Y de repente, Cristián Cuevas
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La Lista del Pueblo se dio a conocer cuando presentó a sus candidatos para la Convención Constituyente (CC). Sacó 28 convencionales, y pasó a ser famosa por esa cantidad. Superó a muchas otras listas y también a las dificultades que impuso la legislación del gobierno para que se eligiera a independientes, pues la Lista del Pueblo se considera como independiente, ya que no pertenece a ningún partido político. Incluso, está constituida por personas bastante diferentes, no tienen un programa común y muchos hasta no se conocían entre sí. Incluso algunas de sus integrantes han renunciado hace poco por no estar de acuerdo con la mayoría de la lista.
Pues ahora, sorpresivamente, la Lista del Pueblo aparece presentando a un candidato presidencial que ni siquiera es constituyente. Entonces ¿De dónde lo sacaron? Parece que la Lista del Pueblo está asumiendo las actitudes y procedimientos de un partidos político.
Todo esto tiene sus pros y sus contras. Veamos los contras primero, para terminar con los pros:
En primer lugar, es difícil que los independientes puedan presentar candidatos a la presidencia de la República, pues las normas constitucionales son muy estrictas en esta materia. Si una organización que no se declara partido político quiere presentar a un candidato, tiene que hacerlo mediante muchísimas firmas y en cada región del país.
Luego está que a la gente le revientan los partidos políticos y esta Lista del Pueblo se está comportando como un partido político vulgar y silvestre. Porque primero se las dan de independientes que se hicieron conocidos a propósito de la CC, pero ahora eligen a un hombre que ni siquiera es constituyente. Y lo peor de todo es que ni la Lista del Pueblo ni Cristián Cuevas tienen un programa de acción. ¿Cómo es eso de un candidato presidencial sin programa? Hay otros candidatos con programas laxos, incompletos o confusos, pero algo tienen. Se ve que en este caso ha predominado la persona, su trayectoria y otros aspectos, pero no el programa. Quizás piensen que este se presume por la historia del candidato, aunque semejante cosa no está en las tradiciones chilenas. Cristián Cuevas no es un desconocido, pero sin duda es poco conocido. Ha sido funcionario público del gobierno de Michelle Bachelet, y eso lo coloca en cierto modo entre los políticos odiados por el pueblo.Y por último, ha deambulado por muchos partidos políticos, pero todos de izquierda o supuestamente de izquierda: Socialista, Comunista, Frente Amplio, Convergencia Social, a la cual renunció en rechazo a la participación del diputado Gabriel Boric en el acuerdo para la redacción de una nueva Constitución. Luego se unió al conglomerado Chile Digno, con el fin de apoyar a Daniel Jadue en las primarias.
Todo esto parece un poco mucho ¿verdad? Sobre todo ante quienes repudian a los partidos políticos. Pero tiene su parte buena que veremos más adelante,
Y ahora los pros:
En mi opinión, el primer punto positivo es que se trata de un obrero, hijo de un obrero del carbón. No es un abogado ni un doctor ni tiene estudios en universidades extranjeras. Esto es retomar a las buenas prácticas del pasado, de los años 60 y 70, en que los mejores ministros y subsecretarios eran obreros y campesinos que conocían muy bien lo suyo y daban mucha más confianza que cualquier doctor de Harvard. Éstos podían ser buenos asesores, pero no políticos aguerridos que provinieran del pueblo explotado.
Cristián Cuevas tiene una magnífica trayectoria sindical: cuando era estudiante, fue vicepresidente de la Federación de Estudiantes del Carbón y estuvo en huelga de hambre en protesta por la desaparición de compañeros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Trabajó luego como obrero del cobre, formó un sindicato y fue despedido por organizar una huelga. En 2007 fue elegido presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), y logró que Codelco accediara a muchas de sus demandas.
En 2008 fue elegido consejero de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile,
Que haya transitado por varios partidos de izquierda (socialista, comunista y otros) indica que es un hombre crítico, independiente y que no se somete a disciplinas partidarias con las que no concuerde.
Que haya sido agregado sindical en España, funcionario de Bachelet como lo fueron muchos, no lo inhabilita, pues ser agregado sindical no significa que estuviera de acuerdo con todas las políticas de gobierno.
Finalmente, esta candidatura puede ser una alternativa aceptable ante la de Boric, que a mucha gente no le gusta por múltiples razones que no es del caso detallar aquí. Porque ya basta de hacernos votar por el menos malo ¿No?
¿Cuál es la conclusión? A esta altura no podemos dar una opinión definitiva porque la cosa ha sido absolutamente sorprendente. Hay que esperar y ver, compañeros. Todavía tenemos tiempo.
Margarita Labarca Goddard
Felipe+Portales says:
Por cierto que el pueblo lo apoyará en la medida que -como es prácticamente seguro- presente un programa de sustitución real del modelo económico implantado a sangre y fuego por la dictadura y consolidado engañosamente por la Concertación. Y porque mostró el 15 de noviembre de 2019 la actitud opuesta de Boric. Mientras este último se sumó alegremente al fraudulento acuerdo de las dos derechas (que sorpresivamente se frustró en gran medida, debido al éxito electoral de mayo de la Lista del Pueblo); Cristián Cuevas renunció dignamente a Convergencia Social porque el partido terminó siguiendo las aguas de Boric, culminando su giro copernicano al aprobar la ley antibarricadas.
Teresa Künzler says:
Cristian Cuevas, es la candidatura que los chilenos estaban esperando. Por su historia personal destacada,es un hombre
que conoce el mundo del trabajo pesado, duro, como muchos chilenos.
Conoce la vida real, como muchos chilenos.Tiene caracteristicas de Lider Social. Valor y Fuerza.. Muchas cualidades,
con las que se identifican las mayoria de los compatriotas. El Mundo del Trabajador de Chile.
Todo lo bueno en esta nueva etapa de su vida.
Renato Alvarado Vidal says:
Agradezco la candidatura de Cristián Cuevas, es una persona honesta y necesitábamos una bandera de izquierda, alguien que represente las aspiraciones y metas del pueblo que luchó en las calles y que NO celebró en la noche de las primarias.