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IFRC en los campamentos saharaui: ¿una visita turística?

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El Presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Francesco Rocca, ha visitado hoy los campamentos de refugiados saharaui por primera vez desde la creación de estos campamentos. Una visita relámpago en el medio de una verdadera crisis sanitaria.

 

La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (Federación Internacional) (IFRC) es una organización humanitaria fundada el 5 de mayo de 1919 en París, tras la primera guerra mundial (I Guerra Mundial).

El primer objetivo de la Federación fue mejorar el estado de salud de los ciudadanos de aquellos países que tanto habían sufrido durante los cuatro años de guerra. Sus objetivos eran fortalecer y unir a las Sociedades de la Cruz Roja ya existentes para llevar a cabo actividades sanitarias y promover la creación de nuevas sociedades. Hoy en día, promover los principios y valores humanitarios, siguen siendo sus tareas principales.

 

La visita en el medio de una crisis sin fin




En paralelo a la llegada de una ayuda humanitaria de la Media Luna Roja Argelina, que trajo 16 camiones con más de 200 toneladas en alimentos y otras ayudas, todas las agencias y ONGS presentes a los campamentos han acudido para dar la bienvenida a la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, bienvenida histórica como es la primera vez que esta federación se moviliza hasta los campamentos.

Francesco Rocca, después de haberse quedado en Argel, ha logrado viajar hasta los campamentos. Una primera etapa en Bojador, uno de los cincos campamentos de refugiados, para luego asistir a una visita de los almacenes de la Media Luna Roja Saharaui, que, gracias a la ayuda argelina llegada hoy mismo, se encuentran un poco menos vacíos.

UNICEF, DRC, WFP, ACNUR, todos estaban allí esperando a la llegada del presidente. Este último, acompañado por Buhubeini Yahya Buhubeini, director de la Media Luna Roja Saharaui (MLRS), pudo visitar los almacenes de la misma agrupación y darse cuenta de la grave ruptura de stock en la cual se encuentran ahora en los campamentos, ruptura que las 200 toneladas de ayuda de la Media Luna Roja Argelina están lejos de poder resolver.

Efectivamente, en los últimos meses, la cantidad de la canasta básica ha sufrido una disminución del 44% por cada ración individual. Eso, debido a la dificultad de importación de los alimentos, a causa del covid, al cese del alto al fuego, pero sino que también por el aumento de los precios de los alimentos.

A principio de este mes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ONUAA, o más conocida como FAO, publicó las nuevas estimaciones de su principal barómetro de precios de los alimentos, el Índice de precios de los alimentos de la FAO. El FFPI alcanzó un nivel de 135,7 puntos en enero de 2022; 1,5 puntos más que en diciembre de 2021. Este es el nivel más alto en más de 10 años, a solo 2 puntos del máximo histórico alcanzado en febrero de 2011. El repunte de enero estuvo liderado por los precios más altos de los aceites vegetales y los productos lácteos.

 

Hipocresía de lo humanitario

En el medio de esta crisis, Buhubeini Yahya Buhubeini ha recordado a Francesco Rocca que en lo humanitario la escucha no es suficiente, y se refirió a la visita a los campamentos de 2009 de Antonio Guterres, en la época Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Refugiados (ACNUR). En su visita, Guterres hizo un discurso en Smara, uno de los cinco campamentos de los refugiados saharauis en Tindouf (Argelia): “Nosotros estamos aquí para poder aliviar sus problemas, como los podría hacer un paracetamol, pero el antibiótico esta en Nueva York, en Estados Unidos, es allí que se toman las decisiones”, nos comparte de esta visita Buhubeini Yahya Buhubeini.

La respuesta de Francesco Rocca siguió después de muchos agradecimientos a todos los presentes por el hecho de “seguir sobreviviendo” en estos campamentos. Una respuesta de solo 3 minutos después de que los presentes lo habían esperado casi dos horas en la sede de la Media Luna Roja.

“Quiero contestar a tu pregunta”, dijo Francesco Rocca, refiriéndose a las palabras de Buhubeini Yahya Buhubeini, “el antibiótico se utiliza en fases agudas, pero a veces las enfermedades se transforman en formas aún más agudas donde el antibiótico ya no sirve. Por nosotros eso es nuestro más grandes desafío”.

Siempre refiriéndose a la situación vivida en los campamentos, Francesco Rocca siguió refiriéndose al papel de lo humanitario: “El humanitario tiene que ser neutral: ¿cómo conjugar neutralidad y justicia?”

Ayuda humanitaria

En efecto, pareciera obvio que en lo humanitario, lo político y lo económico no deberían entrabar su labor de manera alguna. Realmente, la neutralidad, debería ser algo coherente y existente.

Sin embargo, esa neutralidad no se saboreó hoy durante su discurso. Un discurso de solos unos minutos frente a horas de espera, una visita de un día que tenía más pinta de turisteo que de humanitario, o, talvez, mucho a ver con los políticos. Con intereses políticos que van más allá de las simples relaciones con Marruecos, sino con intereses de países que, en este estancamiento del conflicto, hacen sus ganancias, explotando los recursos saharauis, guardando un lugar seguro en el poder, sin molestar a nadie, porque ningún refugiado saharaui lo vendrá a molestar.

 

Los campamentos saharauis al borde de la crisis

La disminución de la ayuda humanitaria es la punta de un iceberg de vicisitudes con las cuales los saharauis se están enfrentando desde la llegada del covid.

El covid-19 ha interrumpido todas actividades de intercambio entre ello y Europa (como los proyectos de vacaciones en Paz, los Festivales…) que eran también fuentes de ingresos por los habitantes de los campamentos.

Todos los comercios que se hacían y que pasaban entre Argel y Mauritania también se han interrumpido, debido a la llegada del covid y luego del cese del alto al fuego.

La sequía que dura desde ya hace 4 años en estos territorios complica claramente la situación ya bastante difícil.

La subida de los precios de los alimentos y la consecuente diminución casi dramática del 44% de la ayuda humanitaria (porque, obvio, el presupuesto de la ayuda no ha subido con los precios), tampoco ayudan a los saharauis a recuperar de una crisis que lo afonda siempre más en el medio de la arena del desierto.

Hoy en día los saharauis tienen que comprar prácticamente todos los alimentos de que necesitan para sobrevivir en el cotidiano. Sin embargo, la falta de actividades hacen que los ingresos han disminuidos drásticamente: ya no hay trabajo a suficiencia en los campamentos.

La ruptura de stock de la ayuda humanitaria agrava aún más la situación.

Debido a todo esto y pensando a las palabras de Francesco Rocca se podría hasta hipotetizar que, a veces, lo humanitario, más allá que con neutralidad y justicia, debería rimar también con el respeto de los pueblos en crisis.

 

Elena Rusca, Ginebra, 16.02.2022

 

 

 



Corresponsal

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