De Francia a Estados Unidos: así se popularizó el blackjack
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 4 segundos
Los juegos de cartas acompañan a la sociedad desde hace siglos, pues siempre han sido un remedio contra el aburrimiento y un aliado de la socialización. Los primeros naipes se descubrieron en la China en el año 900 antes de Cristo y luego fueron pasando por civilizaciones como la romana y la griega, pero es desde hace cuatro siglos que se terminaron popularizando entre el conjunto de la población.
Del ‘vingt-et-un’ al blackjack
Cerca del 1700 nació en Francia uno de los juegos que perduran en la actualidad y que son muy demandados en los salones de juegos, tanto físicos como digitales, el blackjack. Nació como vingt-et-un y se practicaba en algunos locales recreativos pensados para la clase acomodada. Aunque las normas eran diferentes a las actuales, el objetivo era el mismo: tratar de alcanzar los 21 puntos con las cartas que recibía un jugador de mano del repartidor, conocido como croupier.
Su popularidad hizo que se fuera expandiendo por todo el territorio francés hasta salir de las fronteras. Llegó a España e Italia con nombres distintos y con la baraja española, pero el salto más importante fue hacia Estados Unidos, cuando cambió su historia. Los colonos galos lo introdujeron a la ciudad de Nueva Orleans cerca de 1820, momento en el que el juego ya estaba legalizado. Así, poco a poco se fue integrando en los diferentes salones populares y muy concurridos, hasta que provocó el cambio de nombre.
Vingt-et-un pasó a llamarse blackjack a partir del 1849, cuando su práctica ya tenía gran público en territorio estadounidense. Blackjack era una apuesta especial que consistía en pagar diez veces lo que un jugador había apostado si ganaba con la carta en la que coincidía una J, conocida como Jack, de tréboles o picas, de palos negros. Era sinónimo de premios y bonus especiales.
Actualmente, con la consolidación de las nuevas tecnologías, podemos encontrar el blackjack disponible en cualquiera de los dispositivos inteligentes y plataformas especializadas como Betano. Manteniendo la esencia de antaño, en la red se ofrecen las diferentes modalidades de este juego, así como la posibilidad de poderlo practicar en tiempo real con croupiers que ofrecen las cartas en vivo.
Sus modalidades de juego
En el mundo online se presenta la posibilidad de practicar varias modalidades del blackjack, siendo tres las más populares. La más habitual sigue siendo la clásica, en la que el croupier empieza con una carta. A partir de aquí, el jugador puede hacer una apuesta de seguro y se procede al reparto de cartas, dos en total, para determinar quién se acercará al máximo al número 21.
También se conoce la modalidad europea. En este caso se reparte una sola carta y, una vez los compañeros de mesa han realizado sus jugadas, se entrega una segunda carta y se descubre la mano. Una particularidad es que la casa, con quien realmente se está compitiendo, siempre mantiene sus cartas al descubierto.
Si Europa tiene su propia modalidad, ¿cómo no podía haber una americana? Aquí el cambio radica en la manera de empezar la jugada. La casa está obligada a mostrar su primera carta y, en caso de que sea un as o un 10, debe descubrir una segunda. Si se da un blackjack desde el inicio, el juego termina de inmediato. Los jugadores que tengan blackjack pueden mantener la apuesta mientras que los demás, la pierden.
El blackjack es un juego en el que se combinan a la perfección un punto de suerte, cuando es el momento de recibir las cartas, y la estrategia, clave para enfrentarse a la banca. Saber diferenciar el tipo de cartas y saber cuándo toca plantarse, entre otros muchos consejos de expertos, puede facilitar la victoria en una partida del vingt-et-un de los tiempos actuales.