Proyecto de indulto a presos de la revuelta será la primera gran prueba para el presidente electo
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El presidente electo, Gabriel Boric, se refirió este lunes tras una ceremonia en el Tricel al proyecto de indulto a los presos de la revuelta. «Hago un llamado enfático a los senadores a que esto se resuelva en el mes de enero, esto no puede seguir esperando”. Un plazo urgente en cuanto si la composición del Senado no resulta hoy favorable para la liberación de los presos y presas, a partir de marzo la composición de esta cámara tenderá a inclinarse aún más hacia posiciones conservadoras y el quórum requerido sería muy difícil de alcanzar.
El tema es de primera prioridad para el futuro gobierno. En especial tras el resultado de la segunda vuelta y el voto popular que dio vuelta las elecciones. Un millón de nuevos electores se volcaron a las calles el 19 de diciembre pasado, personas abiertamente vinculadas con el movimiento popular y las demandas levantadas a partir del 2019. En los masivos festejos en la Alameda aquella tarde estaban presentes todas las banderas y lienzos de la revuelta popular. Y entre todas ellas, la que más destacaba era la libertad de los presos y presas de la revuelta. Aquella noche, ante los cánticos, Boric dijo a través del micrófono que había hablado con las familias de los y las jóvenes encarceladas.
Los familiares, junto a diversas organizaciones y colectivos, han comenzado de forma insistente y urgente una campaña para presionar al presidente electo en la búsqueda de una solución, la que en estos momentos pasa por el senado. Es por ello que la semana pasada fue citado en la sede del gobierno entrante, el edificio de calle Condell que los periodistas han denominado «la Moneda chica», el senador independiente PPD Pedro Araya, presidente de la Comisión de Constitución del Senado.
Araya fue citado por Giorgio Jackson y la doctora Izkia Siches para solicitarle la máxima colaboración en un tema complejo, que es generar las condiciones para llegar a acuerdos en la sala y lograr el quórum necesario. El proyecto está trabado desde hace un par de meses motivo por el que manifestante al exterior de la sede increparon a Araya por su falta de colaboración.
Para el comando de Boric, según cita La Tercera de hoy, es importante y urgente resolver este asunto ahora. Esto da cuenta de «la preocupación que se ha instalado ante la posibilidad de que abra un eventual flanco político con ese mundo» incluso antes que el presidente asuma en cargo en marzo próximo. Hay que considerar que durante la campaña Boric recibió el apoyo de dos víctimas emblemáticas de la revuelta popular, como la senadora electa Fabiola Campillai y Gustavo Gatica, por tanto existe un claro compromiso ético y político con el movimiento popular.
El equipo político ha establecido vínculos de trabajo con el senador del Frente Amplio Juan Ignacio Latorre (RD). Una posibilidad es la rebaja de quórum a través de una indicación en un proyecto de moción que necesita dos votos oficialistas para lograr los 25 necesarios. El plazo para recibir indicaciones vence este miércoles y hasta ahora, explicó Latorre, la conversación ha avanzado principalmente entre la oposición en vías de darle un trámite acelerado o con urgencia para que se ponga en tabla durante enero. También explicó Latorre a La Tercera que se baraja la posibilidad de rebajar el quórum a 22 votos, que es el quórum constitucional para un proyecto de indulto general.
“Como gobierno nos comprometemos a abrir un diálogo que sea amplio para que esto no se trate ni de vencedores contra vencidos, ni de un sector contra otro, sino que para generar la unidad tras un periodo de tanta tensión y división”, dijo ayer el propio Presidente electo en la misma entrevista. Al interpretar estas palabras, lo que Boric comunica es abrir un espacio en conjunto con las fuerzas conservadoras necesarias para aprobar la moción. Entre las indicaciones no se descarta incluir reparaciones a los comerciantes cuyos establecimientos resultado dañados durante la revuelta y a los carabineros lesionados.
Por Paul Walder
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