Colapsismo Crisis sistémica Poder y Política

Los semidueños del planeta van por el cambio de civilización

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los patrones no son sordos ni ciegos

 

La cúpula de los capitalistas impulsa un modelo radical sostenible. El autor visible del proyecto es Klaus Schwab, fundador y líder permanente del Foro Económico Mundial, participante regular de las reuniones del Club Bilderberg del que fue miembro de su comité directivo.

 

Klaus Schwab en su libro COVID-19: The Great Reset (2020), ha anunciado que la “Gran Reconstrucción” implica una reestructuración radical del orden social y económico del mundo. Pasar del antiguo capitalismo a una nueva forma de capitalismo “inclusivo” que liberará a los seres humanos de la propiedad privada. Sostiene que los seres humanos deben abandonar sus deseos de ser propietarios lo más rápido posible. El capitalismo inclusivo implica que nos convirtamos en usuarios, la abolición de la propiedad personal destinada a satisfacer las necesidades básicas de nuestras vidas, como lo son la vivienda, la ropa, los utensilios domésticos, etc. El propietario de todas las cosas será la élite mundial.

 

Algunas de sus ideas según Valentín Katasonov.

El mundo capitalista atraviesa una crisis muy grave y es necesario rehacer el capitalismo. El bloqueo provocado por la pandemia del coronavirus está abriendo una posibilidad única en la historia para esta reconstrucción que no puede hacerse de forma acelerada.

La pandemia es una oportunidad que ha abierto el medio por el cual la humanidad debe avanzar hacia el futuro. ¡No existirá un retorno al pasado! “Muchos se preguntan: ¿cuándo volveremos a nuestras vidas normales? La respuesta es: jamás. La historia será dividida en dos: antes y después del coronavirus».

 

Este futuro será un mundo donde serán borradas las diferencias entre los países ricos y pobres, serán abolidas las fronteras entre los distintos Estados. Será creado un único Estado que será dirigido por un gobierno planetario: «La creación de un gobierno mundial es el principal problema que se ha de abordar».

 

Será declarada la guerra a todas “las creencias religiosas oscurantistas y a al fortalecimiento de los lazos étnicos”.

 

La economía será gestionada principalmente por los grandes monopolios. La propiedad privada terminará por marchitarse y en su lugar surgirá una «economía de la utilidad», «una economía participativa».

 

Se producirá una transición a la energía «verde», la cual reemplazará a la energía basada en los hidrocarburos. Serán impuestos límites al consumo del agua, la electricidad y también a algunos tipos de productos «ambientalmente peligrosos» (como, por ejemplo, la carne) o a los productos industriales (como, por ejemplo, los automóviles). Y el modo más radical para reducir la carga sobre nuestro medio ambiente natural será la reducción del crecimiento demográfico o incluso la reducción de la población misma.

 

Se acelerará la robotización de todas las esferas de la economía y la vida pública. En varios lugares se producirán recortes en los puestos de trabajo de manera drástica, «Ninguna industria o negocio podrá continuar sin verse afectado de alguna manera». Debido a esto, se plantea la necesidad de introducir una renta básica universal para todos aquellos que terminen siendo reemplazados por los robots.

 

Se digitalizará todas las esferas de la economía y la sociedad. Serán creados sistemas mucho más eficaces que permitan monitorear el comportamiento y el movimiento de los individuos, lo que incluye el uso de tecnologías de reconocimiento facial. 

 

El nuevo modelo de atención a la salud deberá plantearse la realización de pruebas periódicas, la vacunación obligatoria, la emisión de un pasaporte sanitario y el establecimiento de restricciones y castigos para los individuos que evadan las leyes de esta disciplina médica.

 

Por medio del transhumanismo se “mejorará” a los individuos.

 

Klaus Schwab es solo una voz para el poder fáctico.

Entre los que apoyan este proyecto se encuentran Justin Trudeau, Joe Biden, Boris Johnson. Amazon, Apple, Google, Facebook y Microsoft se han unido al grupo de los que activamente están a favor estas ideas. En noviembre, The New York Times tildó a los opositores del The Great Reset como partidarios de una «teoría conspirativa».

 

La Reconstrucción de Schwab no crea una dictadura porque ya existe. El plan de los magnates globales sí apunta a necesidades objetivas, una planificación mundial, el límite al consumismo depredador, la socialización de bienes. La sostenibilidad.

 

El tema para la oposición democrático popular es si hay una alternativa civilizatoria así de decidida para enfrentarlos. ¿Quiénes cercanos a algún grado de poder político o ideológico proponen ir más allá del capitalismo actual con reformas?    

 

 

Por Rómulo Pardo Silva

Fuentes

https://rebelion.org/el-plan-de-la-elite-mundial-para-apoderarse-de-las-tierras-cultivables-del-mundo/

 

https://www.geopolitica.ru/es/article/covid-19-el-comienzo-de-la-gran-reconstruccion

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