Yemen: no hay dinero para apoyar a los millones de desplazados, pero sí hay para armas
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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo hoy que millones de vidas siguen en peligro en Yemen, ya que se hizo eco de un llamado de las Naciones Unidas para obtener fondos que se necesitan con urgencia para permitir que las organizaciones de ayuda continúen respondiendo a la mayor crisis humanitaria del mundo.
El conflicto de Yemen no muestra indicios reales de alentarse. Allí, se están cometiendo violaciones graves de derechos humanos, algunas de las cuales podrían ser constitutivas de crímenes de guerra. Se calcula que, a finales de 2019, más de 233.000 yemeníes habrán perdido la vida por culpa de los combates o de la crisis humanitaria. Mientras, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha documentado más de 20.000 civiles muertos y heridos por los combates desde marzo de 2015. Una crisis humanitaria creada por el ser humano ha crecido de manera vertiginosa, con alrededor de 16 millones de personas que se levantan hambrientas cada día.
En su primera sesión informativa al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Hans Grundberg indicó que “no será fácil la reanudación de un proceso de transición política pacífico, inclusivo, ordenado y dirigido por los yemeníes, que satisfaga las legítimas demandas y aspiraciones del pueblo yemení, según el mandato de este Consejo. No hay victorias rápidas”, apuntó. Grundberg subrayó que, tras seis años de conflicto ininterrumpido en Yemen, el centro de la confrontación militar ha cambiado y los combatientes se han turnado en la ofensiva.
“Desde principios de 2020, la atención se ha centrado en la ofensiva sostenida de [el grupo] Ansar Allah en la provincia de Marib, en la que han perdido la vida miles de jóvenes yemeníes”, denunció. En cambio, destacó una disminución notable de las violaciones del alto el fuego en la ciudad de Hodeida, situada al oeste del país, aunque señaló que las hostilidades en los distritos del sur de la provincia “son especialmente preocupantes”.
El diplomático sueco también calificó de “muy inquietante” la situación que se vive en las provincias del sur, donde se han producido repuntes periódicos de violencia. “Los servicios básicos y la economía se han deteriorado hasta llegar a un punto crítico. La aplicación del Acuerdo de Riad continúa afrontando retos, y el gobierno no está desempeñando sus funciones desde Adén”, enfatizó.
La OIM ha pedido USD 170 millones en 2021 para satisfacer las crecientes necesidades de las comunidades desplazadas, afectadas por conflictos y migrantes en Yemen. A la fecha, solo se ha recibido la mitad de estos fondos. El Plan de Respuesta Humanitaria de 3.850 millones de dólares para Yemen también se financia solo al 50%.
“Sin fondos adicionales, las organizaciones como la OIM pueden no tener más remedio que reducir drásticamente las operaciones, lo que dejaría a decenas de millones de personas sin alimentos, agua y atención médica de los que dependen para sobrevivir cada día”, dijo el Director General Adjunto de Operaciones de la OIM, Ugochi. Florence Daniels, dijo hoy antes de un evento sobre la situación humanitaria de Yemen celebrado al margen de la Asamblea General de la ONU.
A principios de este año, los donantes se unieron para apoyar a los millones de niños, hombres y mujeres yemeníes y migrantes que enfrentan niveles alarmantes de desnutrición aguda e inseguridad alimentaria, ya que COVID-19 también amenazaba su bienestar y sus medios de vida. Las generosas contribuciones permitieron a organizaciones de ayuda como la OIM mantener la programación y evitar desastres. Aun así, la situación es terrible para los más de 20 millones de personas afectadas por la crisis. Casi 5 millones de personas están nuevamente al borde de la hambruna, 4 millones están desplazadas, dos tercios de la población dependen de la asistencia humanitaria y ha llegado otra ola de COVID-19. Unos 32.000 migrantes están varados y en riesgo de explotación y abuso.
Las áreas críticas de la respuesta siguen estando gravemente subfinanciadas. Los socios de ayuda han recibido menos del 10% de los fondos necesarios para brindar salud, agua y saneamiento que salvan vidas, y apoyo a refugiados y migrantes.
“Ahora es el momento de ampliar, no reducir, nuestras intervenciones que salvan vidas si queremos evitar el sufrimiento y mantenernos al día con las crecientes necesidades que se han visto agravadas por la pandemia”, dijo Daniels.
Se pueden cambiar vidas cuando se dispone de financiación humanitaria. El año pasado, la OIM llegó a 6 millones de personas con asistencia humanitaria. Este año, la Organización ha apoyado hasta ahora a 2 millones de personas afectadas por el conflicto y migrantes con ayuda de emergencia.
La OIM ha mantenido operaciones de salvamento en lugares como Marib, donde miles de personas huyen de los combates. De acuerdo con la estrategia de la Organización para responder en algunas de las zonas más desatendidas, la OIM también ha ampliado la ayuda a la costa occidental de Yemen. En asociación con las autoridades de Yemen y Etiopía, la OIM relanzó con éxito su programa de retorno humanitario voluntario, ayudando a más de 1.000 migrantes vulnerables varados en Yemen en lo que va de año.
Estos éxitos no hubieran sido posibles sin el apoyo de los donantes, pero la financiación se está agotando rápidamente y los programas que salvan vidas corren el riesgo de reducirse.
Por Elena Rusca, Ginebra, 27.09.2021