Líder mapuche Héctor Llaitul: «la guerra a nadie le conviene»
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Mientras el gobierno de Piñera afinaba los últimos preparativos para la intervención de la Fuerzas Armadas en las regiones de la Araucanía y del Biobío, el líder mapuche de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul aseguró – en entrevista con la agencia española de noticias EFE – que «existe un temor profundo a asumir este conflicto de una forma seria y la derecha lo reemplaza por la política del garrote, sin desarrollarlo con la altura que merece. La reivindicación territorial va a seguir y esto no debiera tener un resultado de más violencia o más confrontación, la guerra a nadie le conviene».
Llaitul explicó que la CAM emerge en el escenario sociopolítico de Chile en el marco de la lucha «mapuche por la reivindicación territorial y política para hacer frente a un sistema de opresión, entendiendo que es esa realidad la que tenemos como pueblo originario».
Al respecto, respaldó su opinión aludiendo a hechos históricos porque «nuestro pueblo fue despojado de su territorio en una campaña político-militar de dos Estados: en Argentina se conoce como la Campaña del Desierto, aquí como la Pacificación de La Araucanía. A partir de ese hecho, la demanda por recuperación de tierras siempre ha estado presente.»
El líder de la CAM remarcó la importancia de la acumulación de fuerzas de la organización en contra del «Estado Capitalista de formato colonial, que niega nuestro derecho fundamental a la autonomía y el territorio».
En esta línea manifestó que si bien son conocidos por actos de sabotaje en contra de las empresas extractivistas, cuya «presencia forestal en territorio ancestral mapuche es en proporción seis veces más que toda lo ocupado por nuestra gente», también «desarrollamos toda una línea estratégica de reconstrucción nacional: hablamos de la reconstitución del mundo mapuche en un sentido social, político, ideológico, en lo cultural y cosmovisionario.
Argumentó que se trata de «reconstruir lo que nos legaron los antiguos, un tipo de forma de vida que aún persiste, incluso en estos tiempos vendría a ser como la salvaguarda para una visión más humanitaria, más justa para vivir, de entender la vida en esta relación hombre-naturaleza».
Sobre cómo resolver la relación del Estado con el pueblo mapuche, Héctor Llaitul aseguró: «siempre hemos sostenido que estamos con una disposición a establecer algún diálogo en búsqueda de una solución política a un nivel correspondiente porque tenemos razones de fondo, que son históricas».
Y añadió que el diálogo «debe ser con garantías, donde tengan participación organismos internacionales que tengan una trayectoria en velar por los derechos humanos y por la lucha de los pueblos originarios, ya sea ligados a la ONU u organismos dependientes de Estados que tengan ciertos compromisos con esos valores y principios establecidos en la declaración universal de DD. HH inclusive».
Sin embargo, a juicio del dirigente mapuche, el gobierno se cierra a esta oportunidad «porque su rol es esconder la realidad de que en la zona mapuche existen “forestales arrinconando comunidades, políticas extractivistas en demasía, una devastación del Wallmapu y esto no da para más en definitiva”.
«Caso contrario, nosotros nos vamos a encontrar nuevamente en el terreno, vamos a hacer la resistencia necesaria para afrontar todo lo que se venga».
Llaitul aclaró al medio de comunicación español que es una torpeza del gobierno vincular a la CAM con terrorismo y narcotráfico y que no tienen nada que ver con este tipo de acciones. «Son conceptos que se han acuñado desde el discurso oficial en complicidad con los medios de comunicación al servicio de la derecha, que son precisamente controlados por los grupos económicos».
“Hay una suerte de paramilitarismo mapuche que está al servicio de las forestales. Y esa realidad es dolorosa decirla, pero existe”, indicó.
Por Galy Chávez
Irmela Eckermann Ludwig says:
Muy buena entrevista y Hector Llaitul es un lider carismático, lo que afirmado ocasionalmente en posteos de El Mercurio y que obviamente me mandaron a dormir o no hablar leseras.