El desierto de Atacama convertido en un basural
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En Chile tenemos uno de los desiertos más grandes y más áridos del planeta: el desierto de Atacama, ubicado en la región de Antofagasta. Tiene más de cien mil kilómetros cuadrados, más grande que Portugal, más grande que Austria, el doble que Suiza.
A pesar de ser un desierto, tiene infinidad de colores: oscuras montañas quebradas, dunas de arena muy clara, lagunas celestes de agua salada. Y animales: vicuñas, llamas, guanacos y algunos pájaros. No hay camellos, aunque deberían haberlos traído porque son muy buenos para el desierto, pues en sus jorobas almacenan grasa, que se puede convertir en agua en caso de necesidad.
A veces, cada cierto número de años, quien sabe por qué capricho de la naturaleza, caen allí unas pocas gotas de lluvia. Entonces el desierto súbitamente estalla y se cubre de flores multicolores de una belleza frenética. Porque las semillas estaban allí, enterradas, esperando el momento prodigioso de volver a la vida. El desierto se convierte de pronto en un jardín de fábula.
Esto todos lo sabemos, y si no hemos estado allí, hemos visto las fotos. Aquí les pongo una.
También el desierto es uno de los mejores lugares del planeta para observar el firmamento y para el desarrollo de la astronomía, por lo límpido de su cielo. Importantes observatorios astronómicos se han ubicado allí.
La minería tiene una gran importancia en la región, pues allí se encuentra la mayoría del cobre, el oro y ahora el litio, que es el mineral del siglo XXI y puede hacer de Chile en un país próspero para todo su pueblo, no para unos pocos empresarios especuladores. Por eso estos bienes públicos y estratégicos deberán ser recuperados por el próximo gobierno, para beneficio de todos los habitantes del país.
Las minas, especialmente las de litio, necesitan ocupar grandes cantidades de agua y privan de ella a la gente. Bombean agua con máquinas del subsuelo, aunque sea un agua no potable, les quitan a las personas el poquito de agua que se consigue.
Siempre ha habido minas, pero antes eran menos o usaban menos agua o no se sabía de este abuso. Este problema ha sido muy estudiado por los científicos, entre ellos por la constituyente doctora Cristina Dorador, quien al respecto ha expresado que se debe garantizar:
“El reconocimiento y garantía del derecho humano al agua, su justa distribución, con preferencia para consumo de las personas y un acceso efectivo al agua potable. La recuperación de los recursos naturales estratégicos a beneficio del país, su industrialización sustentable y la diversificación de la matriz productiva”.
Por lo tanto, el nuevo gobierno del compañero Boric, deberá estudiar cuidadosamente, junto con los científicos especializados, la manera de distribuir equitativamente el derecho al agua, entre los emprendimientos mineros necesarios para el desarrollo de Chile y los seres humanos y otros seres vivos.
Pues bien, ahora están ocurriendo cosas muy raras en el desierto de Atacama, que al parecer pocos conocen.
¿De qué se trata? Pues simplemente, que nuestro hermoso desierto está siendo convertido en un basural internacional.
Cada año llegan a Chile sesenta mil toneladas de ropa-basura. ¿Se dan cuenta de lo que son 60.000 toneladas?
La mayoría de la ropa que se almacena allí, proviene de China o de Bangladesh, pasa a Europa, a Estados Unidos y de ahí la mandan a Chile,
La mayoría es ropa nueva, excedentes de las fábricas que no se ha vendido, y en el desierto de Atacama forman verdaderas montañas de desperdicios que convierten a Chile en una pocilga. La ropa se demora 200 años en degradarse, contiene productos tóxicos y al rayo del sol despide un humo malsano que contribuye a viciar una atmósfera que era transparente. Además, envenena las aguas del subsuelo y mata a las semillas que pudiera haber allí.
Algunas personas muy pobres de Alto Hospicio rebuscan en esas rumas de desperdicios y al mismo tiempo que consiguen una camiseta o un par de zapatos, logran contaminarse ellos mismos.
Este fenómenos no sólo es dañino para la salud de personas y animales, sino que constituye una ofensa para nuestro país.
Ha llegado el momento de plantearse varias preguntas:
1.¿Cómo arriban estos cargamentos a Chile?
Llegan en barcos que descargan en Iquique.
2. ¿Quién es responsable de esta barbaridad?
El gobierno de Piñera, que controla todos los puertos y el tráfico marítimo. Ninguna autoridad regional, local ni menos una empresa particular podría hacerlo sin autorización.
3 ¿Se les cobra a los dueños de la basura algún impuesto, contribución o servicio?
Francamente diré que no lo sé, pero creo que en todo caso no debe ser una contribución legal. Ilegal quizás, pero en beneficio de las más altas autoridades del país. Habría que averiguarlo.
4. ¿Cómo se transporta esta basura desde Iquique hasta el desierto?
En camiones-contenedores, que cualquiera puede ver pasar en su recorrido.
4. ¿Y por qué las fábricas de ropa propietarias de esos productos, no los regalan a gente pobre en sus países o en otros, ya que en el mundo hay muchas personas necesitadas, incluyendo niños, que sólo se visten con harapos y andan “a pata pelá”, como se dice en Chile?
Pues porque los mercados prohíben que se regale cualquier cosa, porque eso arruina el negocio.
5, Y para terminar: ¿Cómo es que este escándalo no se sabe, no se discute, no se evita, no se fincan responsabilidades? Parece que nadie lo ha visto, nadie sabe nada y nadie hace nada.
Margarita Labarca Goddard
Nestor R Marin, Ph.D Agricultural Science, Phytopothologist. says:
Piñera es responsable que esta basural de ropa haya crecido tanto; en sus dos periodos tiene que haber recibido buenos sobornos por este desastre, Ahora, antes de dejar el poder, tiene que devolver esta ropa a los paises de donde vino. No es posible que mi Chile haya servido para recibir miles de toneladas, de algo que se considera basura. Por que este asunto no se saco a relucir antes, como es posible que esto haya sucedido y las autoridades hayan tomado conciencia de este asunto….que verguenza por lo que pasa Chile, y seguramente, muchos se estan beneficiando de esto. Por favor, aplicar el maximo rigor de la ley, por esta contaminacion tan grave….que esto no quede impune!!!!
Mónica Fernández says:
Muy interesante el artículo, con importante información, se lo haré llegar a mis nietxs. Porque además todxs tenemos que saber que nuestro país y muchos otros países subdesarrollados o en desarrollo, son utilizados como basurales, en este caso, basural de ropa. Desde luego y obvio, que se trata de un negocio, a alguien del aparato público le pagan esas empresas para que puedan ingresar al país con esos cargamentos de desperdicios. Las aduanas no están pintadas, existen de verdad.
Gino Vallega says:
Y los residentes del «nuevo basural» no han reclamado ó venden algunas cosas por aquí y por allá? Las autoridades , siempre ciegas a bultos gigantes que pasan delante sus ojos , no saben ,no vieron , no comprendieron? Chile parece cada vez más un país de inútiles pasivos ,sin cerebro, simplemente «estando»? La nueva gobernación debe asumir su responsabilidad en este «sucio» caso del basural sudamericano, ya que nadie lo hizo antes.