Al grupo más discriminado nadie le hace caso
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A menudo he estado pensando en esto, no se me vayan a enojar por favor
Voy a aprovechar que Clarín es bien amplio de criterio, para hacer una invitación, ya que ahora se hacen invitaciones para di’un cuatuay.
Se trata de formar un grupo de personas súper discriminadas, pero que nadie les hace caso. No se me ocurre el nombre del grupo, se aceptan propuestas.
En él se podrían integrar todos los que no sean tan jóvenes, entendiendo por no tan jóvenes a los de 70 p’arriba, que no tengan un apellido mapuche por ahí.
También se pueden integrar los heterosexuales, ya que están rodeados de homosexuales, lesbianas o de otros múltiples sexos que van apareciendo cada día.
Que no pertenezcan a un pueblo originario, no sean muy feministas porque dicen «todos» en lugar de «todos, todas y todes».
No se admitirá a quienes tengan uno o varios doctorados de la Sorbonne o de otra una universidad extranjera, ni siquiera de alguna chilena.
Que en sus casas haya agua y por lo tanto puedan bañarse todos los días si quieren, y que sus hijos o nietos no tengan que caminar diez kilómetros para irla a buscar ni menos para ir a la escuela.
También que puedan comer carne dos veces por semana, y a veces hasta pollo.
Y, esto es indispensable, que crean en el socialismo a pesar de todo y por lo tanto todavía estén en busca de un buen candidato, que si ha presentado firmas con la autorización de un notario, haya elegido a uno que esté vivo, porque no están dispuestos a votar otra vez por el menos malo, sino por uno que sea habiloso.
Claro, este grupo va a ser de cuatro gatos, pero pior es na. Hace mucha falta una organización así para defender nuestros derechos, porque a nadie le importan.
Por Margarita Labarca Goddard
Guille says:
Bravo, companhera!