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Chile y su 18: ¿Día de la Independencia?

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 “¿Jura usted defender la patria hasta derramar la última gota de sangre, para conservarla ilesa hasta depositar en manos del señor don Fernando VII, nuestro soberano, o de su legítimo sucesor; conservar y guardar nuestra religión y leyes; hacer justicia y reconocer al supremo Consejero de Regencia como representante de la majestad Real?”.

¿Reconoce este texto estimado lector? Por si no lo recuerda, corresponde al Acta de la Primera Junta de Gobierno convocada en Cabildo Abierto (300 notables), el día 18 de septiembre de 1810. Esta es la fecha en que celebramos año con año la “Independencia” de Chile de la Corona Española.

Desde ese momento, hasta nuestros días, Chile siempre ha estado solícito a servir a algún imperio: primero España, luego Inglaterra y ahora Estados Unidos de Norteamérica. ¿Cuándo será el día en que se enseñe en nuestras escuelas que el Acta de Independencia fue firmada por Bernardo O’Higgins, Director Supremo del Estado, el 1 de enero de 1818 en el Palacio Directorial de Concepción, y que fue refrendada por los Ministros y Secretarios de Estado en los Departamentos de Gobierno, Hacienda y Guerra: Miguel Zañartu, Hipólito de Villegas y José Ignacio Zenteno, respectivamente?

Realmente éste es el “18” (año) que debiéramos celebrar realmente. En fin, es lo que hay. Este año, la efeméride se conmemoró en tres actos y tuvo en los roles protagónicos a tres infaltables y ubicuos poderes fácticos:

Primer Acto: día viernes 17 de septiembre: Te Deum celebrado en la catedral de las Iglesias Evangélicas, convocado por la cúpula más reaccionaria y con rasgos fascistoides de ese credo. Por supuesto, el señor Presidente de la República se sintió a sus anchas rodeado de tan excelsos invitados.

Segundo acto: día sábado 18 de septiembre; Te Deum en la catedral de la Iglesia Católica. El Cardenal, monseñor Celestino Aos, como jefe de la desprestigiada Iglesia Católica de Chile, ni se arrugó para darnos consejos de moral  y de política a todos los chilenos.

¿Es necesario recordar que la separación de la Iglesia con el Estado en Chile se estableció en la Constitución de 1925 y que permanece vigente? Es de esperar que en la Constitución que resulte de la Convención Constituyente, esta separación quede a firme y se termine con la ”tradición” inconstitucional de realizar los Te Deum con presencia de las autoridades de gobierno.

Tercer acto: día 19 de septiembre: Parada Militar con el objeto de conmemorar el día de las “Glorias del Ejército de Chile”.

Estos tres poderes fácticos querían estar presentes en estas celebraciones patrias, para demostrar que su desprestigio creciente no les hace mella, porque su poder fáctico es más fuerte que cualquier pecado, culpa, yerro, falta, o delito y está por sobre alguna persona o autoridad que se atreva a demandar justicia.

Ahora bien, estos tres actos se representaron en un teatro (¿o circo?), que se encuentra en Estado de Emergencia el cual, a su vez, está radicado en un Estado de Excepción que perdura durante 48 años, desde el 11 de septiembre de 1973.

Y, por supuesto, todo esto, con el gentil auspicio de El Mercurio y los medios de comunicación de la oligarquía, que constituyen, salvo opinión en contrario,  el más desprestigiado, abyecto, bajo, vil, despreciable, ignominioso, rastrero, servil, de los poderes fácticos.

Antes de terminar, amable lector, una nota sobre la Convención Constituyente:

La Convención Constituyente se convoca  con el objeto, la tarea, el encargo, de redactar una nueva Constitución Política para Chile pero, al igual que la Primera Junta de Gobierno, sin olvidar que los 155 notables (constituyentes) tienen la obligación (“juramento” o promesa), de respetar la Constitución espuria, ilegal e ilegítima que le dio origen y que, supuestamente, se quiere cambiar y de la que la gran mayoría del pueblo de Chile desea “independizarse”.

¡Viva Chile (convertido en) Mierda!

 

Por Hugo Murialdo

 

 

 

 

periodista, magíster en Ciencias de la Comunicación y magíster en Filosofía Política

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  1. Estimado Gino: El Acta real de Independencia es la que consigno en la nota y fue firmada el 1 de enero; corresponde al original que se quemó durante el bombardeo a La Moneda y de la cual conservo un facsímil reproducido y donado por Casa de Moneda. La fecha del 12 de febrero (además de la fundación de la ciudad de Santiago por Pedro de Valdivia), y que aparece en algunos textos oficiales, corresponde no a la firma, sino a una proclamación pública del Acta de la Independencia, realizada en la ciudad de Talca ese mismo año. Esto, debido a que como expresa el mismo Bernardo O’Higgins, «Mas no permitiendo las actuales circunstancias de la guerra la convocación de un Congreso Nacional, que sancione el voto público; hemos mandado abrir un gran registro en que todos los Ciudadanos del Estado sufraguen por sí mismos libres y espontáneamente por la necesidad urgente de que el gobierno declare en el día la Independencia o por la dilación o negativa: y habiendo resultado que la universalidad de los Ciudadanos está irrevocablemente decidida por la afirmativa de aquella proposición, hemos tenido a bien en ejercicio del poder extraordinario con que para este caso particular nos han autorizado los Pueblos, declarar solemnemente a nombre de ellos en presencia del Altísimo, y hacer saber a la gran confederación del género humano que el territorio continental de Chile y sus Islas adyacentes forman de hecho y por derecho un Estado libre Independiente y Soberano…»

  2. Entonces lo de Febrero de 1818 es otro timo ?Navegamos de mentira en mentira y rehacemos una historia «rosa» a punta de machetazos sangrientos.
    Que país nos ha tocado!

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