Gobiernos locales para un nuevo Chile
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El municipalismo que irrumpe decidido y que gana espacios avalado por las comunidades regionalistas a nivel nacional, busca quedar consagrado en la nueva Constitución Política de Chile, ciudadana y democrática, que se encuentra en elaboración.
Se trata de una iniciativa popular tendiente a independizar a las municipalidades que fue presentado ante la Convención Constitucional con el propósito de que éstas acrecienten sus facultades y los recursos a que tienen acceso para favorecer a una población que carece de condiciones de vida digna y derechos sociales.
La propuesta de norma constitucional formulada por la Coordinadora Municipalista Constituyente apunta al reconocimiento en la Carta Magna de los gobiernos locales y una democracia plurinacional participativa como parte del nuevo Chile que asoma en una sociedad hasta ahora reacia a los cambios.
Esa coordinadora es encabezada por el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, líder del movimiento Territorios en Red, y cuenta con la adhesión de alcaldes y concejales que consideran que es hora de poner término a la injusticia en la distribución de recursos en inversión pública y en el acceso a bienes comunes en territorios, ciudades y pueblos.
En la propuesta se denuncia que hay territorios convertidos en zonas de sacrificio que carecen de regulación industrial y que existe una excesiva privatización y concentración de la propiedad del suelo. A la vez se advierte ausencia de planificación urbana y rural con escasa participación de las comunidades.
Desde octubre de 2019 Chile vive sucesivos acontecimientos históricos: primero fueron las multitudinarias manifestaciones del estallido social, luego el inicio del proceso constituyente que culminará a mediados de este año, y en diciembre último se produjo la estruendosa derrota de la extrema derecha fascista, todo lo cual corresponde a un proceso de transformaciones. En tanto las estructuras municipales llevan largos años imperturbables: en estos momentos un 52% de las municipalidades del país son investigadas por delitos de corrupción.
La inercia prolongada suele llevar a severas irregularidades. En tal sentido la alcaldía de Viña del Mar es una instancia emblemática, porque Virginia Reginato – una antigua adoradora del dictador – se atrincheró allí por tres periodos consecutivos aplicando las políticas del amiguismo y los compadrazgos lo que terminó en un impresionante forado en las arcas comunales que a la actual administración viñamarina llevará mucho tiempo y trabajo tratar de reparar y superar.
Uno de los aspectos novedosos de la iniciativa de la Coordinadora Municipalista es que introduce la figura del referéndum revocatorio. Alcaldes y concejales elegidos por sufragio universal durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos hasta por dos periodos más, pero cesarán en sus funciones conforme al ejercicio de la voluntad popular.
La idea es elevar los niveles de participación de los vecinos y vecinas de cada comuna. Por tal razón pasan a jugar un rol preponderante los plebiscitos comunales, las consultas indígenas y los cabildos barriales en que los pobladores se expresen libremente, a cabalidad, sin ataduras ni compromisos de ningún tipo.
Se trata de transformaciones progresivas en que los municipios buscan dejar de ser vistos como simples administradores de recursos. Aspiran a aumentar sus facultades para fomentar el desarrollo económico, elaborar políticas de vivienda y llegar a crear empresas públicas basadas en sistemas de producción fundadas en criterios de justicia social y ambiental.
El alcalde Sharp destaca que la propuesta ante la Convención Constitucional resalta la participación de la comunidad en la toma de decisiones de los territorios, avanzando en una lógica del cogobierno. Potenciar a los municipios es un ejemplo que Chile debe tomar hoy de otras constituciones del mundo.
Por Hugo Alcayaga Brisso
Valparaíso