ni en las instituciones que esas constituciones han creado.
Anteriormente, hace como 50 años, las demandas del pueblo se solían canalizar por medio de los partidos políticos, principalmente por los de izquierda, por los sindicatos o los diarios independientes. Pues ahora se ha terminado todo eso. La mayoría de los partidos de izquierda ya no existen, puesto que se autodenominan de “centro izquierda”. Los sindicatos y las federaciones de trabajadores son muy pocos comparados con los que hubo antes de la dictadura. La prensa de izquierdea ya no existe, como he dicho más arriba.
El pueblo raso no sabe a quién recurrir y cómo hacer valer sus reivindicaciones, reclamos y demandas. Por eso ha considerado a la CC como el vehículo apropiado, aunque ésta no haya sido capaz de constituirse en Asamblea Constituyente.
Las que van a permanecer como artículos de la Constitución serán las normas generales, de interés para todo el pueblo y que definirán lo que se debe poner después en leyes complementarias. Porque si bien la Convención tiene por misión elaborar el texto propiamente constitucional, en sus artículos transitorios deberá determinar los temas que serán objeto de la legislación complementaria, ya que todas las leyes que actualmente se basen y regulen asuntos definidos en la Constitución vigente, quedarán derogadas ipso-facto si contravienen a la nueva Constitución. Por su parte, el Congreso deberá elaborar a la brevedad posible las normas complementarias de la nueva Constitución, tal como se indique en sus artículos transitorios.[1]
Y el Congreso se deberá atener a lo que digan estas disposiciones transitorias, porque si las transgrede sería inconstitucional.[2]
El Senado no se va a suprimir, según la CC. porque eliminarlo no es necesario. Pero se le cambiarán su nombre y sus atribuciones, de modo que no se convierta en un obstáculo para hacer de Chile un país realmente democrático y para que el nuevo gobierno pueda cumplir su programa. Ese gobierno no tendrá excusa ni pretexto para no hacerlo, pues en tal caso, la Nación se lo demandará.
Por Margarita Labarca Goddard
[1] Atienza y Ruiz Manero Las piezas del derecho. Teoría de los enunciados jurídicos, Barcelona, Ariel Derecho, 1996.
cucho Zorricueta says:
! Bien Margarita ! buena su exposición. Lo importante es que la CC siga avanzando. Es un buen paso de la CC eliminar la actual Cueva del Senado tal como está ya que sólo ha servido como una tranca corrupta para avanzar en leyes que favorezcan a la gente. A nivel mundial no existe un referente claro que se pueda catalogar de izquierda ( como la conocimos cuando éramos jóvenes ). Cuando entramos en definiciones de izquierda , centroizquierda, derecha y centroderecha entramos en un mundo «bizarro» ( un mundo deformado ) y no hay donde volver la vista y eso hace más difícil la pelea por las reivindicaciones sociales. Con respecto a los Warnken, Los Aylwin , Los Velasco, etc., agrupados en esa lista amarilla ya sabemos que son una tropa de indecentes al servicio de un sector antidemocrático golpista. ( se les van a terminar sus negocios ).
Nestor R Marin, Ph.D Agricultural Science, Phytopothologist. says:
Como siempre, Margarita LG, muy interesante sus temas, como este que acaba de presentar, la felicito nuevamente, porque siempre esta diciendo la verdad, a pesar de que muchos la critican, y esperan que usted sea mas izquerdista de lo que es, pero todo tiene su limite, es mejor es ir despacito por las piedras, ya que la CC, no tiene ningun camino pavimentado para lograr, lo que tiene que lograr. Hay que tener mucho cuidado de esos silenciosos que estan al acecho esperando cualquier momento debil de la CC, para arremeter y hacerle daño. A estos solenciosos, donde se encuentran Los Amarillos, no hay que buscarlos para dialogar con ellos, asi como usted menciona a esa famosa profesora de Filosofia, que trata a la CC, con un indeseado garabato. A esa fulanita, de que le sirve ser profesora de filosofia, si no tiene argumentos para discutir y recurre a los garabatos; por lo menos deberia aplicar un poco de filosofoa y entablar una discusion decente. Con esta gente, no hay que perder el tiempo, no hay que buscarlos ni tratar de convencerlos, total la CC, tiene suficientes votos, po no decir, mas que suficientes.