ACNUR advierte que el conflicto de Afganistán está cobrando el mayor precio entre las mujeres y los niños desplazados
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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), está alarmado por la crisis humanitaria que se desarrolla hoy en Afganistán. A medida que se intensifican los combates generalizados, las Naciones Unidas en el Afganistán siguen pidiendo un alto el fuego permanente y un arreglo negociado en interés del pueblo afgano.
El costo humano de las hostilidades en espiral es inmenso. La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas ha advertido que sin una reducción significativa de la violencia, Afganistán está en camino de presenciar el mayor número de víctimas civiles documentadas en un solo año desde que comenzaron los registros de la ONU.
Estamos particularmente preocupados por el impacto del conflicto en las mujeres y las niñas. Aproximadamente el 80% de casi un cuarto de millón de afganos que se vieron obligados a huir desde finales de mayo son mujeres y niños.
Unos 400.000 civiles se han visto obligados a abandonar sus hogares desde principios de año, uniéndose a 2,9 millones de afganos que ya estaban desplazados internamente en todo el país a finales de 2020.
Se ha informado de combates en curso en 33 de las 34 provincias del Afganistán.
La inmensa mayoría de los afganos que se han visto obligados a huir permanecen en el país, tan cerca de sus hogares como lo permiten los combates. Desde principios de este año, casi 120.000 afganos han huido de las zonas rurales y ciudades provinciales a la provincia de Kabul.
El ACNUR insta a la comunidad internacional a intensificar urgentemente su apoyo para responder a esta última crisis de desplazamiento en Afganistán.
“Nuestros equipos, como parte del esfuerzo más amplio de la ONU, han evaluado las necesidades de casi 400.000 civiles desplazados internos este año. Respondiendo inicialmente a las prioridades más críticas, estamos proporcionando alimentos, refugio, kits de higiene y sanitarios y otra asistencia para salvar vidas, junto con nuestros socios”, declaró Shabia Mantoo, portavoz de la ACNUR a la prensa acreditada antes las Naciones Unidas de Ginebra, Suiza.
El ACNUR está pidiendo a los países vecinos que mantengan sus fronteras abiertas a la luz de la intensificación de la crisis en Afganistán. La incapacidad de buscar seguridad puede poner en riesgo innumerables vidas civiles. El ACNUR está dispuesto a ayudar a las autoridades nacionales a ampliar las respuestas humanitarias según sea necesario, aunque por el momento nada se ha podido implementar de este punto de vista.
En el contexto de inseguridad generalizada en muchas partes de Afganistán, es cada vez más claro que los afganos que se encuentran fuera del país pueden tener necesidades de protección internacional. ACNUR pide a todos los estados que se aseguren de poder buscar seguridad, independientemente de su situación legal actual.
Dada la dramática escalada del conflicto, el ACNUR acoge con satisfacción las acciones que ahora han tomado varios estados para detener temporalmente las deportaciones de solicitantes de asilo fallidos y garantizar el acceso a los procedimientos de asilo.
Escasa la seguridad, y también los alimentos.
La situación de la seguridad alimentaria y la nutrición en Afganistán es terrible. “En la actualidad, 1 de cada 3 afganos padece una inseguridad alimentaria aguda. Unos 2 millones de niños necesitan tratamiento nutricional. El país se ha visto afectado por un segundo episodio de sequía en cuatro años y se proyecta una cosecha inferior a la media. Tememos que lo peor ya haya llegado”, denuncia Tomson Phiri, el portavoz del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA). “No es un secreto que la situación ha empeorado y se está volviendo cada vez más impredecible. El conflicto se ha acelerado mucho más rápido de lo que todos anticipamos. La situación tiene todas las características de una catástrofe humanitaria. Desde mayo, hemos visto un aumento de los niveles de hambre y sufrimiento. El precio del trigo y la harina de trigo siguen siendo mucho más alto que los niveles anteriores al COVID, que se venden un 43 por ciento por encima del promedio de 5 años, en las principales ciudades”.
Solo en los últimos tres meses, el PMA ha proporcionado asistencia alimentaria y nutricional a 4,1 millones de personas. “Pero no creemos que esto sea suficiente. Nuestro plan es ampliar la asistencia para llegar a 9 millones de personas en diciembre”, declara el portavoz del PMA.
Los combates han planteado dificultades para trasladar a los trabajadores humanitarios y la asistencia por todo el país. Los trabajadores humanitarios están trabajando en circunstancias extraordinarias en Afganistán.
A pesar de los desafíos, el plan del PMA es colocar los alimentos más cerca de los hogares de las personas. El PMA tiene seis oficinas sobre el terreno con una capacidad total de almacenamiento de 52.000 toneladas métricas. Con una flota ágil que cuenta con 144 camiones, el PMA puede transportar 12.000 toneladas por mes mientras se está planificando agregar 99 camiones adicionales antes de fin de año para aumentar la capacidad hasta 40.000 toneladas por mes.
El PMA distribuye harina de trigo, actualmente comprada localmente, y otros alimentos y productos nutricionales, como guisantes amarillos y suplementos nutricionales, que se adquieren a nivel regional y / o internacional. El PMA también proporciona asistencia en transferencias de efectivo y ha desembolsado 26,6 millones de dólares entre enero y junio.
Elena Rusca, Ginebra, 15.08.2021
Nelson VIllagra says:
Ayer, fueron otros muchos pueblos agredidos y desarticulados. Hoy es Afganistán, mañana será Irak, Siria, y el responsable siempre es el mismo: el Imperio Norteamericano. Demócratas o Republicanos en el gobierno, es lo mismo, el afán de dominio no cesa. Los latinoamericanos conocemos la hipocresía de la «exportación de la democracia norteamericana». Cuba y Venezuela se defienden a duras penas.